Ignoro mi teléfono y salgo de mi casa para ir a clases, ayer hable muy poco con Gala y parecía consternada por algo, no era mi chica explosiva. Parecía que alguien le había drenado las constantes ganas de pelear, su personalidad defensiva, y eso me dejó bastante mal cuerpo y aunque quise ir a verla, no podía dejar a Andrómeda sola, nunca podría dejar a mi pequeña sobrina sola.
Llego a mi única clase, saludo a mis amigos pero no veo a Gala y eso me preocupa, pero acaba haciéndolo justo en el momento que entra la odiosa profesora.
Me paso toda la clase mirando a Gala y cuando termina salgo corriendo detrás de ella porque por alguna razón ella parece huir de mi.
- Gala.- la llamo.- Gala.
- Brandon, por favor déjame.- dice el darse la vuelta.
- No, algo te preocupa.- le digo serio.
Ella me agarra de la mano y me lleva hasta su habitación en la residencia, su compañera no está pero ahora que sé quien es ya no me preocupa, siempre me ha preocupado dejarla con una completa extraña que podría matarla por la noche pero confío en Vanesa, ya que fue la única de esos pijos que defendió a Ana cuando salió embarazada de mi sobrina.
- No quiero liarte con mis problemas.-dice una vez dentro.
- No me importa, si algo te preocupa inmediatamente ya me preocupa a mi.- digo atrapando su cara con mis manos.- Sé que con lo de mi hermana me cerré pero creo que tu llevas cerrada mucho más tiempo.
Ella me abraza y comienzo a escuchar sus sollozos, la abrazo de vuelta intentando darle fuerzas, calmarla aunque sea solo un poco, un apoyo siempre es mejor que nada.
Tarda varios minutos en conseguir calmarse pero cuando lo consigue me cuenta todo, absolutamente todo, desde la noche en la que la llamaron hasta el día que se marchó de Londres, se echa la culpa varias veces por haber estado en la cama de un tipo cualquiera en vez de en su casa, donde según ella podría haber ayudado a su hermana, la dejo que hable y se desahogue por completo, la dejo con sus mil preguntas de “y si...?” sabiendo que no va a solucionar nada pero quiero que saque todos y cada uno de sus miedo a flote.
Una vez que ella ya deja de culparse y se tranquiliza un poco más consigo hablar con ella, no sabia que tenía tantas cosas encima y tampoco voy a salir huyendo, mi madre ha intentado asesinar a mi hermana, de juzgar a Gala tendría que juzgarme primero a mi.
- Gala.- la susodicha me mira.- No es tu culpa, sé que decirte así no va a hacer que cambies de opinión, vamos no soy tan importante como para hacerte cambiar de parecer pero no eres la culpable de lo que pasó aquella noche, solo hay dos culpables, tu madre y tu padre.-hago una pausa.
>> Tu madre por no cuidarlas como se debe, por pensar mucho más en ella que en vosotras llegando a olvidar que es madre y tu padre, que pensó furiosos, no midió las consecuencias de sus actos. Pero tu eres tan victima como lo es tu hermana pequeña, incluso el amante de tu madre tiene más culpa que tu, así que por favor no llores y te compares con ellos.
>> Tu tenías derecho a vivir y disfrutar como la adolescente que eres, así que no te culpes, porque eres el familiar más cercano que tiene tu hermana, tus padres decidieron ser malos padres el día que no pensaron en ustedes.
- Creo que tienes razón.- dice secando sus lágrimas.- Gracias Brad, das buenos consejos.
- Ya lo sé, suelen decírmelo.- eso le saca una sonrisa y yo sonrío con ella, es hermosa.- ¿Puedo besarte?
- ¿Cuándo pides tu permiso para eso?
- Nunca, así que voy a hacerlo.- ella me sonríe.
Me inclino lo suficiente para que nuestras caras queden cerca y la beso, es lento, dulce, con sentimiento, pongo todo de mi para transmitirle todo lo que no puedo decir con palabras por cobarde.
Gala mete su mano entre mi pelo castaño y yo la atraigo más hacia mi, muerdo su labio inferior abriendo su boca y metiendo mi lengua en ella, sabe a café y me vuelve loco, ella hace que deje de pensar en los problemas que enfrenta mi familia en estos problemas, la histeria por no saber donde esta mi madre y que se esconda tan bien que ni siquiera Lukas es capaz de encontrarla, todo eso se va de mi cabeza solo con tenerla delante de mi.
- Gracias.- dice cuando nos separamos por falta de aire.
- No tienes que darlas Gala.- acaricio su cabello.- Quería preguntarte algo.
- ¿El qué?- veo su mirada de curiosidad.
- ¿Me acompañarías a la boda de mi hermana?- ella abre mucho los ojos.
- No pero... yo no soy de la familia... eso es para la familia... yo.- me parece adorable como balbucea.
- Te voy a ser sincero, me gustas tanto que llega a ser insoportable para mi, nunca me ha gustado nadie tanto como tu Gala, y quiero que no solo me seas mi acompañante en la boda de mi hermana, quiero además que seas mi novia, había preparado algo más bonito pero soy inútil y no podía no decírtelo.- ella me mira con los ojos muy abiertos.
- Dime que no estás bromeando.
- Jamás jugaría con algo así.- ella lo piensa por unos momentos antes de darme la respuesta.
- Si quiero acompañarte y si quiero ser tu novia.- la vuelvo a besar.- ¿Cuándo es?
- Dentro de un mes, y el sábado tenemos una cita.- le sonrío.- Ahora tengo que irme, porque tengo unas cosas que hablar con mi hermano mayor, cuidate.- le doy un pequeño beso en lo labios.
- Tu también.
Mi teléfono no deja de sonar y Lukas me mira mal, le quitaría el sonido pero nunca sabes cuando te van a llamar por algo urgente como lo de mi hermana, así que silenciarlo no es una opción, al menos no para mi familia, lo mejor que puedo hacer en estos momentos es esperar a que deje de sonar porque la personas de los mensajes se canse o que Lukas acabe perdiendo la poca paciencia que tiene y estampe mi móvil contra el suelo, que es la opción más probable.
- Brad.- veo su intensidad azul y quiero esconderme.- Contesta a esa persona, es demasiado insistente.