Y ahora, ¿qué sigue? #5

Capítulo 1 —Dallyson

Extra #1 — Dallyson

 

Allyson cerró los ojos y dejó caer la cabeza contra el respaldo de la bañera. El agua caliente abrazó su piel y la hizo sentir el alivio inmediato que había estado deseando durante todo el día, suspiró y se hundió un poco más.

Apenas erran las siete de la noche, pero incluso desde mucho antes sabía que lo único que ansiaba para aquella noche era un baño y luego dormir como bebé.

Pasó en la bañera el tiempo suficiente para relajarse sin quedarse dormida. El día había sido agotador, de hecho, las últimas dos semanas habían sido horribles, justo desde que Sarah cayó de unas escaleras por estar haciendo el tonto y ahora se encontraba en su casa con una escayola en toda la pierna derecha, el que Dave no estuviera allí para escucharla quejarse y ofrecerle una copa de vino cuando volviera del trabajo lo hacía incluso peor.

Lo bueno era que ya solo faltaban pocas horas para volver a verlo. Llevaba nueve días en algún viaje de negocios del que Allyson no sabía mucho, pero que la había mantenido ociosa toda la semana. Sobre todo, porque era la primera vez que se separaban por más de un fin de semana desde que comenzaron a vivir juntos. Por fortuna, al día siguiente iría por él al aeropuerto y con suerte pasaría todo el fin de semana encerrados.

Salió de la bañera y se cubrió con la bata de baño de Dave, porque era mucho más grande que la suya y le cubría todo el cuerpo, además, por supuesto, de oler a él, que era lo más cercano a acurrucarse contra Dave que obtendría esa noche.

Fue por algo de comer, pero no encontró nada que le apeteciera, mucho menos algo que la motivara a cocinar, así que terminó sirviéndose solo una copa de vino. Con eso y dormir doce horas seguidas sería suficiente.

Se dejó caer sobre el sofá del salón mientras daba pequeños sorbos a su copa, por un momento pensó en llamar a Penny, pero su amiga ya estaba bastante ocupada con sus cuestiones y en los últimos días no parecía muy abierta al dialogo. Allyson intentaba darle su espacio y, aunque no resultaba nada fácil, dado que por momentos su falta de emoción hacia todo era demasiado evidente, se inmiscuía solo intentando no traspasar el límite que la llevaba de la preocupación al entrometimiento.

Dio otro trago a su vino y dejó caer la cabeza contra el respaldo del sofá. Aquellos últimos meses en el trabajo habían sido extenuantes, pero también magníficos. La voz se corría por la ciudad; cada vez tenía más clientes, más pedidos y más cosas por hacer, tanto que ella y Sarah comenzaban a no ser suficiente, si a eso le agregaba que Sarah no había estado en las últimas semanas, todo se volvía peor.

Y era bueno, pero también fatigoso.

Eso le recordó que debía irse a la cama, pero no tuvo fuerzas ni para intentar incorporarse, así que dio otro trago y cerró los ojos unos segundos intentando recuperar algo de ganas para levantarse.

***

Tan pronto como cerró la puerta a sus espaldas, supo que para ser apenas las ocho de la noche allí había demasiado silencio. En cualquiera otra circunstancia eso habrá sido normal, pero no con Allyson. Si había algo que había aprendido de ella (o, mejor dicho, confirmado) era el hecho de que resultaba bastante ruidosa. Siempre había música, o estaba cantando en algún lugar, también era una de las cosas que más le gustaban de ella.

Por el ruido inexistente en el departamento, pudo jurar que no había nadie allí, pero Larry, el portero, ya le había comentado verla entra, así que sabía que estaba en casa.

Por fortuna, solo necesitó de unos pocos pasos que le adentraron en el salón para ver la copa de vino solitaria sobre la mesa de centro y posteriormente, la mano de Allyson colgando desde el sofá.

Dejó su maleta junto al mueble y lanzó una mirada a la mujer que dormía en él. No pudo evitar que una sonrisa surcara sus labios. Que estuviera dormida a aquella hora solo demostraba que había sido un largo día, que lo hiciera sin terminar su copa de vino, tal vez evidenciaba una larga semana.

De hecho, le constaba que estaban siendo unos largos meses para ella; por un lado, estaba el trabajo, en el que había estaco concentrada por completo. Trabajaba casi todos los días, a veces por más de doce horas y aunque evidentemente era feliz con que a poco más de un año de lanzarse las cosas fueran tan bien, igual era difícil.

El primer mes luego de que Allyson lo perdonara y aceptara volver con él, también lo había sido. Recuperar el tiempo perdido era complicado si los dos estaban hasta arriba de responsabilidades y tenían poco tiempo para compartir. Comenzaron pasando juntos sus fines de semana, si no tenían ningún compromiso de trabajo, luego una que otra noche y al final, Dave había terminado proponiéndole que se fueran a vivir juntos, al fin y al cabo, no pasaría tanto hasta que lo hicieran como esposos. O eso esperaba.

Extendió la mano hasta el rostro de Allyson y luego a su pelo, aún húmedo y una vez más, como en otras tantas veces, se sintió afortunado, sobre todo de que siguiera estando a su lado después que él, consciente o inconscientemente hiciera de todo para alejarla. Había estado tan cerca de perderla que aún continuaba suspirando aliviado cuando lo recordaba.

Allyson se removió en el sofá, tal vez al sentir su tacto frío gracias a la brisa nocturna y sus ojos se abrieron, adormilados, antes de que Dave pudiera apartarla. Tardó apenas dos segundos en reconocerlo, o tal vez en finalizar las pruebas que le aseguraban que no estaba aún dormida.



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En el texto hay: romance, yaqh, extras

Editado: 19.07.2019

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