Viviendo de Recuerdos..!

Capítulo III. Confesión.

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Luego de decirle eso, la sujeté con mi mano izquierda en la mejilla y con mi mano derecha la tomé de la cintura y la pegué hacia mi.

Fue un besó tan inesperado pero al mismo tiempo sentía que era lo correcto y seguramente ella pensó lo mismo en su momento.

(Sí, la besé)...

Después de ese beso, entraron en juego un par de miradas por parte de ambos, donde ella miraba mis labios y yo sus ojos y viceversa. Esto se dió por algunos segundos donde no hubo ni una sola palabra.

En eso llegó mi compañero y nos encontró en esa situación tan íntima.

  • Mi compañero. ¿Qué hacen? ¿Por qué deberían estar tan pegados?

Mía y yo nos dimos rápidamente la espalda avergonzados de lo que habíamos hecho…

  • Yo. So, solo le estaba ayudando a sujetar su cabello.
  • Mi compañero. Eso no fue lo que ví…
  • Mia. Es verdad. Solo me estaba ayudando a sujetar el cabello. Yo le pedí el favor…

(Me sorprendió que Mia me siguiera la cuerda a pesar de que fuí yo quien se acercó a ella y tomó la iniciativa de besarla). Eso me dejó pensando.

  • Mi compañero. Como sea. Debemos terminar pronto. Ya casi son las 17:00 y nos tenemos que ir. Cerrarán la universidad.
  • Yo. Es verdad. ¡Terminemos de buscar el libro cuanto antes!

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Ya es tarde y mañana tengo que trabajar pero quiero seguir recordando todo… Quiero recordar mi historia con Mía Buitrago. ¿Qué será de su vida hoy día?

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Por suerte pudimos encontrar el libro que buscábamos y logramos salir a tiempo.

Era hora de irnos así que acompañé a Mia a tomar el bus pero nuevamente mi compañero nos siguió hasta la estación diciendo que él también iba para esa dirección a esperar transporte ._.

Mientras esperaba la ruta de Mia, hablamos un poco sobre futuros proyectos e ideas que se podrían llevar a cabo y que probablemente serían un éxito total.

Al final llegó el bus que esperaba Mia y era hora de despedirnos…

  • Yo. Mia, gracias por venir. Cuídate mucho. Avísame cuando llegues a casa.

(No podía verla a los ojos).

Mientras me despedía, Mia hizo algo que nunca olvidaré… Corrió hacia mí y me dió un beso, después corrió hacia la puerta del bus y mientras subía las escaleras me gritó…

  • Mia. PROCURA NO LLEGAR TARDE A CASA. QUIERO HABLAR CONTIGO ❤.

El bus arrancó y yo me quedé atontado con lo que había pasado. Solo cubrí mi cara con mis manos.

Mi compañero solo me miraba y al mismo tiempo trataba de asimilar la situación…

  • Mi compañero. ¿Seguro que solo le ayudaste a sujetar su cabello? ¿Qué fue lo que acabó de pasar? ¿Son novios? ¿Desde cuándo los amigos se besan?
  • Yo. Ya deja de preguntar tanto. ¿Más bien cuándo pasará el bus que te lleva a casa?
  • Mi compañero. Les mentí. Mi transporte no pasa por esta estación. Solo quería comprobar que ocultaban algo.
  • Yo. ¡No ocultamos nada! Ni que fuera importante para los demás si nos besamos o no.
  • Mi compañero. Al parecer te gusta y no te habías dado cuenta…
  • Yo. ¿Gustarme? Mmm. Sabes, no lo había pensado antes. Solo me siento bien con ella.
  • Mi compañero. Ja, ja, ja. Eso dice alguien que siente algo por dicha persona.
  • Yo. Mejor vámonos. Está oscureciendo.

(Pero qué molesto. De verdad que no se cansa).

  • Mi compañero. Está bien!

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Llegué a casa de mis padres y me fuí directo a la cama. Estaba muy cansado y quería recapitular la tarde tan intensa que había tenido.

Mientras estaba acostado, cerré mis ojos por un momento y solo podía pensar en ese beso…

No tenía cabeza para otra cosa. Fue tanta la emoción que no podía dejar de pensar en ella.

En eso recibo un mensaje de Mia…

  • Mia. ¡Holaaaaa! ¿Ya llegaste? Avísame, por favor.

¡Mierda! (No le dije a Mia que ya había llegado. Me dejé llevar por mis emociones).

  • Yo. ¡Hola! Mia. ¡Yá llegué! Puedes estar tranquila. Perdón por no haberte avisado. Estaba…
  • Mia. Lo sé… Estabas pensando en el beso que nos dimos, ¿Verdad?

(Pero, ¿Cómo es posible que ella sepa eso?)

  • Yo. ¿Cómo sabes que estaba pensando en ese beso?
  • Mia. Lo sé, porque yo tampoco dejo de pensar en ello.

¿Será posible que yo le guste a Mia? (Eso pensé)...

  • Yo. ¿Puedo preguntarte algo?
  • Mia. ¡Sí! Dime…

(Por alguna razón me siento tranquilo y feliz al pensar en ella).

  • Yo. Mia, yo… ¡Me gustas!

Al decirle eso, recibo una videollamada por parte de ella. Inmediatamente dejé caer mi celular de los nervios que tenía… Recojo mi celular y estando en la videollamada me pregunta…

  • Mia. ¿Qué tanto te gusto?

(Pero qué es esa pregunta). Pensé que me diría cualquier otra cosa menos eso…

  • Yo. No creo que sea normal que hoy te haya besado y que tú me respondieras de la misma forma. De camino a casa lo estuve pensando y creo que me gustas. Últimamente pienso mucho en ti y sonrío al hacerlo. Me siento bien cuando paso tiempo contigo y…




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