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Debo decir que la velada no fué tan mala después de todo. Estoy en mi casa, Ethan se despidió como todo un cliché a decir verdad, el típico beso al irse y así pues, mi vecino es raro. Encuentro a las chicas durmiendo en mi habitación, ambas están en mi cama tirando baba por mis almohadas, no les doy más vuelta y me acuesto recostada contra la pared, y sí, soy muy educada, si alguien duerme en tu habitación déjalo ahí y no arruines su sueño. Bostezo y me quito los tacones que están que me matan, saco la rosa del chico anónimo, es muy hermosa, ese chico de vibras misteriosas no me da miedo o quién sabe, tal vez era un viejo con puro músculos haciéndose pasar por un chico, en fin nadie sabe. Aspiro el dulce aroma de la rosa, yo detesto las rosas, me recuerdan a las muchas que le pusieron en el ataúd a Amy y no me gustó para nada, pero, puede que suene horrible, él chico del pasamontañas, no me intimida, siento como si ya nos hubiéramos conocido. Recuerdo la nota de Kara con mi única regla, según ella, veo el pequeño papel arrugado y lo tomo para poder leerla, otra vez está esa hermosa caligrafía

aunque nadie está aquí, flores del desierto florecerán oh pequeña Emma tu hermana te cuidará ¿Te suena a algo Solís? Aceptaste, ya no hay vuelta atrás tu primera pelea en dos semanas será, entrena y tú regla para sobrevivir obtendrás

- chucha - suelto de repente

Okey admito que tengo miedo de saber la verdad además ¿Cómo carajos sabe sobre la canción de Amy?. Me quedo pensando en que rayos me he metido, hasta que por fin caigo en los brazos de Morfeo

(:)

Despierto gracias a Ale y Lau que están agachadas mirándome fijamente

- hola chicas - suelto un bostezo

- te dije que no la envenenaron imbécil - Lau le da un golpe en la cabeza a Ale

- pero si parecía que estaba más muerta que un tieso en México - se cruza de brazos obviamente molesta

- ¿Qué carajos?

- por Dios pero si que eres una terca, se veía que respiraba ¿Cómo ibas a decir que está muerta

Parece que Lau dió en el clavo, ya que Ale se da media vuelta indignada

- ¿que les pasa a ustedes dos?

Lau se da cuenta que estoy ahí todavía en el suelo,joder me duele la espalda. Me ayuda a levantarme

- despertamos y te vimos ahí como si estuvieras muerta, eres de sueño pesado

- tenía sueño

- bien despiértate bien y cámbiate para ir al instituto

- ¿qué hora es?

- la hora de ir al instituto ni modo - rueda los ojos

Voy al baño y me aseo como Dios manda, al salir me cambio por un pantalón negro y una camisa negra de manga corta con un dibujo de vaca, y por último mis botas trenzadas, joder, parezco una jodida gótica sin alma. Bajo a la cocina donde están mi tía y las chicas comiendo cereales

- hola tía

- hola cielo, ven a comer, ya no te ves como un balón, eso es bueno

- gracias tia

Sonrío pero me duele el labio inferior y el pómulo. Me siento con las chicas a comer, hasta que mi tía se va al trabajo, dejándonos solas

- bien, es hora de que hables Solís - dice Lau girando su rostro hacia mí

- si, hay tanto chisme que no aguanto más - Ale la secunda

- bien, pero sea lo que sea nadie puede saberlo

- claro - las dos me miran con los ojos saltones a la espectativa de mi respuesta

Les comienzo a relatar  todo lo que pasó hace unos días, eh incluso lo de pushi para que entendieran mejor. Al terminar las chicas tienen la boca abierta y los ojos desorbitados

- entonces por eso ganaste - Ale susurra todavía perpleja

- eso creo - me rasco la nuca todavía nerviosa - si, él dijo que si ganaba tendría respuesta, y eso haré

- ¿y si es una estafa?

- no lo creo, en éste papel dice claramente una parte de la canción que cantaba mi hermana para mí, él sabe algo y no puedo desaprovecharlo

Las chicas me ven con pesar, hasta yo estuviera así, si alguien me contara eso ya estuviera bien lejos

- bien, estaremos contigo, tienes que hacer un horario en papel y organizar tus ideas, si no lo haces no tendrás paz mental ni tiempo para nada

Nos levantamos y nos vamos caminando dejando el auto de Lau en mi casa

- yo lo puedo hacer - exclama Ale con una sonrisa mientras caminamos en busca de Eli

- gracias - sonrío agradecida ya que no puedo ni respirar como una persona normal, ya que mi mundo está con un giro de ciento ochenta grados

Llegamos al instituto y de ahí nos separamos a nuestros salones. Al llegar veo a Eli, con una de sus clásicas miradas con reproche. Al sentarme a su lado, noto que no me saluda como siempre, así que hago la típica pregunta de todo el mundo

- ¿Te pica, o te la das? Habla claro Eli, si hay algo que debes saber de mi, es que me gusta que sean directos conmigo

Me mira perpleja, sus ojos se expandieron

- yo-yo no ¿De qué hablas?

- ah, ¿De qué hablo? Pues quite su cara de hiedra venenosa hoy, no estoy para juegos

Rayos, mi antigua yo salió a la luz por un minuto

- yo lo siento, solo es que tengo demasiado estrés, acumulado

Su rostro se suaviza un poco y da paso a sus ojos curiosos

- ¿que te sucedió? - toca mi labio con su dedo y después mi pómulo

- me caí en las escaleras del metro - me encojo de hombros

- trágico, por cierto, tengo hambre

- ¿y yo qué?

- cómprame algo

- ¿Qué? - saca dos billetes y me los da

- cómprame algo por favor en la cafetería hay una máquina expendedora, vamos no seas una perra conmigo

- soy una perra, pero de las finas - digo indignada - bien, ¿Qué te compro?

Sus ojos se iluminan de entusiasmo y sonríe como el Guasón

- quiero galletas y frituras, muchas frituras - un poco más y babea

- wow, de verdad tienes hambre

Me levanto de mi asiento y me dirijo a la cafetería, la mayoría de las personas deben estar en sus salones y yo aquí caminando a cumplir los caprichos de mi amiga demente. Cruzo los pasillos hasta que me encuentro con Matt, ese hermoso rubio platinado que cualquiera piensa que es con tinte pero no, ese chico está que arde