Salieron al amanecer.
Al parecer a Len no le fue muy bien.
— ¿Quieres? Es licor casero, lo más sencillo de hacer con pocos ingredientes.
Daryl aceptó y tomó un gran trago.
Joe veía algo más en Daryl, algo que le serviría. El ballestero era el tipo de hombre que pertenecía a su grupo, a los suyos.
Y el cazador solo quería evitar recordar. ¿Qué mejor que un buen trago?
— No me había emborrachado en el amanecer desde que el mundo se vino abajo.
— ¿Desde que el mundo se vino abajo? Nunca lo vi de esa manera —contestó Joe— para mi las cosas, finalmente se empezaron a reorganizar. Al menos para tipos como nosotros. Vivir así sobreviviendo, lo hicimos siempre ¿no es cierto?
Posiblemente fue lo único que logró tener sentido para Daryl.
Continuaron con su camino un poco más hasta subirse a las via. Hasta que el cazador se detuvo, hubo algo que le llamó la atención, algo que le produjo intensos recuerdos.
Un cartel que marcaba las rutas del tren.
Fue cuando por fin se permitió recordar y pensar en lo que dejó atrás. Recordó el momento exacto cuando Dominique dijo que encontraran las vías, fue como un deja'vu que lo iluminó y lo hirió al mismo tiempo. Y ahora estaba sobre ellas, las vías a las que dijo que corrieran, lo gracioso es que él no llegó allí porque las estaba buscando, más bien las vías lo encontraron a él.
Y un recuerdo más. Ella no estaba aquí.
— ¿Habían visto más de estos?
Joe observó.
— Si. Son mentira —se encogió de hombros— no existe Terminus... un lugar seguro. A tipos como nosotros no nos reciben con los brazos abiertos.
Siguió caminando y Daryl se obligó a seguirlo.
— ¿Vamos allí?
— ¿Ahora preguntas? —la curiosidad de Joe era entendible porque a Daryl no le a interesado mucho a donde fueron a parar, mucho menos por donde iban. Solo caminaba.
— Así es.
De todos modos no la pensó mucho en contarle cual era su destino.
— Hace unos cuantos días estábamos en una casa, despreocupados...
Daryl lo escuchaba atentamente.
— Una hija de puta estaba escondida en uno de los cuartos. Asesinó a un colega, Harley. Y dejó que se convirtiera. Harley nos atacó y cuando acabamos con él, los ladridos de un perro nos guiaron a una habitación. Bajamos descubriendo que mientras el muerto y el perro nos distraían ella mató a otro de los nuestros y se llevó sus cosas de la planta baja. Lo curioso es que días después pasó algo similar, pero esta vez fue un hombre quien mató a Lou —Daryl frunció el ceño— los rastreamos hasta las vías y un cartel de esos —señaló el que Daryl estaba observando hace segundos— supongo que son del mismo grupo.
— ¿Les vieron el rostro?
— Sabemos que lleva ella, su arma, sus cosas, y Tony vio el rostro del pedazo de mierda. Suficiente para saldar cuentas.
●●●
— ¿Creen que esté viva? Digo... es Dominique.
Michonne suspiró y Rick pensó mucho antes de contestar.
— Acababa de perder un bebé Carl, supongo que lo emocional supera al dolor físico.
— Es que tu no la viste, ella estaba... ida en cierto modo, era como si no se acordase o diera cuenta de lo que le había pasado.
Observó el fuego.
— Necesitaba tiempo para asimilarlo Carl —dijo Michonne.
Él hizo una mueca.
— Ese no es el punto, si no, el que ella haya podido salir de allí. No solo ella, Daryl, Glenn, Maggie, Beth, Sasha, Tyreese, Bob... todos.
Rick miró directamente a su hijo.
— Mencionaste que ella dijo que corrieran hacia las vías. —el joven Grimes asintió— Si alguien salió con vida, lo encontraremos cuando lleguemos a Terminus...
Una voz lo interrumpió.
— "Pobre de mi". Te equivocaste idiota....
— ¿Me escuchaste? Te equivocaste idiota. Hoy es el día del juicio señor —estaban rodeados. Su voz fue suficiente para que Rick los reconociera— ¿Quién me acompaña en el conteo? —se rió— 10 Mississippi, 9 Mississippi, 8 Mississippi...
— Joe —Apareció de entre el bosque. Jamás pensó que se encontraría con quienes acababa de ver— Espera.
Ahí Daryl agradeció haber vuelto.
— Me detuviste en el 8, Daryl.
El cazador se fue acercando lentamente. No sabía que hacer, pero trataba de ganar tiempo.
— Espera un segundo.
— Esta gente mató a Lou, no hay nada de qué hablar. —dijo uno de ellos.
El asunto es que ahora tenemos todo el tiempo del mundo —contestó Joe— Di lo tuyo, Daryl.
Sabía que no podría hacer mucho, él conocía a este tipo de personas, pero al menos debía intentarlo.
— Esta gente. Tienes que dejarlos ir, son buenas personas.