Mi vida había cambiado, ya no era tan tranquila como hasta ayer en la noche, y esto era debido a Aleck. Era raro que no lo hubiera visto en todo el día, a lo mejor estaba intentando darme tiempo para asimilar la confesión, y la verdad se lo agradecía, necesitaba pensarlo más.
Mis amigas me hablaban pero no las entendía, sólo podía escuchar aquellas palabras: Nazly, hace unos meses me estoy dando cuenta que estoy enamorado de tí.
Carla, mi mejor amiga, se dio cuenta que me pasaba algo, buscó una escusa y nos alejamos del grupo.
- Nazly, ¿Estás bien? Desde esta mañana te noto rara, ¿ qué te pasa?
- A que no sabes quién me dijo ayer que estaba enamorado de mí...
- ¿Quién Aleck?
- ¿ Cómo lo sabes, te lo dijo él?
- No para nada, hace días que no lo veo, pero es obvio que ustedes se aman, lo vemos todos excepto ustedes. Y cuéntame ¿qué le respondiste?
- No pude responderle nada, me quedé atónita, no supe reaccionar.
- ¿ Y qué piensas hacer entonces?
- Ese es el problema, no sé qué hacer, sabes que lo amo, siempre me ha gustado, pero y si sólo quiere jugar conmigo...
- Sabes que eso no es así, primero que todo, Aleck te ama de verdad, acaso no recuerdas el día de la graduación, que todos querían bailar con Nikol porque era la más hermosa de la clase, Aleck tenía que bailar con ella y en lugar de eso, la dejó por bailar contigo, además, es tu amigo, no te haría daño. Si él te dice que te ama, es porque en realidad te ama.
- Carla, somos amigos, los mejores amigos, cómo crees que nos vamos a juntar, qué van a pensar los demás.
- Oye espera, ¿y a tí te importa lo que piensen los demás? Es tú vida Nazly, y si ustedes se aman, no van a estar juntos, sólo por¿ lo que piensen los demás? Hazme el favor.
- Tienes razón, pero ahora no sé qué decirle, cada vez que lo veo me pongo muy nerviosa.
- Es normal, otra prueba más de que lo amas, tienen que conocerse mejor, ya se conocen como amigos pero ahora tienen que conocerse como pareja, sólo deja que él tome la iniciativa, si te habla, discúlpate por lo de anoche vale.
- Muchas gracias amiga, no sé qué haría sin tí.
- Yo tampoco sé que sería de este mundo si yo no existiera jajaja.
Ya estaba decidida, Carla tenía mucha razón en lo que me decía, yo amaba a Aleck, y si en realidad el me amaba a mí, ¿por qué no dejarnos llevar?
Se acercaba la tarde y no había visto a Aleck, se habría decepcionado de mí por no decirle que sí anoche. Llego a mi casa, y mi mamá me estaba esperando con la cena lista.
- Nazly, aquí estuvo Aleck, que simpático es ese muchacho. Me alegra mucho que sean amigos.
- ¿Estuvo aquí?- Me quedé sorprendida, le habría dicho algo a mi mamá- ¿ Y a qué vino ?.
- Pasó a tu habitación para dejarte el trabajo que le habías prestado, me dijo que te diera las gracias.
¿Trabajo? ¿ Qué trabajo? Aleck era súper inteligente y yo jamás le había prestado trabajo alguno, estaba muy curiosa, ¿ Por qué había pasado a mi habitación?¿ Que hizo allí? Me dirigí hacia allá, y cuando llegué, todo estaba normal, casi al salir, encuentro una nota, ¡otra nota!:
A las 8:00 pm paso a recogerte, tenemos que hablar, no me dejes plantado por favor. Un beso grande.
¿ Que iba a hacer? En ese momento no sabía si ir o no, pero decidí, y no fuí, ¿ quién le dijo a él que podía citarme sin tan siquiera hablar conmigo antes? Pasé una noche aburrida, y no quería imaginar cómo la estaría pasando él al ver que lo había dejado plantado esperando por mí.
Al otro día en la escuela, mientras iba caminando por los pasillos, se abre una puerta y sale una mano con un príncipe negro, era él, y era la primera rosa que me regalaba un chico.
- ¿ Podemos hablar?
- Quizás después que terminemos las clases.
- No seas así Nazly, yo te amo, y sé que en el fondo sientes algo por mí, hablemos por favor.
- Aleck, ya te dije, después que terminemos las clases hablamos todo lo que quieras.
- Ok , te esperaré a la salida.
Continuaba haciéndome la difícil, pero estaba apunto de sucumbir, fue el día más largo que había tenido en toda la semana, hasta que por fin, llegó la tarde, y ya me iba.
- Nazly, ¿no que hablarías conmigo?
- Ok, dime qué quieres.
- Aquí no, vamos a un lugar más tranquilo.
- ¿Qué me tienes que decir, que ya no me hayas dicho?, anda dímelo aquí.
- Nazly, por favor.
Esa cara que ponía, me bajaba las defensas, y sólo fuí capaz de acceder. Me subí a su moto y nos fuimos.
- Ya casi oscurece, y estamos lejos de la ciudad, para y dime lo que me tengas que decir.
- Espera un poco más, quiero enseñarte algo.
Llegamos a un lugar, muy hermoso por cierto, ya era de noche, nos sentamos en la hierba y hablamos.
- Nazly, perdóname por no darte tu tiempo, sé que lo que te dije fue muy fuerte, pero es de verdad, lo siento en el corazón.
- Yo también te quiero Aleck, pero tengo miedo.
- ¿Miedo a qué? Yo jamás te haría daño, me haces mucha falta Nazly.
- Miedo a que me ilusiones y luego me dejes por otra, miedo a dejarme llevar y que cometa un error del que después me arrepienta, miedo a sucumbir ante tus encantos.
- ¿Qué he hecho para que tengas esa opinión de mí? No pienses eso jamás, nunca te dejaré, no hay una mujer que se pueda comparar contigo, eres única y muy especial para mí, por eso te amo tanto.
- Prométeme que puedo confiar en tí.
- Te lo prometo, puedes confiar siempre en mí.
- Mira, ¿ves el cielo?
- Sí, es hermoso, hoy hay muchas estrellas.
- Tal cual es el cielo de hermoso, es de hermoso mi interior cuando estoy contigo, cuando pienso en tí, mi alma alberga un cúmulo de sentimientos, tantos como estrellas hay en el cielo, y eso sólo me pasa cuando estoy junto a tí, quiero descubrirlos todos, vivirlos juntos. Te amo Nazly.
Me enamoró aún más con esas palabras, era el chico ideal, ninguna de mis relaciones anteriores habían sido así, nunca nadie fue tan romántico conmigo como lo estaba siendo él. Sólo podía disfrutar el momento, no pensaba en nada más.
- Yo también te amo Aleck.
Nos quedamos juntos toda la noche, bajo aquel cielo estrellado y la luz de la Luna, la cual era mucho más linda esa noche. Pero ahora, nos tocaba enfrentar a los demás, contarles sobre nuestra relación, no tenía idea de cómo iban a reaccionar, pero eso era secundario, estaba al lado del chico que amaba y tan sólo con eso, era completamente feliz.