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Dos semanas después

Pará Kiram esas dos semanas habían sido su espantosas, no saber dónde estaba Diliana lo mataba poco a poco. Los agentes de la policía encontraron el BMW donde la llevaron. Encontraron cabellos de ella, están investigando si la osamenta encontrada en su interior es la de Diliana. Gracias a un vecino de la zona que extinguió el fuego no se quemó en su totalidad. Tuvo quemaduras a nivel de no poder reconocer a la persona, pero si para hacerle las pruebas pertinentes.

Algo en su corazón le dice que no la deje de buscar, que ese cuerpo no es el de la mujer a la que ama con todo su ser. La investigación se detuvo en lo que salen las pruebas, mientras él se está volviendo loco porque mientras más tarde más peligro corre. Kiram tuvo la horrible tarea que sentarse con sus hijos y contarle lo sucedido. Tanto los niños como él están inconsolables. Gracias a Alejandro que le ha estado ayudando han permanecido más tranquilos. Han comenzado también la búsqueda de Kesha, les esta extraño que no haya aparecido aún.

—Señor Aydin el agente Rodríguez, a cargo de la investigación lo espera en su oficina. — Mira a la secretaria, se levantó para seguirla. Abre la puerta haciendo espacio para que el hombre entre.

—Gracias – dice a la mujer.

— ¿Desea algo para tomar? Agua, café, té — pregunta el agente Rodríguez, cuando Kiram entra a la oficina.

—No gracias, asi estoy bien. — La secretaria sale de la oficina brindando la privacidad que el caso requería.

—Bien, tome asiento por favor. — el Agente señala la silla frente a su escritorio.

—Gracias – toma asiento — ¿cómo sigue la investigación? ¿Ya tienen noticias?

—Lo cite para hablar sobre eso. Necesitamos que tome las cosas con calma. — le dice el Agente, los nervios de Kiram lo estaban matando.

Kiram solo pedía a Dios que el cuerpo no fuera el de Diliana, necesitaba tener la esperanza para tener un motivo para vivir. Sentía como cada minuto una parte de él moría. No podía perderla ahora que al fin se acababan de rencontrar.

—Cuénteme, estoy preparado para cualquier noticia. — mintió, estaba muriendo poco a poco.

—Ya salieron los resultados de las pruebas que le hicimos al cuerpo encontrado y del peritaje que le hicimos al auto. – Kiram asiente — Efectivamente fue el BMW en el que raptaron a la Señora Ovalle. – en ese momento el mundo de Kiram se fue abajo. — pero el cuerpo que se encontró no era el de ella, peor aún, el cuerpo es de la madre de su hijo Alejandro Aydin, es el de su exesposa Kesha Moretti. — en ese momento Kiram no supo cómo sentirse si bien había perdido a Dios que no fuera Diliana tampoco le deseaba ese final a la madre de su hijo.

— ¡¿Que?! — preguntó sin creer lo que escuchaba — ¿Qué tiene que ver el secuestro de Diliana con Kesha?

—Déjeme terminar señor Aydin. El cuerpo que se encontró no murió por el incendio ya llevaba varias horas muerta. Murió de un tiro en el pecho y en la frente., — concluye el Agente a cargo de la investigación.

— ¡Oh, mi Dios! – exclama el hombre aún sin poder creerlo — ¿Como fue a pasar esto? ¿Como le digo a mi hijo que su madre está muerta e involucrada con el secuestro de Diliana? – se pregunta en voz alta.

—Aun no tenemos idea cual es la relación con el secuestro. Lo que si le puedo asegurar bajo mi experiencia es que quisieron utilizar el cuerpo de su exesposa para cubrir rastro. Active a los agentes para que reanuden la búsqueda de la señora Ovalle. Encontramos cabello de ella en el auto y pudimos identificar que ella sí estuvo en él. Marcamos el perímetro y vamos a comenzar por ahí.

—Gracias por todo. — dijo extendiendo su mano hacia él. — Agente Rodríguez cualquier cosa que se presente no dude en llamar sea la hora que sea.

Kiram sale de la oficina un poco más tranquilo. Caminó hacia la salida y me monto en su auto. De camino va pensando cómo le va a decir a Alejandro lo de la muerte de su madre.

 ¿Quién será la persona que está haciéndonos tanto daño? – piensa.

Llegó a su casa encontrando a los chicos. Ya que desde que Diliana desapareció Kiram ha cuidado de ellos acercándose mas al fruto de su amor. Daniel ha demostrado ser un chico muy inteligente y seguro a pesar de solo tener quince años ha sido fuerte ante la adversidad que atraviesan.

—Les tengo buenas noticias chicos. Reanudaron la búsqueda de su madre. Pronto la encontraran y regresara con nosotros. — dijo con alegría a Daniel y Fabio. —  Ale tenemos que hablar, acompáñame a mi oficina. – su rostro le hizo saber al adolescente que algo no andaba bien.

—Claro, vengo ahora chicos. — dice cediendo el control del play a Daniel.

Entraron a la oficina, tomaron asiento. Kiram no sabe cómo empezar a contarle, pero el joven interrumpe sus pensamientos.

—Dime papá, ¿Que paso? Tú solo te pones así cuando no sabes cómo decirme algo. – comenta el chico demostrando lo bien que conoce a su padre.

—Perdóname Ale – no encuentra las palabras adecuadas para decirle a su hijo lo de su madre.

— ¿Qué te perdone, pero porque? – pregunta confundido.

—Ale no es como decirte esto. – pasa su mano por su cabello.

Dilo sin dar tantos rodeo papá. Por favor bastante tenemos con lo del secuestro y todo esto. – dice ya preocupado el adolescente.

—Bueno, hay voy. El cadáver que encontraron en el auto no era en el Diliana.

— ¡Gracias a Dios! – exclama el chico que ese poco tiempo le ha tomado un gran cariño ya que esta se ha comportado como una verdadera madre con el sin hacer distinciones entre los tres.

—Era el de tu madre. – Kiram lo mira con tristeza — No sé cómo o porque, pero alguien la mató y la puso ahí para hacernos pensar que era Diliana y borrar huellas.

— Pero ¿cómo? — pregunta llorando — Mi madre no era mala. Estaba obsesionada contigo, sí, pero no le haría daño a nadie. – a Kiram le dolía ver y escuchar sufrir a su hijo.