Y sí...?

Capítulo 12 ✅

Recorro con mis ojos castaños a Gala en su minúsculo pijama de color blanco con rayas rojas, está preciosa como siempre y no se me pasa por alto que no lleva sujetador y que sus pezones se marcan a través de la fina tela del mismo, esta mujer quiere matarme con tanta perfección.

Debo admitir que ese pijama es muy tentador y me distrae mucho de lo que venía a hacer que era disculparme con ella por haberla echado de mi casa, y haberla ignorado una semana después de que mi hermana despertase pero es que me tiene muy nervioso hablar con ella, estamos hablando de Gala, quien tiene la paciencia de una mosca, es decir, ninguna.

- ¿Vas a mirarme más tiempo?- niego con la cabeza, sacudiendo mis malos pensamientos.

- ¿Podemos ir a hablar a algún sitio?

- Voy en pijama y no voy a cambiarme, así que hablemos en mi habitación porque las de las otras habitaciones son muy chismosas.- sonrío por lo último.

- ¿A tu compañera no le importará?

- Mi compañera pasará la noche con algún tío en su casa, así que no tienes nada por lo que preocuparte.- asiento entonces.

Gala pasa por mi lado para abrir la puerta con sus llaves, y al estar tan cerca me deja oler su único olor a café, de verdad que ella es absolutamente perfecta, nada en ella está mal y todo en mí me dice que me aleje, que la deje vivir con normalidad y no con el nieto de un narcotraficante y el hijo de una posible asesina pero mi parte egoísta me suplica que me quede con ella y lo voy a hacer, lo siento pero la necesito.

Al entrar en la habitación la detallo con encima, en la mitad de mi habitación y duermen dos personas aquí, hay unas camas minúsculas en cada esquina de la habitación, dos pequeños armarios y un escritorio mediano con dos sillas, donde supongo que ambas estudian, no me cabe la menor duda sobre ello.

- Siéntate en mi cama.- dice señalando la cama de la derecha.- ¿De qué quieres hablar Brandon?

- Quiero pedir disculpas.- ella me mira confusa por unos segundos y luego asiente.

- Adelante.

- Gala yo de verdad no quería echarte de mi casa pero no podía tener a nadie cerca, me dolía saber que la única mujer que me ha hecho sonreír, que me ha dado los mejores motivos para vivir y que a pesar de las adversidades siempre ha estado junto a mi, estaba desaparecida y posteriormente luchó entre la vida y la muerte.- suspiro.- Durante el tiempo en coma mi hermana tuvo varios paros cardíacos y no sabían si sobreviviría.- hago una pausa para tomar aire.- Yo solo podía pensar en cuanto la echaba de menos, en sus sonrisas, y en sus lágrimas, Eleanor para mi es la mujer que más amo porque ella me ha enseñado que no todo en la vida de un rico es bueno, es quien me hace ver la realidad cuando yo no soy capaz de verla, es quien me hace salir de mi burbuja de privilegios cuando yo no quiero hacerlo. A ella le debo tanto que pensar que moría me hace sentir horrible, que no valía nada para nadie.

- Dios.- veo como sus ojos se aguan.

- Cuando hace una semana Eleanor abrió sus ojos me convertí en el hombre más feliz del mundo, ella había luchado por quedarse con nosotros, había batallado y lo había logrado.- sonrío.- Ella me dio una de las sonrisas más cálidas y más alegres de su vida y entendí que mi hermana ya lo tenía todo en este mundo, tenía a su familia.- hago otra pequeña pausa.- A mi, a Lukas, a papá, al abuelo Francis y al abuelo Hans.

- Es una familia pequeña.- sonríe.

- No tanto.- le sonrío.- Y vi que tenía lo que ella siempre había querido, su propia familia.- veo los ojos castaños de mi cuñado y mi sobrina.- Su prometido, el padre perdido de Andrómeda – eso la hace reír.- , y mi sobrina, siempre que mi hermana sea feliz yo también lo seré.

- Eso es muy bonito.- dice acercándose a mi y dándome un abrazo.

- Tengo que decirte algo más.- digo nervioso.- Mi abuelo Hans es mafioso – ella abre mucho los ojos.- No te sorprendas tan rápido, lo conocí hace unos dos o tres años, y me quedó muy claro que ninguno de nosotros, sus herederos, seríamos herederos y tampoco quiero serlo.- suspiro.- No sé lo que hace y no quiero saberlo.

- Es algo complicado de digerir, pero bueno, es tu abuelo pero no tu vida.- dice con una sonrisa débil

- Y sé que tendría que haber venido antes, haberte dicho todo esto mucho antes pero me resultaba imposible porque te había apartado e ignorado por tanto tiempo que me sentía la peor persona del mundo, me sentía perdido y no sabía como pedir disculpas a la chica que me gusta, porque jamás me ha gustado nadie más que yo mismo.

- No tienes que pedir disculpas Brad, te entendí desde el principio, la situación no es tan parecida a la mía como yo creía. Mi hermana a penas tiene siete años pero sé lo que es ese sentimiento de culpabilidad, al punto de que yo me mude de país.- me sorprendo, aunque si es cierto que tiene un poco de acento, quizás inglés.- Lo necesitaba y lo necesito, porque quiero ir a la cárcel y hablar con mi padre, necesito que me explique el por qué, por qué tuvo que ser tan agresivo y por qué con Rose que no tenía la culpa de nada.- me acerco a abrazarla.

- ¿Podemos acostarnos?- ella me mira con molesta.- ¡Que mente más sucia!- le recrimino.- Me refiero a acostarnos simplemente, ya sabes, la acción de tumbarnos sobre una cama y no hacer nada más que eso.

Si Gala fuese blanca puedo asegurar que estaría sonrojada pero como no lo es, el sonrojo no se hace notable y de cierta manera me molesta porque estoy seguro de que sería adorable.

- Te he echado de menos.- le susurro.- Necesitaba esto, decírtelo todo.

- Yo también.- me devuelve el susurro con una sonrisa.

Acaricio lentamente el brazo de Gala con mis dedos hasta que la siente pesada, su respiración lenta y uniforma me da la confirmación de que mi querida explosión de café se ha quedado completamente dormida y yo también quiero dormir, me da paz que ella haya tenido la confianza de dormirse conmigo, que haya aceptado mis disculpas y que entienda completamente me situación, así yo también puedo comprender un poco mejor la suya.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.