Vivir con fuego - Relatos de una ariana - 2021

Estas ardiendo. Es común

Enojo

No soy de las personas que están enojadas todo el tiempo, provocarme es irónicamente difícil. Aunque eso no quiere decir que no estoy preparada para la guerra en todo momento.

Me remontó a mi niñez, cada vez que algo me enojaba sentía que mi cuerpo hervía y que debía devolver ese sentimiento a otra persona. Era violenta, solía ser alguien que instintivamente golpeaba al otro y que sin reparo los miraba desde el hombro. Cuando fui creciendo, aprendí a canalizar ese fuego en mi interior.

Con 22 años de edad, si alguien me hace enojar lo más probable es que me quedé callada apretando mis puños por un momento o... hasta riéndome. Luego de calmarme, prosigo a intentar razonar con la otra persona, antes solía actuar violentamente o diciéndole a la otra persona algo que realmente le va a doler, por supuesto comprendí que eso sólo iba a causar más problemas. 

Dos momentos, dos reacciones diferentes:

La primera es cuando era niña, mi hermana no me estaba prestando atención, al contrario hablaba con sus amigas sobre mí y no eran cosas que quería que cuente, le dije que se detenga, ella no siguió mis advertencias y le tiré con un tarro que chocó en su brazo. Ella lloró y yo me fui a casa dejando el lugar.

Por supuesto, siempre sentí ese fuego y no era capaz de controlarlo, porque en el momento que llegaba y tomaba mi cuerpo por completo no me podía liberar hasta que hiciera algo. Luego, me sentía culpable, muy culpable tanto que no sabía cómo disculparme por mi reacción. 

La segunda vez que me pasó, ya no era una niña, tenía 21 años y estaba por lavar los platos cuando le pedí a mi novio (en ese momento) que me ayudé. Me enojé por lo que siguió después de eso, sólo pude controlar el fuego que estaba creciendo y mirarlo, sin creer que él se negará y encima de eso me dijera que no era su obligación. Cuando me enojó tanto, hoy en día me controló y trató de razonar con la otra persona, en el caso de lo último no funciona la dejó allí y pongo mis sentimientos a enfriar. 

No me gusta herir a los demás, pero si soy alguien honesta que te dirá las cosas. No soy buena ocultando nada y tampoco creo que eso sirva de algo. 

Podría hablar sobre la honestidad... quizás escriba de eso mañana. 




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