Capítulo 3

Jessica ya estaba en casa, se encontraba junto a sus dos mejores amigas, las tres habían subido a la recámara de Jess, las chicas hablaban sobre los recuerdos que tenían con Maya, veían un álbum de foto que las cuatro habían hecho, ellas reían al ver las fotos.

— Nunca la olvidaremos — Musita Miriam y limpia sus lágrimas.

— ¿Cómo olvidar a una amiga cómo ella?, Maya siempre nos escuchaba, estaba ahí siempre para nosotras — Había Lisbeht.

Jessica no decía nada, estaba absorta en su mundo, la joven pensaba en todo lo que le había pasado en solo dos días, desde que la mordió aquel animal ella sentía que ya no era la misma y eso sus amigas lo estaban notando, Lisbeth se quedó observando a la joven, esperaba a que aterrice de su viaje a las nubes.

— Hello, tierra llamando a martes — Dice Miriam y comienza a batir su mano frente al rostro de Jessica.

— ¿Qué es lo que dicen? — Pregunta Jessica volviendo en sí, Lisbeth y Miriam se miran entre sí.

— ¿Estás bien? — Le pregunta la morena.

— No, no me siento bien, creo que necesitó dormir un rato — Murmura Jess.

Como Jessica estaba sentada en un sofá ella se acostó ahí mismo, sus amigas quienes estaban en la cama bajaron de esta y fueron con su mejor amiga.

— Nosotras también estamos mal por la muerte de Maya, te entendemos — Habla Listeth y una lágrima se desliza por su mejilla.

Aunque literalmente Jessica no estaba así por Maya, en parte sí, pero lo que la remataba en su estado actual, son las cosas extraña que le han estado pasando, las sospecha de creer que es algún ser sobrenatural o el creer que estaba loca u enferma, simplemente no se encontraba bien.

— Nosotras nos iremos para que descanse — Le dice Lisbeth.

Las chicas se despiden y dejan sola a Jessica, la joven cierra sus ojos e intenta dormirse, pero su ventana se abre de golpe y una brisa fuerte entra, la chica se pone de pie rápidamente ante el ruido que hizo la ventana y se encuentra con Liam.

— ¿Co-cómo entraste? — Pregunta ella y busca por la ventana y revisa si hay alguna escalera, luego se dirige a él — ¿Qué haces aquí?

— Necesito decirte algo? — Él actúa como si nada.

— Si seguirás con lo de antes de que tengo olor a perro mejor vete, hoy no es un día como para escucharte.

La joven se tira en su cama, no se sentía siquiera con fuerza para sacarlo o hacerle reclamos, en realidad estaba agotada y la muerte de mejor amiga no ayudaba en su estado.

— Esta noche es luna llena, si no te advierto ahora podrías causar un desastre — Le dice él.

— ¿Por qué dices eso?

— Eres un lobo — Responde Liam y ella se veía confundida.

— ¿Qué acabas de decir? — Pregunta ella y se pone de pie.

— Eres un hombre lobo — Dice él de pronto y ella lo mira y se ríe a carcajada, aunque por dentro sentía que era cierto.

— Esas cosas no existen, además ¿cómo voy a hacer un hombre lobo? — Ella se queda sentada en la cama.

Liam sonríe sin mostrar sus dientes, camina de forma lenta y luego de un momento a otro estaba cerca de ella, había usado su agilidad, Jessica estaba atónita.

— ¿Co-cómo lo hiciste? — Ella estaba asustada, se paró de la cama y camino lejos de él — Estabas allí y... ¿Qué eres?

— Un vampiro, nací siendo vampiro, no como otros — Dice él y luego vuelve a moverse rápido yendo y viendo para luego pararse frente a ella.

— Pero... ¡Oh Dios!, esto es un sueño — Ella se aparta de él nuevamente, se veía asustada, confundida, sentía que ahora había cosas que encajaba con lo que le estaba pasando.

— Te mordieron hacen dos días, has estado experimentando cosas extrañas, por ejemplo: fuerza — Él comienza a enumerar con los dedos — Habilidad para escuchar a larga distancia, te curas súper rápido, ahora lo que no sabes es que puedes moverte tan rápido a igual que yo.

— ¿Moverme rápido?, todo lo que dices es una locura — Dice ella y su corazón comienza a latir con fuerza y él podía escucharlo, sentía que si ella siguiera siendo humana los deseos de morderla serían un cien por ciento.

— Corre, intenta correr lo más rápido que puedas.

Ella mira a Liam, muerde sus labios un poco cohibida, no sabía si creer o no, aunque después de todo todas las cosas que él enumeró lo ha hecho, puede sanar rápido, escucha a larga distancia y tiene fuerza sobrehumana.

— Intenta correr — La ínsita él.

Ella cerro sus ojos y suspiro, pensó en como se podría mover de forma rápida, mordió nuevamente sus labios, se quedó viendo a Liam, observó sus ojos grises y luego tras él vio su aura, él nunca mencionó eso, ella podía ver el aura a todas las personas y la de él era extraña.

Sus colores eran grises, negros y blancos, ella no sabía que significaba eso, más bien no sabía por qué podía ver el aura de las personas, dejando eso aún lado e intentando creerle a aquel chico de apariencia oscura ella se movió, lo hizo bastante rápido.

En un instante estaba cerca de Liam y en menos de un segundo se encontraba parada en la puerta de su baño, ella se veía sorprendida, atónita, no podía creer lo que acaba de hacer, Liam sonrió y de igual forma se movió con su agilidad para quedar frente a ella.

— ¿Lo ves?

— Pude hacerlo, entonces es cierto, soy esa cosa, un lobo, pero...

— ¿Qué sucede?

— No lo sé, creo que esto sigue siendo un sueño — Él se ríe y luego de una forma aterrada saca sus colmillos y sus ojos se pusieron rojos, eso hizo que la chica chillará.

— ¿Sigue siendo un sueño, Jess? — Ella se asustó, los grises ojos de él se volvieron rojos como dos esfera de fuego.

— Eres... eres...

— Un vampiro, ya te lo dije — Él guardó sus colmillos — Ya que sabes lo que eres — Él camina lejos de ella — Así que esta noche es luna llena, será tu primera transformación, para que sepas es muy dolorosa, luego saldrás como loca e iras de caza, podrías incluso matar a tu madre, amigos y conocidos.

— ¿En serio?, entonces los hombres lobos existen a igual que los vampiros... — Ella parecía que sufriría un ataque, su corazón latía tan rápido, enterarse de este modo fue... horrible.