Will I Become A Monster?

Novis Montibus

Lerios pudo notar las ascuas que se levantaban muy detrás de ellos, siendo una clara señal de que algo se aproximaban, lo que lo atemorizo fue la altura por la que estás se levantaban, revelándole que el ser de atrás era bastante grande, sin decir una sola palabra aumento la velocidad, ambas arguettiss se desplazaban con una rapidez asombrosa, saltaban sobre columnas de tierra para conseguir adelantarse a su perseguidor, dándole al slime un vistazo a lo que los seguía, dándose cuenta del gran arguettiss montado por un extraño.

—¡¿Qué sucede?! — gritaba Marloc al notar lo brusco que se había tornado el viaje.

—Nos están siguiendo — le explicó mientras guiaba a las bestias por un camino lleno de columnas de piedras, estaban tan cercas que no permitía ver nada en ese sin fin de piedras — no hagan ruido.

Los arácnidos se subieron a una columna, resguardada por la oscuridad, esperando perder a su perseguidor, Gilp se aferraba a Marloc, este hacia lo que podía, temiendo perder su agarre y caer en el ardiente suelo, Rapan por su parte se sujetaba a la pata de la bestia, la calma se prolongaba, haciéndoles sentir el fuerte latido de sus corazones, la calma no existía únicamente sus deseos por poder bajar a la seguridad del piso.

—¿Por qué nos siguen? ¿Es un compañero de esa cucaracha? — el silencio empezaba a volver loco a Marloc, pero Lerios le regaño con un ademán.

Extraños ruidos sonaban del otro lado del bosque de piedras, el miedo parecía envolver a los pequeños y a Marloc, una gran pata exoesquelética apareció a un lado de una columna de piedra, su guía se mostraba muy serio.

—¡Muy listo escabulléndote entre tanta sal, para evitar los sentidos de mi criatura! — gritaba una voz femenina — no me iré a ninguna parte, esperaré por ustedes o pueden entregarlos.

—Joder.. — musitó molesto el ente quemado.

Enseguida un arguettiss sale de las columnas de sal, en ese instante el de gran tamaño fue tras de él, la pequeña versión mostraba gran agilidad, saltando y escabulléndose entre rocas, las cuales eran movidas violentamente por su cazador, libero una densa lluvia se telarañas sobre su pequeña versión, solo para darse cuenta de que fue engañada, el arguettiss no lo montaba nadie.

Lerios apuraba a su bestia, el tiempo ganado debía ser aprovechando, necesitaban llegar a la siguiente villa antes de ser alcanzados por su perseguidor, el suelo se volvió negro, empezaba a verse riachuelos de lava, incluso el suelo se ennegreció, era difícil respirar en ese ambiente tan caótico.

—El único lugar posible para perderla es en la zona más inhabitable de todo Novis Montibus, el sitio donde murió Zargan, el primer rey — contaba Lerios, sabiendo que el calor sería insólitamente elevado.

—¿Qué tan seguro es ese sitio? — Marloc sintió la necesidad de preguntar.

—Es un lugar peligroso, donde grandes caudales de lava adornan la tierra y una peste tóxica se desprende del cadáver del primer rey — contaba la realidad del lugar al que estaban por llegar — pero es tan peligroso que no sería capaz de venir por nosotros.

—¿No existe otra posibilidad? ¿Qué es lo que desea? Podemos dárselo y salir ilesos — Marloc intentaba buscar alguna forma de evitar los peligros.

Lerios miro a los niños con cierta molestia, ellos le evitaron la mirada.

—Ellos no nunca te lo contaron ¿verdad? — le pregunto a Marloc, al no ver una respuesta por parte de Rapan ni de Gilp.

—No grrreímos serría negesarrio — contesto Rapan apenado.

—Aun no te acostumbras a tus nuevos dientes — musitó Lerios y continuo con un tono más llamativo — ¡Debían contárselo! ¡Esto iba ocurrir en cualquier momento!

—¿Qué significa esto? — les pregunto esperando una explicación.

—Nuestra familia fue asesinada por el rey, por qué nosotros somos los herederos al trono — Gilp decidió decirlo, sin dudas la noticia dejo una gran marca en el hombre.

—Nos perrdonarron la vida, perrro nos quitaron nuestra liberrrtad, nos vendierron a esa grruel mujerr, pensamos que nuestrro fin había llegado — contaba con lágrimas escurriendo por su rostro — hasta que tú..

Marloc notó el problema que tenía en manos, todo parecía borroso, la ansia lo consumía, las disculpas de los niños y las explicaciones de Lerios no mejoraban, la respiración le faltaba y no podía llenar sus pulmones ante el intenso calor.

—Matalos, solo hazlo. Nosotros no tenemos nada que ver con todo esto — justificaba Matthew en su mente, Marloc miro a sus compañeros — están tan concentrados en esa tontería, que sería fácil dejarlos caer.

La tentación era inmensa, su brazo izquierdo se acercó a Rapan, quien hablaba con Gilp.

—Solo un empujón — susurraba Matthew al oído de su yo actual.

El arguettiss subió por una estructura de piedra, al llegar a la cima resbaló una de sus patas, el súbito cambio hizo que Rapan resbalara, pero Marloc lo tomo con su brazo verdoso, tanto el niño como el humano se miraron asustados.

—No importa que sean ustedes, yo estaré con ustedes, pase lo que pase — le aseguraba Marloc, sacando esas palabras de su pecho.

Cargo al pequeño y el arácnido siguió su camino al cuerpo de Zargan, desde las alturas pudieron ver grandes columnas amarillentas con partes fibrosas e incluso era visible el vapor tóxico del cadáver, la mayor parte de su cuerpo estaba en los huesos, en algunas partes de este tenía pedazos de carne, el suelo ardía por la lava, Marloc temió del antiguo rey, haciéndole pensar en el tamaño del actual rey.

—Este mundo es una locura — musitó al ser testigo del cadáver.

—Aun no conoces nada de este mundo — contó Lerios al admirar la vista, poco después continuaron su camino.

Rapan estaba muy callado, recordando la noche en qué perdieron todo lo que en algún momento fue suyo.

Viviendo en una gran mansión, Rapan era mimado por su nodriza, una mujer murciélago, quien había perdido su capacidad de vuelo, su familia la compro por sus grandes dotes en el hogar y sus instintos con los menores, ella pese a ser ciega lograba hacer todas sus tareas y educar al niño de la nobleza, al caer la noche Rapan descansaba en su cálida alcoba repleta de decoraciones de madera, la nodriza despertó al niño y con un ademán señaló que no debía hablar, en silencio salieron para llegar al cuarto de Gilp, quien notó su presencia al entrar a su habitación, con apuró los llevo al pasillo, tenían un pasaje para salir al exterior desde el segundo piso, pero antes de lograrlo cinco sujetos aparecieron, uno con tentáculos detuvo a dos hombres y los degolló con un cuchillo en una de sus ventosas, los otros corrían a gran velocidad para derribar a los sirvientes de la familia noble, para atravesar sus gargantas con sus poderosas mandíbulas, la nodriza intento que llegarán al pasaje, pero una mujer humana apareció, sacando una extraña arma.



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En el texto hay: otro mundo, venganza, monstruo

Editado: 09.05.2020

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