Dominique:
Ambos salimos de los vestuarios del campo de juego, Kalín esperó por mí pues todo mi uniforme estaba completamente sudado y embarrado por el juego, debía cambiarme con urgencia.
— Excelente juego Dom —felicita mi hermano rodeándome con uno de sus fuertes brazos.
— Que te puedo decir... soy INIGUALABLE —ambos reímos por mis palabras— además mi bate de la suerte tuvo mucho que ver —digo enseñándole aquel objeto ganándome una cariñosa sonrisa de su parte.
Éste bate fue un regalo de Kalín cuando empecé a jugar profesionalmente, desde entonces no lo he cambiado por ningún otro y se ha convertido en un gran tesoro para mí.
Hoy fue el primer juego de la temporada de béisbol, y llevábamos 10pts. de diferencia con los de Houston, fue un gran partido, este año debo esforzarme al máximo ya que es mi último en el equipo.
— ¿Sabes algo de papá? —cambio de tema algo triste.
— Aún no ha llamado, debe estar ocupado ya sabes, no tienes que preocuparte —acaricia suavemente mi espalda en muestra de apoyo.
—Claro que debo preocuparme —suspiro— hace meses debía haber llamado, solo espero que esté bien, tengo un mal presentimiento —confieso.
— Tranquila, además se supone que en cuatro días el estará aquí —sonríe— mejor vamos por tu pizza de la victoria —decide cambiar de tema y se lo agradezco con la mirada.
Entre risas y trivialidades ambos nos dirigimos a nuestro lugar favorito, ambos amamos y ya es una tradición cenar en Paty Pizza's cada vez que celebramos algún momento importante.
Entramos y nos ubicamos en la mesa de siempre, al fondo al lado de la ventana.
— Y dime, ¿iremos a cazar con papá este verano? —pregunto mientras llevo un trozo de pizza a mí boca y con la otra mano bajo mi bate de la mesa.
— Aun creo que no deberías saber manejar un arma —dice divertido— ¿qué me pasará a mi cuando te enojes?
Papá desde que tengo memoria ha estado obsesionado en que ambos sepamos cómo sobrevivir en la naturaleza y nunca nos hemos impuesto por que nos gusta, además ahora tenemos una muy buena puntería con cualquier arma, somos bastante buenos en combate cuerpo a cuerpo y todo lo que conlleva poder sobrevivir.
— Idiota —suelto una suave risita.
— Éste año también podríamos ir al campamento de verano con mi equipo, les gustará que vayas, además casi todos los veranos tenemos esos obsesivos cursos de supervivencia con papá —se encoge de hombros.
Hasta me atrevería a comparar sus cursos con un campamento militar, es una locura.
Kalín siempre ha jugado béisbol al igual que yo (es como una tradición familiar, a Josh le tocará cuando crezca), pero solo te dejan competir en las universidades hasta los 24, los que jugaban con él nunca han dejado de ser amigos y cada año eligen algo que hacer para reunirse y poder divertirse.
— Esa es una buena idea —digo con la boca llena— eso de tener que trabajar en equipo contigo para poder sobrevivir no es de mis cosas favoritas —digo en forma de broma.
— Se una dama por el amor a Dios —exagera moviendo las manos de manera indignada– bueno, al menos así no tendré que preocuparme en protegerte de cada bastardo que se te acerque —levanto una ceja mientras lo observo— solo debo mostrarle una foto tuya comiendo —ríe— y sobre trabajar en equipo contigo... sabes perfectamente que "sin mí, no sigues".
— Cállate —exclamo dándole un manotazo en la cabeza ignorando su último comentario porque tiene razón, Kalín es la persona más importante en mi vida y somos hermanos, un equipo, crecimos juntos, vivimos juntos hasta en grandes, y fuimos entrenados para sobrellevar las cosas juntos.
— Josh debería estar con nosotros.
— Papá lo dejó con la Tía.
— Lo sé —dejé la pizza en el plato— pero somos sus hermanos, se supone que siempre deberíamos estar con él, tengo miedo de que… piense que lo culpamos de todo.
Subieron el volumen de la televisión.
Las desapariciones son el menor problema actualmente, la enfermedad que está sacudiendo el país es nuestro principal tema hoy en día, los hospitales tienen prohibido darnos información sobre el tema, por lo que los disturbios son las consecuencias, la única información que la policía nos comunicó es que: todo estará bien y que se mantengan todos en sus casas, si tienen fiebre y sudor constante deben acudir urgentemente a su centro de salud más cercano. Las ciudades más afectadas son:
New York, Georgia…
El sonido del celular de Kalín nos sobresalta.
— Es papá —informa sosteniendo el celular con su mano libre de pizza.
— Pon el alta voz —el asiente y pone el celular sobre la mesa aprovechando que todos atienden a la televisión.
— Kalín, ¿está tu hermana contigo? —se nota bastante nervioso.
— Si papá, yo igual estoy aquí —contesto por mi hermano.
— Bien, escúchenme con atención los dos, New York ha caído, los noticieros no hablan de lo que en verdad sucede, la milicia, hospitales y gobierno no pueden hacerlo—¿a qué se refiere con "ha caído"?— junto a varios científicos y sobrevivientes estamos siendo dirigidos a Atlanta, en ese lugar y en Portland se están habilitando puestos de refugiados por ahora protegidos por la milicia, quiero que vayan hasta ahí, lleven suministros de supervivencias en las mochilas que usamos para ir a acampar —¿refugiados?¿militares?¿Atlanta?— por favor protéjanse entre ustedes, lleven consigo la pistola que está en el baúl del sótano, también lleven cuchillos y... corran, por favor no dejen que ningún muerto los atrape, ataquen a la cabeza y solo si es necesario disparen —las fuertes y nerviosas respiraciones que emite su cuerpo a través de la línea telefónica no hacen más que asustarme, eso sin mencionar el ruido que se escucha de fondo— los amo, díganle a Josh que lo amo —la línea se cortó.
— Que mierda...? —decimos al mismo tiempo mientras nos observamos con los ojos bien abiertos tratando de buscar las respuestas que necesitamos en la mirada del otro.