Gala
Aterrizo en el aeropuerto de Londres, solo mi tío Lewis, el hermano mayor de mi padre, sabe que estoy de vuelta y es lo mejor, sé que el caso de mi familia ya no es importante para la prensa pero si lo es para mi familia y para algunos metidos que no tienen nada que ver en nuestras vidas.
Recojo mi maleta y voy a encontrarme con mi tío, que me espera con los brazos abiertos y una gran sonrisa, pensé que me recibiría de otra forma pero estaba equivocada.
- Hola.- lo saludo sin saber que decir.- ¿Cómo han estado?
- Hemos estado bien Gala.- me sonríe antes de darme un abrazo.- Tu hermana estará encantada de verte, vamos.
Mi tío me ayuda con las maletas y sin hablar mucho más vamos hasta la casa de mi abuela, todo por sorpresa, ni ella ni Rose saben que he vuelto y me alegro d haberlo hecho.
Llamo al timbre con nerviosismo, escucho las voces animadas de mi abuela y mi hermana menor. Siento las lágrimas acumularse en mis ojos pero me niego a dejarlas salir hasta verlas.
Cuando mi abuela aparece enfrente mío, ella tarda en procesar que efectivamente yo soy la persona que tiene enfrente, que soy yo en carne y hueso y no algún tipo de alucinación.
- Mi niña.- me abraza llorando y yo correspondo su abrazo, también dejando salir mis lágrimas. La he echado mucho de menos.- Mi preciosa Gala.
- Hola abuela.
- Pasa.- me apresura.- Tu también Lewis.- le ordena a mi tío paterno.- ROSE.- llama a mi hermana.
Mi pequeña florecita sale corriendo por uno de los pasillos, su cabello color chocolate está recogido en una coleta alta, su piel café igual que la mía brilla, no como la última vez que le vi que todavía estaba pálida. Sus ojos castaños brillan con la inocencia de un niño, y yo me derrito, verla bien, sana y feliz es lo mejor del mundo.
- GALA.- grita al verme.
Me agacho para quedar a su altura y poder abrazarla mejor. Le lleno la cara de besos y inhalo su infantil perfume. Tener a mi hermana de nuevo a mi lado, es lo mejor del mundo, es maravilloso. Agradezco a Brandon por hacerme ver lo que necesitaba, por hablarme directamente con la verdad y con su corazón, se lo agradezco inmensamente.
- Te he echado de menos pequeña florecilla.
- Yo también.- dice llorando.
Terminamos comiendo todos juntos, paseamos por los alrededores y juego un rato con Rose en el parque, hacía un año que no venía y no disfrutaba de un día con ella, y ahora no quiero separarme de su lado, aunque lo haré, yo terminaré mi carrera en Estados Unidos.
- ¿Estás preparada?- asiento a la pregunta de mi tío y entro en la cárcel.
- ¿A quién viene a ver?- me pregunta el guardia.
- Joe Robinson.- digo con fuerza, decidida.
Me pasan a un mesa con muchas sillas por ambos lados y divididos por unos cristales, supongo que reforzados.
Algunos visitantes y presos me miran pero la gran mayoría están centrados en sus conversaciones.
Espero pacientemente hasta que lo veo. Mi padre es un hombre fuerte, siempre lo fue, negro, y alto, sin pelo y con ojos muy oscuros.
Al verme sus ojos se abren con sorpresa, e incluso parece que fuese a llorar.
- Gala.- pronuncia mi nombre.- Hija mía.
- Joe.- pronuncio lo más firme que puedo, intentando que mi voz no tiemble.
- Me merezco este desprecio.
- Lo haces, es lo único que mereces papá.- calmo mi respiración.- ¿Por qué? Quiero saber qué culpa tenía Rose para hacerle eso.
Él suspira, sabía que en algún momento yo vendría en busca de respuestas, es lo que al menos me merezco por el año de mierda que tuve que pasar, por el acoso de los periodistas y la angustia de saber que mi hermana nunca será como el resto por lo que él le hizo.
- Gala.
- Responde papá, ¿por qué le hiciste eso a tu hija? Y no me vengas con que creías que era hija de uno de los amantes de mamá, no me hagas creer eso como le hiciste creer al juez, al jurado y a toda Inglaterra, cuéntame la verdad.- le exijo.
- Claro.- suspira.- Gala, amaba y amo a tu madre pero no podía seguir siendo un estúpido y dejarla que siguiese acostándose con todos los hombres que le parecían guapos.- aprieto la mandíbula.- Así que le di dos opciones a tu madre, divorciarnos o dejar a sus amantes y seguir con la vida cómoda que tenía.
- Ella eligió a los amantes.
- No.- lo miro sorprendida.- Eligió seguir casado, con una condición.- sus ojos se empañan de lágrimas.- No me vas a creer pero igual voy a decírtelo.- resopla.- No me siento orgulloso, y me cegué, tu madre me pidió hacerle daño a Rose, abandonarla o partirle una pierna o un pequeño corte.- lo miro horrorizada.- Yo iba solo a hacerle un corte en su brazo, pero tu madre cogió el cuchillo, Gala yo no toqué a Rose.
- Pero ibas a hacerlo.
- No, tu madre cogió el cuchillo porque le dije que siempre os elegiría a ti y a Rose, fui yo quien llamó a la policía pero para que arrestaran a tu madre, por eso me dieron menos años.
- Os odio a los dos.
- Lo siento Gala.
Me levanto cabreada y salgo cuando me lo permite el guardia. Mi tío observa mi reacción pero no pregunta nada antes de llevarme al psiquiátrico en el que tienen a mi madre.
El enfermero me dice donde esperar y ya calmada lo hago, quiero que ella me de la versión, lo que ella recuerda, pero creo a mi padre, lo hago.