Narrador Omnisciente:
Cuatro disparos a la nada fueron suficientes para tener a la patrulla tras de Noah.
— Baja el arma Noah.
— Bájala.
Se acercó a colocarle las esposas.
— Avísame si te duele ¿Si?
— Te oímos Noah. —ella no dejó de apuntarle— Creí que eras listo.
Hasta que por fin lo notaron.
— ¿A quién le disparabas?
Un silbido hizo que voltearan con las armas listas.
— Bajen las armas. —Rick.
— ¿Qué quieren? —se apresuró a decir ella.
— Podemos ayudarlos.
Se acercaron más, todos apuntándoles directamente a la cabeza.
— No les pasará nada si hacen lo que yo digo. —Rick.
Él fue el primero en ceder.
— Okay.
Ella no tuvo más opción que hacerlo también.
— Muy bien. —aunque no pareciera, Rick no quería matar a nadie si no era necesario— Den la vuelta, armas al suelo y de rodillas. —Daryl y Tyreese se encargaron de atar sus muñecas— Hay agua y comida si quieren.
— ¿Puedo preguntar algo? —él se dirigió a Rick— Hablas distinto. La manera en que te mueves... ¿Fuiste policía? —no hizo falta que el ex-sheriff respondiera— También yo aunque no lo creas.
Noah se acercó.
—Él es Lamson, nos servirá. Es de los buenos.
Apenas Noah terminó esas palabras de la nada derrapó un auto frente a ellos.
Un tercer policía inicio la lluvia de balas dando el tiempo suficiente a sus amigos de subir al auto y huir de allí.
Pero no contaron con que Sasha le daría a una de las llantas traseras haciendo que derraparan no muy lejos.
Todos comenzaron a correr.
Cuando encontraron el auto avanzaron despacio y alerta a cualquier movimiento. Podían estar en cualquier lado.
De pronto detrás de los autos se vio correr a Lamson y la chica.
— Vamos, rápido —ordenó Rick para que no se separaran.
Empezaron a avanzar, pero Daryl se quedó atrás asegurándose de revisar bien el auto, después de todo aún faltaba un policía.
El auto estaba vacío así que avanzó hasta la casa móvil con su arma en alto. Avanzó despacio acercándose a la puerta.
Uno.
Dos.
Tres.
Vacío. Lo que no se esperaba fue que al cerrar la puerta el oficial le saltaría encima.
Prácticamente embistió a Daryl contra el suelo y al tenerlo completamente sometido comenzó a ahorcarlo. Daryl no tenía salida, no tenía nada a su alcance más que caminantes casi polvorizados tratando de alcanzarlo.
Pero el policía no conocía al cazador, Daryl logró incrustar sus dedos en los ojos del caminante más cercano arrancando su cabeza y golpeando con esta al hombre que tenía encima.