Volverás a ser mía

16

En la casa de Kiram todo estaba en calma, esperaban noticias de los agentes e investigadores, todo decían lo mismo, es como si se la hubiera tragado la tierra. Estaban en el comedor cuando suena el móvil de Daniel. El chico contesta al ver que es número privado.

— ¿Quién es? — le pregunta Kiram a Daniel cuando vio su cara de impresión.

—Era mi madre, mi mamá me llamó. — dijo sin creerlo aún.

—Que te dijo, habla. — dice tomando el teléfono que aún tenía en la oreja.

— ¡Maldita! Solo me querías traicionar. —  Kiram escucha hablar a Charlie, la abofetea tan fuerte que lo pudo escuchar. — No vuelvas a tratar de pasarte de lista. Te ganaste no comer por el día de hoy. — se escucha cuando recoge el celular y lo apaga.

—Maldito, como no lo pensé antes. – musito Kiram — El maldito de Charlie es quien tiene a Diliana. Lo voy a matar con mis propias manos. Lo voy a hacer pagar por todo el daño que nos ha hecho. 

Llama al agente Rodríguez informando la nueva información. Llamó también al investigador privado para también contarle. Alguno de los dos va a encontrarla. La ilusión se apodera de su corazón y la esperanza vuelve a su alma.

Al día siguiente el agente Rodríguez le recomienda que llame a Charlie para contarle sobre el secuestro de Diliana. Se dispuso a hacerlo. Escuchó como suena el teléfono del traidor de su examigo.  

—Hola, hermano esa rareza. —la rabia corre por las venas de Kiram, pero se tiene que morder la lengua para no decirle sus tres verdades—. Desde que Diliana apareció tu no me procura. – Charlie suena convincente, si ya no supieran que la tiene él, de seguro le hubiera creído su indignación.

—Te necesito Charlie. – Kiram entra al papel de víctima, fingiendo una voz triste. Aunque por dentro lo único que quiere es matarlo.

— ¿En qué te puedo ayudar? — pregunta extrañado.

—Estoy destrozado no se si ya te enteraste del secuestro de Diliana y la muerte de Kesha. Todo me ha pasado junto. Te necesito conmigo como en los viejos tiempo. —  fije llorar.

—No voy a poder acompañarte, hermano — dice y Kiram siente como la sangre le hierve. — Estoy de viaje. Yo regreso la semana que viene espero que la encuentres pronto. — concluye apagando su teléfono. Kiram tira el celular al sillón. Mira al agente con la esperanza que lo pudieran ubicar.

—Salió perfecto señor Aydin ya van patrullas para el lugar donde se encuentran.

— Se montan en la patrulla del agente mientras Kiram llama a Alejandro explicándole la situación. Él va a ir con el chofer buscar a Daniel y Fabio para esperarlos en la casa. Él ya ha contratado seguridad extra para los chicos. Esta vez no va a permitir que le suceda algo a ninguno. Van por el camino que parece eterno. Kiram va sumido en mis pensamientos mientras escucha al agente a cargo dar órdenes.

 

******

—Hola preciosa, ¿A qué no sabes quién me acaba de llamar? — pregunta Charlie entrando en la habitación.

— ¿Quien? — pregunta desinteresada, pero debe seguirle la conversación, aun le duelen los golpes del día anterior.

—Tu amorcito – dice Charlie mirando la reacción de la mujer.

— ¿Kiram? ¿Qué te dijo? ¿Ya te descubrió? ¡Contesta! — grita dándole puños en el pecho.

—No princesa, me pidió ayuda para encontrarte. El muy ingenuo no sabe nada.

— ¿Como que te pidió ayuda? —pregunta desconcertada.

—Está desesperado, me llamo para que lo ayude con tu búsqueda. Claro que me negué con la excusa que no estaba en el país.

—Te Odio, porque no me sueltas de una vez. No te voy a amar nunca. —escupe con desprecio.

—No digas nunca, amor mío, porque en mis planes está hacerte el amor hoy mismo. Me siento tan feliz en saber que no tienen ni la menor idea de donde buscar que me excita. Necesito tenerte entre mis brazos, ya. —Diliana siente que su cuerpo se estremece de miedo.

—Ni lo sueñes. Ni en tus deseos más lejanos yo seré tuya. —escupe envalentonándose nuevamente.

—Ven acá — dice caminado hacia ella mientras va retrocediendo.

—No me toque. No te me acerques.

—Ven vamos, sé que me deseas como yo a ti. — siente como choca con la pared en su espalda. — en las noches cuando te tocó, tu piel responde a mí.

—Nunca, en tus sueños

El agiliza el paso y la acorrala entre la pared y sus brazos. Toma su rostro en sus manos intentando darle un beso. Diliana aprieta los labios y le da una patada entre sus entrepiernas.

Sale de su agarre y corre al baño poniendo pestillo. Escucha como le grita que salga del baño o derriba la puerta. Ella no le hace caso. Sentía como pateaba la puerta, pero ella hacía presión para que ella no abriera.

—Señor tenemos problemas— escuchó uno de sus matones.

— ¡Ahora no! – grita tratando de abrir la puerta — Tengo que sacar a esta perra del baño. Le haré pagar su golpe. — se escucha enojado.

—Es urgente, la policía está acercándose.

— ¿Qué dices? ¿Como que se está acercando?

—Nos avisaron que 5 patrullas de la policía vienen en nuestra dirección.

— ¡Maldición, ahora no! —exclama— Activa a todos los hombres que den batalla. Para que no logren entrar. Mientras yo trato de sacar a la maldita mujer del baño. — da órdenes mientras Diliana se sujeta fuerte de la puerta.

Se escucha la sirena de la policía seguido de tiros. Mientras Charlie sigue intentando abrir la puerta.

—Señor estamos perdiendo hombres. Necesitamos un plan nuevo. —dice el hombre asustado.

—Prestarme tu arma. — dice Charlie — está maldita no va a salir, pues yo voy a destruir la puerta a tiros.

Cuando escucha eso Diliana se aleja de la puerta escondiéndose dentro de la bañera. Escucha los tiros resonar en la puerta del baño y se agacho. Él entra sacándola del baño por el cabello llegando a lado de la cama, seguido de una bofetada que hace caer en la cama.




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