Viviendo con los playboys

Capitulo 2

- Por favor no la hagas más difícil Leticia...

- Erika, por favor, prométeme una sola cosa, no vas a tener otra mejor amiga, solo yo puedo ser la MEJOR amiga, ¿vale?

- Si, te lo prometo, pero si vinieses a verme cada vez que puedas me harías la vida más bonita... - después de decirle eso la abracé con mucha fuerza por que no sabia cuando podría volverla a ver.

Pasaron 2 días, ya era jueves, tenía que ir al aeropuerto, en estos 2 días no me separé de Leticia ni un segundo, aunque todavía sentía que necesitaba más tiempo parra despedirme de ella como se merece...

- Hija, tu vuelo está apunto de abordar, es mejor que te des prisa - dijo con una voz un poco ¿triste?

- Mamá sé que no estas triste por que me vaya así que para de hacer el ridículo, por favor. - Ya sé que no es forma de tartar a mi madre, pero se notaba que su expresión de tristeza era fingida.

- Bueno..., papá nos vemos, por lo menos sé que tu verdaderamente me echarás de menos, cuídate

Le di un fuerte abrazo y me dirigí a la zona de abordaje

Durante todo el vuelo me dormí, hasta llegar a Francia, donde en la puerta del aeropuerto me esperaba mi hermano.

- ERIKA! Te he echado mucho de menos, ¿que tal estas? ¿Cómo estan papá y mamá?

- Hola hermano, yo también te he echado de menos, estoy bien, gracias, mamá esta bastante bien y papá supongo que también... - dije sin ánimos, la verdad es que echaba de menos a mi hermano y quería pasar tiempo con él pero seguía pensando en Leticia.

Durante el viaje a casa, ninguno de los dos hablaba, cada uno estaba metido dentro de sus pensamientos y preocupaciones. Cuando finalmente llegamos me di cuenta de que era una casa enorme para solo mi hermano y yo pero no le di tanta importancia.

Mi hermano me llevo a la que sería mi nueva haitación, era muy espaciosa y bonita, hasta tenia baño propio dentro de ella. Pero habian unas cuantas habitaciones más. Mateo me dijo que iba a salir a comprar comida para preparar la cena esta noche, así que coloqué mi ropa en el armario, y me fui a dar una ducha.

Me fui al salón, estaba viendo la tele cuando se abrió la puerta, pensé que era Mateo que acababa de llegar de comprar, pero no era él, sino 4 mismísimos dioses griegos caídos del cielo. Al verlos grité pensando que eran ladrones.

-AHHHH, ¡¿QUIENES SOIS Y QUE HACEIS AQUI?! ¡¿POR QUÉ TENEIS LLAVE?!

- Nosotros vivimos aquí, princesa, ahora, ¿qué haces TÚ aquí? - dijo Marcus

- No, yo vivo aquí con mi hermano, Mateo - dije apunto de llorar, estaba muy asustada ni siquiera sabia quienes eran

- Ah, tu hermano es Mateo... - dijo otra vez Marcus

- Si, ¿acaso le conocéis? - dije con voz temblorosa

- Si , NOSOTROS vivimos con él como te ha dicho Marcus antes - dijo esta vez Bruno

En ese momento vino mi hermano

- Hey chicos, os presento a mi hermana, Erika.

- Nos acabamos de conocer, ¿porque no me dijiste que vivias con 4 chicos? - diije con voz baja para que llos no me escucharan

- Hermana, no seas exagerada, llevamos viviendo juntos 2 años, y además cada uno tiene su propia habitación y espacio así que no te molestaran.

- Su presencia es la que me molesta - dije un poco enfadada, aunque en el fondo pensaba que sería una gran oportunidad para acercarme a uno de ellos.

Mi hermano se me adelantó y dijó:

- Antes de nada, quiero avisaros, mi hermana esta P R O H I B I D A para todos vosotros así que a quien vea cerca de mi hermana de otro modo a parte de amigos se las vera conmigo, así que quedan avisados.

Vi la expresión de Marcus, estaba como desanimado, como si mi hermano le hubiese dado una mala noticia, pero simplemente no pensé que sería por esa razón

- ¿Qué te pasa Marcus? No habrás pensado en tener algo con mi hermana, ¿no? - dijo mi hermano serio

- Ay hermano, deja ya el papel de hermano protector y vayamos a preparar la cena - después de que mi hermano se girase le guiñé el ojo a Marcus y ví como se sonrojaba a lo que los demás estaban diciendo cosas como:

- Marcus, ya tiene conquista!

A lo que él contestaba:

- No es cierto, así que dejen de inventarse cosas, ella solo me guiñó el ojo, nada más - dijo un pco ¿sorprendido?




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