Volverás a ser mía

11

Kiram abre el sobre con las fotos y le toma la mano. Saca las fotos y las mira detenidamente, al final se encuentra con un sobre donde asumieron que está el resultado del peritaje que se le hizo a las fotos. Kiram lo abre y saca una carta.

—Resultados de prueba de fotos Rh068. En un exhaustivo análisis de esta foto pudimos detectar que, aunque muy bien trabajadas se le hizo un pequeño montaje en el área de las facciones del rostro del hombre. En lo demás todo en de la foto original. — Lee Kiram, así resultaron todas las fotos menos en las que el hombres salía de espalda. — Viste amor, nunca te mentí.

— Kiram, yo... Creo que ... Esto no cambia nada — dijo al fin. — ya no confío en ti y quién hizo estas fotos creo que no va a dar tregua y lo que va a hacer es que esto se vaya al infierno así que es mejor dejarlo así por nuestra salud emocional.

— No Diliana, no mi amor, no me hagas esto. Te aseguro que voy a encontrar a quién hizo estas fotos y lo voy a destruir, pero por favor, no me destruyas a mí con esa decisión.

—Kiram, ya no más— dice, se levanta del asiento para caminar hasta su escritorio. — Yo termino este trabajo y regreso a Berlín. No tiene caso que sigamos juntos.

— Diliana no entiendes que estoy dispuesto a llegar al fin del mundo por ti. No me interesa nada si no estoy contigo. —explica mientras camina tras de ella. — ¡Atiéndeme, con un carajo! — grita y Diliana se voltea para encararlo, odia que le griten.

— Escucha muy bien Kiram Aydin, ni tú, ni nadie me grita. Así que vas saliendo de mi oficina en este maldito momento, tú no eres nadie para gritarme y mucho menos en mi oficina. – escupe con su mandíbula contraída.

— Perdóname, mi amor, es que me desespera que no me escuches. Que te aferres a tus pensamientos y no te pongas en mi lugar. — su tono suplicante no le pasó percibido — mi reina escúchame, te amo con mi vida no me alejes de ti.

— Ok, Kiram ya dijiste lo que tenías que decir, muy bien ahora puedes marcharte de mi oficina. Necesito pensar, necesito estar sola. – sigue su camino hasta el escritorio, él la toma del brazo y hace que voltee pegando el cuerpo al suyo. — Kiram ...

— No Diliana, yo no te puedo volver a perder. Si eso pasa voy a morir en el intento de sacarte de mí ser. – toma su rostro entre sus manos y deposita un beso tierno en sus labios. — Los dos sentimos lo mismo porque negarlo, porque hacernos esto. —Diliana suspira, es ahora o nunca.

— Kiram... Yo... — trata de hablar, pero su voz no sale, su cuerpo le traiciona y tiembla por su agarre. Maldice por lo bajo al reconocer que su corazón le pertenece a ese hombre.

— Shi, no hables, siente, siente nuestro amor que circula por nuestras venas y nos quema. Te amo Diliana, eres la razón por la que respiro. — vuelve y pone sus labios sobre lo de ella, pero esta vez en un beso exigente al que ella responde de igual manera.

Sus labios cobraron vida junto a los de él, respondiendo con el mismo fervor. Sus manos acariciaban el rostro de la mujer mientas el trataba de pegarla más a él, si eso era posible. Un gemido salió de los labios de Diliana cuando el despegó los suyos. Pegó la frente a la suya.

— Dime qué sí Diliana, dime qué vamos a volver y que todo esto quedará en el pasado. —el corazón de Diliana le grita que no se haga mas de rogar, pues ambos se aman por encima del tiempo, pero la razón le hizo entender que para poder estar con Kiran tenía que faltar a la promesa que le había hecho a su difunto esposo.

— ¡No sé Kiram, no sé! —dice angustiada. Después de todo era mejor dejar las cosas asi como hasta el momento. Daniel no reconocerá a Kiram como padre y Kiran puede que termine enojado con ella.

— Vamos a hacer esto, si vuelve a pasar algo igual o semejante yo soy quién me alejo y no vuelvo a buscarte, pero ahora quédate junto a mí. —expone Kiram desesperado por no perderla.

— Está bien— dijo derrotada, si es cierto que ella ama a ese hombre con cada célula de su ser. — pero será la última vez. – advierte.

— lo prometo— dice levantando su mano. Diliana toma asiento en cubriendo su rostro. Tiene que hacerlo.

—Kiram, tenemos que hablar de un asunto que no puedo seguir postergando. —Kiram toma asiento a su lado, preocupado.

— ¿Qué tienes mi amor? —Diliana enfrenta su mirada, esto era algo que no podía decir sin verlo a la cara.  

—Kiram, hace quince años. ¿Recuerdas las veces en la que me entregué a ti? —este asiente—. No usamos protección en ninguno de nuestros encuentros. —El corazón de Kiram comienza a latir desesperado.

—Diliana —esta pone un dedo en sus labios para callarlo.

—Déjame terminar. Cuando me enteré ya tu habías desaparecido, mi madre se pudo histérica, sabes que mi padre es muy chapado a la antigua. Mi madre queria que me deshiciera del problema, pero yo no queria, yo amaba al fruto de nuestro amor. Mi madre quiso que le dije quien era el padre y me negué hasta que un día que me encontraba llorando en la universidad, Daniel se me acerco le conté mi problema y me hizo la propuesta. El seria el padre de mi hijo si yo prometía que no lo diría a nadie, ni a ti si aparecías. —dice limpiando sus lágrimas. Kiram está mudo, no puede ser. Un hijo fruto de un amor sincero y verdadero. Su hijo con la única mujer que ha amado en su vida. Sus lágrimas acompañan a las de Diliana. Se pone de rodillas frente a la mujer.

—Diliana, no tengo perdón de Dios. Mi vida, tú, embarazada. —toma las manos de Diliana para besarla.

—Nunca pensé en ti, en las consecuencias de nuestros actos. Si yo lo hubiera sabido, si solo hubiera tenido un poco de razonamiento. —Su corazón se rompe en mil pedazos al reconocer que nunca pensó en la posibilidad de que Diliana estuviera embarazada.

—Ya pasó, Danny fue un excelente padre con nuestro hijo y te pido que Daniel no sepa la verdad. El ama a su padre sea o no sea biológico.




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