Capítulo VI

La noche había caído prontamente en el palacio, el entrenamiento había acabado bastante tarde y todos se hallaban agotados incluyendo al joven príncipe quien se sentía particularmente inquieto por esa cuestión que había estado dando vueltas en su cabeza durante los últimos días. Tan pronto como había regresado al palacio encargo a Hoseok averiguar y traerle el expediente de aquel soldado que particularmente ese día se había destacado.

Cuando el reporte estuvo en sus manos le echo una detenida lectura descubriendo que aquello que sospechaba no estaba tan lejos de la realidad. “Kim Taehyung” ahora ese nombre resonaba melodioso en su cabeza.

No perdió el tiempo y pronto mando a Hoseok a que fuera a buscarlo, no quería causar un revuelo así que pidió ser lo más discreto posible. Mientras esperaba su llegada se mantuvo de pie dando la espalda a la puerta en cuanto meditaba acerca de su próximo movimiento. No podía revelar todo tan pronto.

— Su majestad estoy aquí porque usted me ha mandado llamar–   Habló Taehyung haciéndose presente en la habitación real

—Así es, yo le mande llamar– Yoongi se dio la vuelta lentamente contemplando a Taehyung. No había la más mínima duda de que era él.

— ¿En qué le puedo servir? –Cuestionó Taehyung dudoso y un tanto incomodo

—Siéntese, ¿le gustaría beber algo?– El rubio ignoro completamente la pregunta anterior y se dispuso a tomar asiento frente a su escritorio esperando que Taehyung hiciera lo mismo.

—No, estoy bien así, gracias…–Respondió este tomando lugar frente a él

— Bien… Me gustaría empezar por felicitarlo por su excelente desempeño en el entrenamiento de hoy, fue un buen combate– Comento Yoongi con una pequeña sonrisa en los labios.

Era la segunda vez que le sonreía así.

—Pues muchas gracias… Solo fue practica– respondió Taehyung restándole importancia aun cuando muy en el fondo estaba orgulloso de que el engreído príncipe le estuviera felicitando

—Si solo fue practica me gustaría que practicara más… Conmigo. Quiero entrenarlo– Comento el rubio acomodándose sobre su asiento

— ¿Habla enserio?

Yoongi asintió volviendo a sonreír.

—Entonces está bien, solo dígame que debo hacer – Respondió Taehyung algo perplejo

—Vendrá en las noches a palacio para entrenar conmigo, yo seré su maestro.

— ¿Y cómo se supone que entre?

— Hoseok, mi guardia ira todas las noches a buscarlo

—Entiendo, entonces lo veré mañana

—Algo más… Quiero que sea muy discreto con esto, no quiero que se arme un alboroto entre los soldados– Agrego el príncipe

—Si señor

—Bien, puedes irte.

Una vez el castaño salió de la habitación el rubio ahogo para si un chillido de emoción, si bien no sabía exactamente para que lo había llamado todo había salido mejor de lo que había planeado. En ese momento había podido contemplar el tipo de persona en la que Taehyung se había convertido. Seguía siendo sencillo y educado, aún con su cara de niño parecía un hombre valiente y además perseverante por lo que había podido notar en los entrenamientos. Podía decir que sus felicitaciones fueron más que sinceras ya que el haber mejorado con la espada en tan poco tiempo era de admirar.

Podía jurar que esa noche no durmió pensando en las cosas que habían y no cambiado en él, además de admirar aquel hombre en que se había convertido, con toda certeza podía afirmar que su corazón seguía con él aunque este no lo supiera. También se preguntaba si en algún lugar de su memoria Taehyung aun guardaba un espacio para él y para los recuerdos de lo que vivieron juntos.

Por su parte Taehyung aún pensaba sobre ello tratando de procesar lo que había sucedido, pues no era nada fácil aceptar que de la noche a la mañana una persona que parecía odiarte te llamé para felicitarte y ofrecerte su ayuda, y menos si esa persona era el mismísimo príncipe heredero. ¿Acaso era una trampa? Su sonrisa parecía sincera, aunque que podía saber él realmente si la política era algo que iba mucho más allá de lo que él conocía. Fuere cual fuere el caso no podía borrar la sonrisa de satisfacción de su rostro y eso todos lo notaron en cuanto regreso a la habitación.

—Taehyung, finalmente llegas, pensamos que te había tragado el drenaje– Exclamo Min Ho apenas lo vio llegar

—Es verdad, te demoraste mucho ¿paso algo?–Cuestionó Jungkook apenas escucho que había llegado

—No fue nada, simplemente fue un baño largo… –Murmuro Taehyung restándole importancia

—Pero si ya estas seco…– Refutó Baek

—Y además esa sonrisa en tu rostro ¿a qué se debe? – Intervino Jaeyang

 —Ya les dije que no es nada, solo estoy feliz por el éxito del entrenamiento hoy–Respondió encogiéndose de hombros

—Uh, eso es verdad, te destacaste hoy, bien hecho–Min Ho dio una palmada en su hombro con cierta fuerza

—Deberías enseñarnos, de no ser por ti no habríamos logrado pasar la prueba del arco y flecha–Murmuro Jungkook

—No hay nada que enseñar, eso solo se me ocurrió, pero si algo les puedo decir es que en el campo de batalla no hay nada establecido y gran parte dependerá de cómo reaccionen de acuerdo a la situación –Explico

—Mírenlo nada más, ya es todo un experto en el arte del combate–Soltó una carcajada Baek

Todos se rieron de aquello y Taehyung rodo los ojos acostándose en la cama, sería una noche larga.

[…]

En lo que iba de ese día no habían hecho más que seguir con las duras prácticas de combates a larga distancia en el campo de batalla, para ser el segundo día con este entrenamiento los soldados parecían mejor su nivel con el paso del tiempo, no era mucho, pero se notaba la mejoría y eso solo hacía que los superiores presionaran un poco más para seguir el entrenamiento.

Todos parecían exhaustos en el comedor, devoraban sus platos como si no hubieran comido en años y suspiraban unos tras otros dejando caer la cabeza hacia atrás de vez en cuando.