P1. Capítulo 4
La llamada
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Las horas pasaban volando y se perdían en un parpadeo donde el implacable paso del tiempo hacía ver estos dichosos momentos de gozo que Nicolás pasaba con sus amigos como estratos fugaces pero duraderos en su memoria. En el ambiente se sentía una calidez y seguridad increíble; para él, estos instantes hacían a su corazón bailar de felicidad atesorandolos con mucho cariño.
Esa había sido una noche por más que curiosa, donde la cosquillante sensación de mariposas revoloteando impregnaba todo el ser de Nicolás, entremezclándose con la embriaguez que inundaba el ambiente.
John (quien se había quedado completamente inconsciente) era llevado a rastras entre Nicolás, quien se sentía un poco aturdido y Kevin quien previniendo tal situación había tomado poco.
Kevin - ¿irás?
La voz de Kevin irrumpió el silencio cepulcral de la noche. "Su tono grave sonaba tranquilo pero a la vez dejaba ver su preocupación por mi encuentro con esta persona desconocida" - pensó Nicolás
Nicolás - Si, la verdad no tengo nada que perder y no me molestaría volverlo a ver - había sentenciado Nicolás sin siquiera volver a ver a Kevin
Kevin - Cuídate mucho - expresó mientras posaba su mano sobre la cabeza de Nic, su suave y reconfortante toque era como el de un padre amoroso - asegúrate qué sea en un lugar público y avísame cualquier cosa que pase, si necesitas iré a recogerte
Nicolás - no te preocupes - dijo mostrando una hermosa sonrisa - estaré en contacto
Finalmente, ambos separaron sus caminos, Kevin se llevó a John a su casa y Nicolás emprendió el camino de vuelta en soledad. Poco tiempo después, en la intimidad de su habitación Nicolás se preparaba para dormir, cepillaba sus dientes y se ponía su pijama celeste, pero mientras se desvestía sumido en sus pensamientos de borracho, sintió un objeto extraño resguardado entre el abrigo qué ahora tenía en sus manos.
Era la rosa, la misma rosa roja que había sido escogida especialmente para él por su chico... ¿Su chico?
Quizás era por la embriaguez que había empezado a pensar cosas extrañas; probablemente todo lo que recuerde de ese encuentro sea una exageración, pero las memorias seguían brotando y agitando cada vez más su confundido corazón.
Apenado Nicolás se deja caer sobre la cama y se deja llevar por la pena, realmente le había parecido muy atractivo aquel misterioso chico de presencia gélida y mirada filosa, pero que sin embargo era capaz de teñir de rosa sus pálidos cachetes y trasmitir una calidez indescriptible a través de un fino roce.
Deseaba volver a experimentar esa sensación, por lo que sin pensarlo estira sus dedos hacia la mesa de noche y agarra su celular, digita el número que muestra la tarjeta que le había sido entregada y marca...
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"No había notado lo silencioso de la habitación hasta que escuché el tono de llamada que provenía del celular. Sentía cómo mi corazón cada vez más acelerado buscaba escaparse de mi pecho, mis dedos sudaban y cuando la pregunta de ¿por qué estaba realizando una llamada? Empezó a cruzar mi mente, se escuchó una voz cansada y ronca."
Ean - ¿quien habla? - dijo de forma contundente voz al otro lado de la línea, la verdad no era extraño que se notara un poco molesto ya que eran pasadas la 1 de la madrugada ¿en qué estaba pensando?
Nicolás - H-hola, soy Nicolás, eh el chico del celular
Ean - oh así que eres tu, ¿que se te ofrece?
La mente de Nicolás estaba hecha un lio, sus pensamientos desornedados y la exaltación de aquel momento le hacían sentir mariposas en el estómago, mariposas que lo hicieron volver a conectar con la realidad despertando abruptamente de aquel aturdimiento que lo había estado acompañando
Nicolás - perdón, es muy tarde me equivoque, adiós
Ean - un momen ...
Sin previo aviso Nicolás colgó la llamada. Debia de estar loco por haber cometido aquella imprudencia, aunque una parte de él se sentía aliviada de haber recuperado sus sentidos, quien sabe que cosa le pudo haber dicho a su prínc... No, definitivamente seguía estando un poco borracho
Las constantes vibraciones en su mesa de noche a causa del incesante llamado del celular le hicieron helar la piel, desorganizando sus pensamientos y haciéndolo sobresaltar. Brillando en su pantalla un número todavía sin registrar se mostraba de forma imponente, Nicolás con las ansias invadiendo cada centímetro de su cuerpo a causa del caos que estaba experimentando terminó por contestar aquella angustiosa llamada
Ean - hasta que por fin contestas, ¿estás consciente de la hora?
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Nicolás, aquella profunda voz era realmente extaciante
Nicolás - me había puesto un poco nervioso, no quería llamarle directamente, es solo que exageré un poco con la bebida y no estoy pensando bien
Ean - Estaba temiendo no recibir tu mensaje - dijo bostezando- hay un restaurante que quisiera probar, mandame tu dirección a este mismo número y paso por ti mañana a las 7:30 pm, aún sigues interesado en nuestra cita, ¿verdad?
Nicolás - ¡por supuesto! me gustaría ir
Ean - excelente jaja, bueno entonces nos vemos-acto seguido cuelga la llamada
Nicolás quien todavía seguía con el corazón en la boca y los nervios a flor de piel no alcanzó a despedirse, sin embargo, emocionado se deja caer de espaldas en el colchón y deja fuir sus emociones. La llamada había sido muy abrupta y corta y se notaba que aquél chico era poco expresivo. ¿Cual era su nombre?
Con los ojos abiertos como platos y sus cachetes teñidos de vergüenza se incorpora nuevamente y busca la tarjeta en la mesita, al tomarla Nicolás la empieza a examinar con atención hasta que sus ojos se posan en un nombre:
𝐸𝑎𝑛 𝑊𝑎𝑙𝑡𝑜𝑛. 𝐶. 𝑂. 𝑂
Nicolás - Ean - dijo con una mirada cálida mientras posaba sus dedos encima de ese nombre - es un bonito nombre.