Solo me queda la soledad de lo que fue un amor, y la sombra de lo que nunca pude ser para ti.
. . . . . .
—Mi señora, hemos estado esperando por usted desde hace tiempo. —dice Igor mientras hace una leve reverencia.
—Lo mismo opino. Dame un resumen detallado de todo lo sucedido en mi ausencia, necesito saber todos los movimientos de las empresas, los negocios a cerrar, también necesito que dentro de dos horas convoques una junta aquí mismo —suspiro—, por último, que nadie me interrumpa hasta que llegue la hora.
—Si no es mucha indiscreción —hace un movimiento con la mano para que se retiren las pocas personas de su lado— ¿puedo saber qué hará en esas dos horas?
—Si ya sabes, para que preguntar, Gusev. —sabe que debe parar al pronunciar su apellido.
—Mi intención no es molestarla, tan solo... ¿los recuerdos del pasado han llegado a invadir el presente? —como siempre, directo al grano.
—No veo porque tendría que ser así. No hay razón alguna.
—Hay un chico —dice cuando comienzo a caminar—, de apellido Rostov, se dice que es hijo de...
—Basta. No te atrevas a pronunciar su nombre. —amenazó.
—Como le dije hace unos momentos, mi intención no es hacerla molestar, tan solo mantenerla al tanto de la situación que se avecina. Se dice que es hijo de la señorita Catalina, por lo tanto, hijo del Señor.
—Investiga si es verdad lo que me has dicho, necesito saber si ellos se atrevieron a... —concebir un hijo.
—Como usted ordene, me retiro.
Escucho sus pasos irse por el pasillo que conduce a mi estudio, estudio al cual deje de entrar semanas antes de irme.
Un hijo.
Se atrevieron a tener un hijo.
Camino hacia el jardín, y me dirijo hacia mis rosas negras.
—Estas podrida por dentro y por fuera. Entiende que jamás nadie te amará.
Sacudo mi cabeza ante el recuerdo que constantemente viene a mí.
Toco cada una de las rosas y cuando lo hago me enamoró de todas ellas. Puedo sentir la suave textura de sus pétalos acariciar mi piel, sus espinas brillan contra las gotas de agua cantando una canción que dice: Tócame y sentirás lo que es arder.
Cada una de ellas es una historia jamás contada, algo que solo Igor y yo sabemos, un secreto doloroso, de lo que jamás pudo ser ni será.
Porque en mi mente está su imagen, lo que siempre añore.
De todo lo que pudimos ser si...
Suspiro cuando escucho sus pasos detrás de mí, siguiéndome como lo que se convirtió. Mi sombra.
—Estar en este lugar requiere de mucha fortaleza suya para no romperse. —menciona posicionándose a mi lado.
—Aprendí a lidiar con ello. No tienes porque preocuparte.
—No digo que no pueda con eso. Es solo que la pérdida de un hijo el cual ni siquiera tuvo oportunidad de ver sus ojos, es una herida que siempre dolerá, aun cuando pasen años.
—El dolor nos hace más fuertes de lo que ya somos. Y si no me equivoco pedí estar sola hasta la hora acordada.
—Tiene razón, ha sido muy irresponsable de mi parte venir aun cuando me dio una orden. Me disculpo.
—Acepto tu disculpa. —le digo con una pequeña sonrisa que el me devuelve.
—Es increíble lo mucho que pueden cambiar las personas con el pasar de los años. —comenzamos a caminar. —Parece que fue ayer cuando su padre la presentó como su heredera.
—Si y también parece que fue ayer cuando mi mayor pesadilla comenzó.
—No piense mas en eso, demuestreme que lo ha superado y puede lidiar con eso. Aun cuando los recuerdos la acechen por las noches, sabe que siempre contara conmigo.
—Si en algo no se equivocó mi padre, fue en darte el puesto como consejero. —le dijo a medida que nos acercamos al pequeño lago— Aunque para mí siempre fuiste más que eso, fuiste...
—Un amigo. Lo sé, siempre fui eso y lo seré.
—Por favor, no comencemos.
—Claro. Si me permite, tengo que supervisar que todo esté tal y como lo estipula. —termina y se va dejándome sola.
—Mira el lago y dime lo que ves ahí.
—Mi reflejó. Soy yo.
—No. No eres tú. —señala— Esa mujer que ves ahí es una asesina.
—Déjame decirte que no te equivocaste, padre. Porque al final termine siendo igual o peor que tú.
Sin más, me doy media vuelta y me dirijo a mi habitación.
. . . . . .
—Cuando nos dijeron sobre su llegado, no lo creíamos y era necesario ver para creer. —dice August.
—Deja las palabrerías para otra ocasión y dame todas las actualizaciones que se han hecho en mi ausencia.
—Claro. Como sabemos Flower Black es una de las empresas con más influencias internacionalmente, lo que nos posiciona en el número uno de la mejor compañía que puede haber, siendo así que las ganancias han aumentado un 80% más arriba de lo normal...
—¿Y el otro 20%? —pregunto mientras observo detalladamente las gráficas que se presentan.
—Se niegan a dejar las comodidades a las que están acostumbrados, pero sabemos que dentro de poco llegaremos al 100% una vez se publique que la propietaria de todo el imperio Rostov&Argov ha regresado. También quisiera hablar sobre el gran incrementó de huéspedes que se han registrado en las últimas dos semanas, nos ha llevado a la cima como la mejor cadena hotelera de todos los tiempos, siendo así que tengan las personas que hacer reservación con un mes o más de anticipación para que puedan disfrutar de esta maravillosa experiencia.
—Nick.
—Primero déjeme anunciar la alegría que me da el saber que ya estará al frente de todo su imperio, es para mí un gran honor trabajar al lado de usted, al igual, déjeme hacerle saber que tiene toda mi confianza y estoy a su disposición —comenta—. Bien, dejando esto atrás, el equipo de Marketing y yo, hemos estado trabajando en una nueva estrategia para que el 20% que se niega a invertir en nuestra compañía, cambie de opinión, también agregando lo que ha dicho Martí hace unos minutos. Cuando salga la noticia de que Bianca Argov ha regresado, será la primicia de todas las revistas amarillistas que existen desde hace tiempo y de las que recién comienzan. Quisiera agregar que hemos pensado en una posible entrevista con Forbe y Wired. Claro está que no se negaran. —suspira— En lo que llevan estos últimos años, he de admitir que el equipo se ha esmerado más de lo normal, y eso es para mí una alegría mencionar.