Aún recuerdo esa sensación...
Esa sensación de estar flotando...
No distinguía si estaba elevándome o descendiendo... pero, la paz que sentía mi cuerpo... esa paz... era inexplicable.
No veía nada más que oscuridad... aunque... de ella se desprendía cierta luminosidad blanquecina.
No distinguía si estaba elevándome o descendiendo... si me acercaba a la luz, o me alejaba.
No lo pensaba demasiado en realidad... esa clara tonalidad que aparecía en medio del inmenso vacío, me hacía sentir... libre.
Y eso... es lo más cerca que llegué a estar del paraíso.
"¿Quién soy?". "¿Hacia dónde voy?". "¿Por qué yo?".
Esas eran preguntas que valían la pena hacerme... bueno, si tan solo hubiera recordado hacérmelas.
No distinguía si estaba elevándome o descendiendo, pero que más daba?
La luz no me cegaba y la oscuridad no lograba abrumarme. No estaba cansado, pero tampoco me sobraba la energía.
Solo... existía.
Es por eso que cerré los ojos, deseando que todo se volviese silencio... una vez más.
Pero desperté...