Voz que clama

Soldado Silenciado

¡Cómo han caído los valientes en 
Medio de las batalla, Han perecido 
Las armas de guerra! 2S.1:27.

Cuando pensamos en un soldado, lo imaginamos valiente, abnegado, ejemplo de valor y honor.

Pues ¿Quién sino ellos renuncian a todo para luchar por su patria y por su familia?

Pero pocas veces se forma en nuestra mente la imagen de ese soldado que en medio de la batalla siente temblar cada fibra de su ser, cuando ve cayendo a sus compañeros uno a uno, cuando las municiones se van acabando, retrocediendo porque el enemigo no para de avanzar.

Ese momento en el que se pregunta si tomó la decisión correcta al decidir marchar a la guerra.

Aunque esa situación no es extraña para nosotros, sino más bien una muy familiar. Una que vivimos muchas veces a lo largo de nuestro peregrinaje aquí en la tierra, cuando parece que sentimos todo el peso de la cruz sobre nuestros hombros, cuando las burlas y maldiciones de los que nos rodean resuenan más fuerte, cuando miramos a nuestro lado y parece que todos nuestros camaradas nos han abandonado, cuando alzamos la mirada al cielo, y como el Maestro no podemos más que clamar: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? MT. 27:46.

Pero solo se escucha silencio, no hay respuesta, no hay justificación a lo que estamos pasando, y deseamos que agradará a Dios quebrantarme; que soltará su mano, y acabará conmigo. Job.6:9.

Por algún tiempo intentamos resistir, tratamos de convencernos que todo irá bien, pero los golpes del enemigo son más fuertes, este soldado está sintiendo la debilidad, el cansancio está haciendo estragos en su alma.

Este soldado opta por tirar a un lado su arma, y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré en su nombre… Jeremías. 20:9.

Pero ¿podemos simplemente callar? ¿Ser egoísta y negarle al mundo alguien que le lleve las buenas nuevas MT. 16:15? ¿Podemos simplemente darle la espalda y decir: no le conozco, mientras él nos mira con ojos de dolor Lc.22:61? ¿Podemos vivir una vida sabiendo que no fuimos capaces de presentar nuestro cuerpo en sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios. Ro. 12:1?

Acaso ¿han caído los valientes? ¿Dónde están los valientes en las iglesias?  ¿Dónde están los valientes de Dios? ¿Dónde han quedado esos hombres tan llenos de Dios que pusieron el mundo de cabeza, que incendiaron naciones enteras con el fuego del Espíritu Santo?

Soldado. Levanta tus rodillas paralizadas y te alumbrará Cristo Heb.12:12. No seas un hombre más, un soldado sin nombre, sin gloria. Solo puedes ser un soldado de honor que lo entrega todo, o  un soldado caído que ha pasado a las moradas eternas.

 



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En el texto hay: reflexion dios jesus

Editado: 21.04.2020

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