Capítulo 19

Wallas

Era uno de esos momentos en que requería quedarse callado

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Una semana antes...

Aprieto los puños tan fuerte que me duelen mis propias palmas.

- Hit dices tonterías - respondo calmado

Lo que mamá menos querría es que tengamos una pelea por una chica común.

- ¿No me crees que la folle? - sisea

Se pasa la mano por su cabello. Tardo en darme cuenta que hago lo mismo.
Manía de los Winston en realidad.

- La parte del sentimiento mutuo - intento sonar neutral pero flaqueo

Ríe:- ¿Me dirás que no te gusta?

Niego.

- Vamos Wallas, veo como te mira, y tú a ella

- ¿Qué sabes tú de las miradas si nunca miras a nadie? - le espeto a punto de ponerme furioso

Se pasa las manos por el cabello. Entra en pánico, lo sé.
Cuando éramos niños Hit también se desesperaba cuando se le perdia algo o cuando no queria ser castigado.
Su escena me es tan familiar que no dudo en apartarme un.

- Eres mi hermano menor, vienes a mí a decirme ideas locas como que me gusta - él me escucha - ¡¿Qué importa si es cierto?!

- La verdad duele - musita mi hermano

Su rostro está pálido, sus ojos han perdido brillo y se siente abatido. Exhausto de pelear conmigo.

- ¿Qué verdad?

- Te gusta, Wallas, sino no te hubieras molestado a pedirme explicaciones sobre lo que hice con ella

- Vale, supongamos que lo estoy ¿Porque afectarte? - cuestiono mirandolo con insuficiencia

Temo que su respuesta sea la que creo que será.

No cometas un error Hit.

- ¡Me gusta! ¡Wallas, ella me gusta!

Lo miro con asombro. Algo en mi corazón se despedaza. No quería que dijiera eso porque en el fondo, él tenía razón.

- ¡Es la primera chica que me atrae como algo más! - se le corta la voz

- Tienes a miles en tu palma ¿Porque no dejarla sola? -/espeto sin que note que me molesta

- ¿Y tú? - desvío la mirada - ¿Me dirás que tú no? - se humedece los labios - te follas a Sheryl, también tienes a tus concubinas personales. Déjame a Emma

- Hit

- Me gusta Emma

Trago saliva. Ahora me arrepiento el haberle preguntado. Siempre cometo tonterías.

- Somos hermanos, familia, prometimos no pelear por un chica nunca

- Yo no estoy peleando -/respondo

- Pero te gusta, y te niegas a alejarte. Para mí, eso es la guerra

Lo  fulmino con la mirada.

- No tiene sentido seguir hablando de eso

Intento darme la vuelta pero él pone su mano en mi hombro deteniendome.

- ¿Acaso eres cobarde?

- No es eso Hit, simplemente es un tema sin importancia para mí

Asiente, lo medita y suelta el agarre.

- ¿Entiendes que no podrás acercartela?

Enarco una ceja incrédulo.

¿Qué?

Intento digerir sus palabras pero no puedo ni procesarlas.
¿Sabrá él lo ridículo que sonó pidiéndome eso?

- Jodete Hit

Entonces siento un dolor inconmensurable, y me doy cuenta que mi hermano me ha propiciando un puño en mi rostro.
Retrocedo por inercia. Su mirada desprende rabia y siento que soy yo el causante de esa tenpestad.

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La bella actualidad....

Me levanto de la cama. Un terrible dolor estomacal me ataca y voy a socorrer a mi cuerpo que pide comida a gritos.
No me encuentro a nadie en la cocina y me decepciona un poco.

Termino mi merienda y subo las escaleras. Intento ser silencioso pero una voz proveniente del cuarto de mi hermano me interrumpe. En otros tiempos me hubiera importado una mierda pero la voz es la que me hace detener. Más bien la poseedora de aquella voz.

- ¿Dónde has estado? - le pregunta ella

- En un sitio

Mi hermano.

¿Qué mierda? ¿No había ido a pasar tiempo con papá?

- Creo que me tengo que retirar

Y me hago a un lado al cabo de unos minutos la rubia sale de la habitación cabizbaja.
No quiero verla.
Veo como se aproxima a mi habitación.

Vale Wallas...

Ella ingresa y soy el siguiente en hacerlo, no la encuentro así que supongo esta en el baño arreglando las cajoneras.

Cierro la puerta.

De repente ella aparece con toallas en sus brazos.
Sus ojos es tan estáticos. Sus labios entre abiertos y su cabello rubio amarrado.