Bajo una lupa

He decidido rendirme. Durante mi larga, corta vida he intentado sobresalir de entre los demás, obteniendo excelentes notas, teniendo un buen comportamiento, etcétera. He intentando no ser una carga para nadie, no quiero ser una carga para mí familia, sin embargo, fracase. 
Desde muy pequeña supe que era “diferente”, hablaba demasiado, preguntaba demás, era muy extrovertida, yo era así, pero todo cambió cuando me dijeron que me callara, cuando fui consiente de que a los demás les molestaba mi voz. Eso me silencio por completo, no volví a intentar encontrar una repuesta a esas grandes dudas que tenia en ese momento, por eso ahora vivo en la ignorancia. 
De pequeña no solo fui “diferente”, también me etiquetaron como “rara” , palabra la cual no comprendería una niña de cuatro años, ¿por que recuerdo esos sucesos de mi niñez?, no lo se,aunque intente borrarlos o enterarlos, solo están ahí presentes sin mostrar signos de olvido.

Al entrar a la escuela la etiqueta de “rara” cambió a “inteligente” y eso me hizo feliz, creí que ser inteligente estaba bien« me equivoque» ser “inteligente” me acerco más a lo que soy ahora. Ser eso me llevo a querer cumplir con las expectativas de los demás, me obligue a ser eso solo para encajar, para ya no sentirme tan sola«lo arruine» ahora creo que si no obtengo una buena calificación, no soy nada, como llegue a esa conclusión, tampoco lo sé, en algún momento a solas conmigo, pensé, y cuando pienso, pienso demasiado, más de lo que me imagino, y pensar como yo pienso es un martirio, a veces creo que soy mi peor enemiga, no hay nadie que me odié más de lo que yo me odio, he vivido toda esta larga, corta vida autosaboteandome, estoy en el círculo vicioso del fracaso y conformismo.

Hablo demasiado, soy muy consiente de ello, pero tiene que entenderme, llevo guardando todo lo que pienso desde los cuatro y eso fue hace mucho, en este momento soy como una bomba que acaba de explotar. No pienso callarme por ahora, debo de aprovechar esta oportunidad para dejar ir todo lo que me atormenta. 
Quien diría que acabaría exponiendo mi alma desnuda a los ojos de unos desconocidos, sin embargo no me importa mucho, las palabras de odio de los demás no me afectan tanto, sin embargo si esas palabras vinieran de mi familia, lo más probable es que acabarían con mi existencia, esas palabras provocarían mi muerte.