Mi cabeza dolía, pero poco a poco podía adaptarme a la luz.
De pronto, cuando estaba tratando de orientarme todos los recuerdos golpearon mi mente en un parpadear.
Me senté tocando rápidamente mi vientre.
— Despertaste.
Volteé encontrándome a Carl sentado con sus historietas al lado de mi.
— Carl, ¿Qué pasó? ¿Mi bebé está bien? —pregunté desesperada, pero me interrumpió.
Tenia una gran sonrisa en su rostro.
— Sí, estas bien. Hershel dijo que le avisara cuando despertaras.
Se levantó me dio un beso en la mejilla y sin perder tiempo desapareció.
Parpadeé unos segundos sobando mi pancita ¿Dónde está Mus?
— Pequeña.
Al sentir pasos acercándose desvié la mirada encontrándome con Dale y Hershel.
Estaba muy nerviosa.
— Dime que todo está bien.
Fui bastante directa. Necesitaba estar tranquila, pero mi voz quebrándose no ayudaba mucho.
Silencio.
— ¡Hershel!
— Tienes 5 meses de embarazo Dominique, casi 6, nunca vi que tomaras vitaminas que en estos tiempos son necesarias para un embarazo sano, eso sin mencionar que estuviste luchando y esforzándote como si nada pasara —frunció el ceño mientras Dale se encargaba de poner en mi espalda la almohada que me trajo— Golpeaste tu vientre fuertemente tres veces contra el suelo. Perdiste mucha sangre, pero por algún milagro no sufriste un aborto. No te aseguro nada, pero debes cuidarte demasiado.
Mi corazón cada vez se hacía más chiquito y mis ojos se llenaban de lágrimas. Tenia razón, he tratado de ocultarlo volviéndome una persona imprudente.
— Deberías hablar con el grupo —Dale también tenia razón— El concejo se reunirá en minutos.
Hice el amago de levantarme logrando que mi espalda doliera horrores.
— No puedes levantarte —me regañó Hershel.
Pero debí haber dado tanta pena que termino aceptando con la condición de que sería cuidadosa. Tenía un embarazo de alto riesgo.
Se retiraron.
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Caminé con miedo y sujetando la venda de mi espalda. No quería enfrentarlos, mas bien enfrentarlo porque sabía que él estaría ahí, pero debía hacerlo.
Abrí lentamente la puerta encontrándome a todo el concejo reunido, no habían notado mi presencia.
— Patrick estaba bien y murió en la noche, ¿dos personas murieron tan rápido? Debemos separar a todos los que han sido expuestos —Sasha.
— Somos todos nosotros, tal vez más —Eduardo y Elena dijeron eso al mismo tiempo.
Una sonrisa escapó por mis labios ante el recuerdo de Kalín. Nuestros amigos aveces se asustaban por lo tan coordinados que llegábamos a ser sin ser siquiera gemelos.
— Sabemos que esta enfermedad puede ser mortal. No sabemos que tan rápido se propaga. ¿Alguien más tiene los síntomas? —Hershel.
— No podemos esperar, hay niños... y una embarazada —Carol. Lo ultimo lo dijo casi en un susurro inaudible y con precaución— Si alguien muere se vuelve una amenaza.
— Necesitamos tener un lugar, no puede ser el D. No podemos arriesgarnos a limpiarlo.
El bloque D fue donde pasó todo.
— Hay que llevar a todos los enfermos al bloque A.
Intervení provocando que todos me miraran.
Ese era el lugar que según entendí despejaron para los presos que encontraron aquí antes de que yo llegara.
Hubo un silencio que logró ponerme nerviosa y algo incomoda.
Quería hablar sobre mi embarazo con ellos, pero aún había un asunto algo más importante que resolver. Que ni piensen que no me meteré.
— Deberías estar descansando —Glenn. Daryl se mantuvo mirando la mesa.
Bueno ya sabemos que todos están al tanto de lo que me pasó en el baño y que estoy embarazada.
A pesar de todo lo que pasamos desde que llegué igual me importaba lo que el cazador pensara, casi que me moría porque siquiera me mirara por un segundo.
Había aguantado tanto tiempo con mi chaqueta militar aunque me muriera de calor que me la quité y la colgué en el espaldar de la silla en la que me sentaría. No me importó que vieran mi vientre.
— Soy parte del concejo ¿no? También es mi deber cuidarlos a todos. Hay que llevarlos al bloque A —vi a todos posar su mirada en mi vientre sin creerse cuanto tiempo lo oculté. Glenn estaba por hablar, pero no lo deje— ya sé que es el corredor de la muerte, pero es mejor que nada.
— Bien, veré de convencer al Dr. S y ayudarlo a instalarse.
Hershel habló ante el silencio y atención de todos.
Asintieron y empezaron a levantarse, apreté fuertemente los párpados.
— ¡Esperen! yo... les debo una explicación.
Daryl empezó a levantarse de nuevo.
— Daryl. Por favor siéntate.
No sé porque termino obedeciendo, pero miré a todos y suspiré dedicándole una débil sonrisa a Dale antes de continuar.
— No les conté todo lo que pasó cuando me fui —me interrumpió rápidamente.
— Sí, te faltó la parte en la que te revolcabas con el que se te pusiera en frente ¡cuando yo estaba aquí angustiado y esperándote como un imbécil! —espetó.
Mis labios se apretaron en una fina línea.
— Daryl —lo retó Carol.
Ella solo me dedicaba una comprensiva mirada, Carol siempre a tratado de protegernos a todos y comportarse como una especie de madre para los demás, sobre todo con los que estamos desde el inicio.
Llené mis pulmones de aire para no quebrarme. Ni si quiera pude levantar la mirada y verlo a la cara de nuevo.
Sentí la mano de Eduardo apretando la mía.
— Es de Troy, el hijo mayor de Jeremiah —apreté fuertemente los ojos nuevamente, nunca lo había hecho tantas veces en un mismo día, no quería llorar— Esa horda no llegó por casualidad aquel día en el rancho. Estaba loco, inestable y la manipulación por parte de Madison lo llevó al límite. En la noche llegó a decirle a Nick que todos pagarían por lo que me hicieron, él me quería —susurré las últimas palabras como si se tratasen de un pecado— Nick llegó corriendo a mi casa a contármelo; en la mañana fui a ver de qué trataba y me encontré con esa horda a pocos kilómetros. Le dije que debíamos irnos, dejar que llegaran al rancho por su cuenta y que escapáramos antes de que sea tarde, le dije que debíamos ir por Mus a mi casa, le pedí que alistara algunas de mis cosas; corrí a la casa de los Clark advirtiéndoles de lo que venía hacia aquí, aunque no me caía Madison.... sus hijos sí, y ellos me lo pidieron, me rogaron. Y yo no quería en mi conciencia la muerte de nadie más, de ninguna persona inocente... —aunque no había respirado mientras les contaba, contuve el aire en mis pulmones un momento más antes de soltar lo siguiente— Me acosté con él. —parpadeé varias veces para reincorporarme y no volver a mencionar lo que hice con Troy— El rancho tuvo tiempo de movilizarse y bloquear el paso, funcionó al principio, pero luego terminó cayendo, eran demasiados muertos y nada sirvió, muchos murieron, y mientras corría nuevamente lejos no volteé atrás no quería recordar nada, pero sé que otros también lograron escapar y salieron con vida —suspiré recordado las palabras de Andrea— Yo también traté de salvar a todos.