Jack volvía de su aburrida jornada de trabajo en la oficina, lo mismo de siempre, imprimir copias, escribir reportes, hacer fila para servirse un vaso de café, sin embargo había algo que siempre lo reconfortaba después de cada jornada, Jack cada día después de volver del trabajo pasaba por el centro comercial de su ciudad, un gigantesco y moderno lugar, de todos los locales del centro comercial Jack solamente se detenía en una pequeña tienda que vendía juguetes de madera antiguos, uno de los hobbies de Jack era precisamente coleccionar juguetes antiguos, siempre le habían atraído estos juguetes, sin embargo ya hacía una semana que la tienda no tenía algo que llamara su atención , él como todos los días entró, se paseó por el local observando, preguntó al dueño por mercancía nueva y si no se decidía a comprar algo se iba, ese día fue el caso, nada nuevo, Jack decidió volver a casa.
Al día siguiente Jack nuevamente volvía del trabajo y decidió pasearse nuevamente por aquella tienda, no llevaba expectativas de encontrar algo, pero para su sorpresa esta vez si había algo que llamó su atención, era una figura de madera de un unicornio color blanco con una melena de los colores del arcoíris, en cada una de sus patas tenía ruedas color azul, a Jack le recordó a esos juguetes que tenían un lazo y ruedas para que los niños los arrastran, en sus ojos y hocico tenía unas manchas color negro, Jack pensó que eran por lo viejo del juguete, tenía una etiqueta, decía Stanley, ese era su nombre entonces, a Jack le pareció algo aterrador por su mirada pero decidió comprarlo porque ya le hacía falta algo nuevo en su colección.
Jack acomodó a Stanley en una repisa de su casa, él vivía en una casa de un piso que sin la ayuda de sus padres no hubiera podido comprar, siempre estuvieron en contra de que gastara mucho de su dinero en juguetes solo para amontonarlos en repisas, siempre le decían que habían otras prioridades, pero Jack nunca hizo caso a esto.
Jack se dispuso a ver la televisión, sin embargo algo más pasó, Jack se sentía observado, sentía una mirada penetrante, se sentía inseguro, como si alguien escondido lo observara, Jack empezó a buscar a sus alrededores, dio con la repisa donde tenía a Stanley, Jack no sabía por qué, pero sentía que lo estaba observando, Jack mejor lo ignoró para seguir viendo la tele, aun así, todavía se sentía observado.
A la noche Jack estaba en su cama, tratando de dormir, sin embargo escuchó un ruido, ¿qué fue eso?, se preguntó, Jack se levantó para ir a revisar, el ruido parecía haber venido de la cocina, efectivamente, Jack entró y vio en el suelo a Stanley junto a unos platos de cerámica rotos, el unicornio estaba quieto, no pudo haber sido él quien tiró los platos, ¿verdad?, o más importante, ¡¿QUÉ HACÍA STANLEY EN EL PISO DE LA COCINA?!, Jack no quiso pensar mucho en esto, levantó al muñeco, lo puso en su repisa y volvió a la cama.
Unas horas más tarde en la madrugada Jack se tuvo que levantar a ir al baño, abrió la puerta, encendió la luz y… ¡¡¡¡AAAAHH!!!!, ¡¡¡¡¿STANLEY?!!!!, ¿que hacía el muñeco en el baño, o cómo llegó ahí?, Jack ahora si se estaba inquietando, más porque aun sentía que ese unicornio lo estaba observando, sentía que lo asechaba, Jack decidió volver a poner a Stanley en su repisa, después regresó a dormir, mañana se desharía de Stanley, sin embargo en su cama estaba el muñeco, ¿CÓMO SE MOVIÓ TAN RÁPIDO? Está claro que no lo sabremos, Jack en la desesperación abrió la ventana de su cuarto y lanzó a Stanley fuera, ahora si se había deshecho de él, Jack volvió a dormir.
Jack se despertó otra vez, esta vez sintió que se ahogaba, se levantó para ir por agua pero sintió algo más en su cama, era Stanley, estaba con él bajo su brazo, ya ni me molestaré en preguntarme cómo llegó ahí, Jack ya no lo soportaba, tomó a Stanley y se fue a la cocina donde encendió la estufa, puso a Stanley sobre la flama y con el calor lo quemó, ahora si se deshizo de él, ya podía volver a dormir.
En su cama Jack tenía miedo, miedo de volver a toparse con ese unicornio aterrador, Jack escuchó el teléfono, con mucho pánico se levantó de la cama y se dirigió a la sala para contestar, fue horrible la sorpresa, Stanley estaba junto al teléfono, y no solo eso, estaba intacto, no tenía nada en su cuerpo, Jack ya no lo soportó más, tomaría acción sobre la situación.
Los padres de Jack volvieron a tratar de marcar a casa de su hijo, debían recordarle su cita con el doctor para seguir tratando su problema de esquizofrenia, esta vez sí contestó, sin embargo cuando sus padres le hablaron Jack solo dijo:
“sea quien sea no puedo hablar, estoy arto de ese maldito unicornio y no me deja en paz, por lo que si él no me deja yo lo dejaré a él”
Los padres trataron de hablarle, Jack no respondía, solo se escuchaban pasos, después un sonido de alguien abriendo un cajón de la cocina, después de insistir un rato con el “hola” se escuchó un ruido muy fuerte, como si alguien se hubiera caído en el piso.
Stanley desde la repisa donde Jack lo había colocado vio el cuerpo tirado de Jack en el piso junto al teléfono del cual salía la voz de sus padres intentando hablar con él.