Segundo sábado del mes, la música era muy alta y casi no escuchaba lo que me decía.
- ¡No te escucho! ¡Habla un poco más alto!
-¡Salgamos fuera, necesito decirte algo!
- ¡Ok vamos!
Aleck era mi compañero de aula, nos conocíamos desde pequeños y aunque tenía un poco de curiosidad por lo que quería decirme, estaba tranquila porque cuando estaba a su lado me sentía muy bien, era esa especie de amigo con el que quieres pasar el resto de tu vida, amándose.
- Nazly, no sé cómo decirte esto, he estado mucho tiempo pensándolo y no sé cómo comenzar.
-Ya me estás abrumando , sabes que somos amigos y conmigo siempre podrás contar para lo que necesites. Anda dime y no me tengas así.
- Sabes, soy consciente que somos amigos, y la verdad no sé en que momento pasó esto, no quiero que lo que te voy a decir afecte nuestra amistad, porque es lo más preciado que tengo.
Calló por unos segundos, yo esperaba a que me acabara de decir lo que quería. El silencio cada vez se hacía más incómodo por lo que irrumpí.
- Aleck, por favor dime, ya me estás preocupando, si tienes algún problema sabes que lo podemos solucionar juntos, yo te quiero mucho Aleck.
Sus manos temblaban cada vez más, y la voz parecía no salirle, yo estaba confundida, sabía que algo le pasaba pero no podía decifrar que era.
- Nazly, hace unos meses que me estoy dando cuenta que estoy enamorado de ti, cada vez que me hablas me colmas de alegría y cuando te veo siento lo que nunca creí, siento las mariposas en la panza, sé que esto no está bien, porque somos amigos, y entiendo si no sientes lo mismo por mí, pero este sentimiento ya me ahogaba y no podía seguir guardándomelo.
Me quedé atónita, no sabía cómo reaccionar, él me gustaba mucho pero no podía decirle simplemente que sí, se vería mal, y además, Aleck era mi amigo, y como el decía, eso no estaba bien, después de unos segundos, rompí nuevamente el gran silencio.
- Aleck, me tengo que ir, perdóname, después hablamos vale.
- Oye espera -me toma de la mano- ¿ Quieres que te lleve? Es muy tarde y no está bien que andes sóla por la calle.
Accedí asentando la cabeza, pues la verdad, tenía miedo transitar por la oscuridad a las tantas horas de la madrugada. Nos montamos en su motocicleta y marchamos rumbo a mi casa, en todo el camino no hablamos una sola palabra (muy raro en nosotros), hasta que llegamos y me bajé, al entregarle el casco, susurró:
- Lindos sueños y perdona si te hice sentir mal, no era mi intención, me gustas mucho y no tengo fuerzas para seguir fingiendo que sólo te quiero como amiga.
Sin más me fuí, nisiquiera le hablé, no sabía que decirle, estaba mucho más nerviosa que él. Al entrar en mi habitación, veo una nota en la que decía:
- Créeme cuando dije que me gustas, desde pequeños juntos y nunca me dí cuenta de lo especial que eres, hace unos meses que te veo de una manera diferente, te veo con ojos de un hombre enamorado, que dará la vida si es necesario por tu felicidad.
No sabía cómo este papel había llegado hasta aquí, pero sin dudas había sido él, era su letra. Toda la noche sin poder dormir, ¡ Era Aleck ! ¡Mi mejor amigo!, y me había salido con esto, pero eso no era lo peor; el también me atraía mucho y yo en cambio, siempre supe que lo que sentía por él, no era tan sólo una amistad. Amaneció y ya tenía que ir a la universidad, tenía clases a las 8:00am , sabía que lo vería, pero ¿ qué pasaría a partir de ahora?