Capítulo 3. Responsabilidad

NARRADOR. 

—Estoy embarazada —Neptali se acercó a Zoe y la agarró fuertemente del brazo.  

— ¡¡Necesito el nombre del padre del bebé que llevas!! —pidió echando humo del coraje.  

Neptali se había encargado de educar bien a Zoe. Él nunca le hablo de la sexualidad para evitar que ella sintiera curiosidad y quisiera experimentar, pero lo que no quería termino pasando.  

Zoe jamás diría que el padre del bebé que esperaba era de Caleb, ella pensaba que Caleb detestaba al bebé, así como la detestaba a ella.  

—No lo sé, papá. Yo estaba borracha y no sé con quién me acosté —dijo.  

—¡¡Qué!! —Neptali mataba a su hija con la mirada— ¡¿De qué estás hablando Zoe?! ¡¡¿Cómo qué te acostaste con un desconocido?!!  

—Papá —musito al sentir como su padre la estaba lastimando al apretarle tan fuerte su brazo.  

—¡¡¿Papá que?!! ¡Zoe! ¡¿Qué hice para que me hiciera esto?! ¡¡Yo te crie bien!! ¡¡¿Por qué me fallas de esta manera?!!  

—Papá, tú no hiciste nada, yo fui la que se equivocó, lo siento —dijo con la voz quebrada.  

—¿Qué le diré a mis amistades? ... "Mi hija se acostó con un desconocido porque estaba borracha y quedó embarazada, y para hacerlo más divertido no sabe quién es el padre del bebé que espera". ¡¡Dime Zoe!!, ¿eso diré?... ¡¡Seré el hazmerreír por tu desliz!!  

—Papá. No necesito del padre de mi bebe, él o ella estará bien conmigo —declaró. Aunque, tenía miedo porque comenzaría una nueva etapa en su vida.  

—¿Madre soltera? ¡¡En serio Zoe!! ¡¿Estás loca?! ¡¡Dímelo!!  

—Papá, vivimos en un siglo donde ser madre soltera no tiene nada de malo —Neptali le dio una cachetada dejándole la cara marcada.  

Jaime se iba a meter, pero Mercedes lo retuvo. Sofía solo se quedó callada. Caleb no movió ni un dedo por defenderla y Mayra quería confesar todo. Sin embargo, no quería empeorar más la situación.  

—¡¡Esto es una gran humillación para mí!! —Zoe miró a su padre con los ojos lleno de lágrimas— ¡¡Pareces una cualquiera, que anda acostándose con el primero que se le aparezca!! —Zoe busco fuerza y enfrento a su padre.  

—Papá... ¿Eso es lo que piensas de mí? —preguntó con la voz entrecortada—. Lo siento por no cumplir tus expectativas de hija perfecta, trate de serlo. Sin embargo, no pude —dijo en sollozo por no tener la compresión y el apoyo de su padre—. No te quiero causar más vergüenza, lo mejor es que me vaya —ella se suelta del agarre de su padre y se va corriendo sin dejar de llorar.  

—¡¡Zoe!! —gritaron todos con preocupación, menos Caleb, que parecía como si los ratones se le hubiera comido la lengua.  

—Jaime, Mercedes, hablamos después. —dijo Neptali y corrió detrás de Zoe.  

—Sofía —susurró Mercedes con preocupación.  

—Me tengo que ir —Sofía se fue detrás de su marido e hija.  

CALEB. 

Yo no sabía que hacer, el padre de Zoe había reaccionado de una mala manera. Una parte de mí decía: di la verdad Caleb, pero la otra me decía: Zoe se hará responsable de todo, no digas nada.  

Me sentía tan confundido. Yo quería a él bebe, sin embargo, no podía decir que era mi hijo porque a toda costa quería evitar lo inevitable.  

—Neptali fue muy duro con Zoe —se lamentó mi madre.  

Mamá siempre ha amado a Zoe, para mamá ella era la mujer perfecta para mí.  

Sentí una mirada asesina, miré hacia donde provenía el aura peligrosa. Mayra me veía con decepción. En ese momento sentí tanto miedo.  

—¿Quién será el padre de esa criatura inocente? —preguntó papá y Mayra me dio una mirada que me sentenció.  

—Vamos Caled, di la verdad —miré con temor a Mayra y en mi mente pensé: Zoe le contó todo a Mayra. Mis padres me miraron—. Dile a papá y a mamá que tú eres el padre del bebé que espera Zoe —negué rápidamente con mi cabeza.  

—¡¡Qué!! —exclamaron mis padres al mismo tiempo.  

—¡¡Cállate, tú no sabes nada mentirosa!! —exclamé furioso. Lo que menos quería era que se supiera la verdad, por eso trataba de negarla.  

—¡¡Si lo sé Caleb, aquí el único mentiroso eres tú!!  

Reí con nerviosismo. Quería ocultad el temor que estaba flotando en mi interior.  

—¿Te lo dijo ella?, es en serio Mayra, ¿le crees a ella y no a tu hermano? —Mayra me miró con disgusto.  

—Ella no me ha dicho nada, Caled, yo los oí sin querer.  

—¿De qué hablas? —le di una mirada llena de incertidumbre.  

—Aquella noche en la discoteca Zoe se emborrachó. Yo la traje a casa y la dejé en su habitación y yo me fui a la mía. En la madrugada me dio sed y salí de mi habitación a tomar agua... Entonces, escuché gemido que provenían de la habitación donde yo la había dejado. No creía que fueras tú, pero ¿quién más seria?. Para salir de duda me quedé despierta y en la mañana te vi salir de ahí.  

Ya había sido delatado, no podía hacer nada por ocultarlo.  

—¡¡Te vas a casar!! —manifestó mi padre sin pedirme opinión.  

—No lo haré. Yo no me pienso casar con ella —me rehusé a esa locura.  

—Lo harás, porque si no lo haces te desheredo Caleb —apreté mi mandíbula con fuerza de coraje.  

—Papá —lo llamé con voz suplicante.  

—Te vas a casar. No quiero que mi nieto crezca sin su padre, él debe tener una familia completa —apreté con fuerza mis puños. Yo sabía que nada cambiaría la decisión de mi padre, y si me atrevía a no hacer lo que me pedía, sería desheredado, y yo no podía sobrevivir solo, ya que, siempre, estuve acostumbrado a la buena vida.  

—¡¡Arruinarte mi vida Mayra!! —grité y la miré con rabia. 

Yo únicamente tenía 22 años, ni siquiera terminaba mis estudios, era tan joven para casarme.  

—Tu vida te la arruinaste tu mismo por ser un irresponsable. Ahora sé un hombre y cumple tu responsabilidad —me miró con disgusto—. ¿No sé cómo Zoe puede amarte tanto? Incluso prefirió quedar como una cualquiera ante los ojos de su padre a darte una responsabilidad. Zoe es demasiada mujer para ti y no la mereces.  

—Si sabes que no la merezco, ¿por qué abriste la boca? —pregunté exasperado por la imprudencia de Mayra.  

—Eres tan tonto, no puedo creer que seas mi hermano. Caleb, si confesé la verdad fue por Zoe, porque ella no merece el desprecio de su padre por un idiota como tú —escupió sus palabras llenas de vergüenza por mí.  

—Desde que Zoe llego a mi vida, lo único que ha hecho es arruinarla —Manifesté y casi seguido papá me abofeteo.  

—¡¡Cállate Caled!! ¡¡No hables así de la madre de tu hijo!! —la miraba de mi padre denotaba decepción.  

—Papá, yo me puedo ser cargo del bebe, pero casarme con Zoe, eso si no puedo —no quería casarme, no la amaba y no quería amarrar mi vida tan joven.  

—¿Cuál es el problema con Zoe? ¿Por qué la detesta?, si ella lo único que ha hecho es amarte.  

—Por eso la detesto... porque me ama —manifesté sabiendo que eso decepcionaría más a mis padres.  

—Caleb eres un gran imbécil —expresó Mayra con rabia y se fue corriendo a su habitación.  

—Caled —no tenía opción. Tenía que casarme con Zoe.  

—Déjame en paz, papá, déjame disfrutar los pocos días que me quedan de felicidad —dije frustrado y caminé hacia la salida de mi casa.  

Entré a mi auto y fui directo a un bar. Quería gritar y maldecir esa noche, pero la pequeña chispa de felicidad en medio de mi amargura era causada por la llegada de mi primer hijo.  

NARRADOR. 

Neptali detuvo a Zoe, Sofía los encontró en medio de la calle y los tres regresaron a su casa.  

Los tres estaban en la sala en completo silencio. Neptali estaba pensando una forma de arreglar la situación y hacerla abortar no era una opción. Después de haberlo reflexionado tanto, él decidió hablar.  

—Zoe, te casarás —tanto Zoe como Sofía miraron a Neptali.  

—Papá.  

—Te buscaré un marido, él será el padre de tu bebe ante la sociedad —Zoe solo asintió con la cabeza.  

—Neptali, Zoe no necesita un marido —opina Sofía.  

—Si lo necesita, ese marido va a tapar su desliz.  

Sofía negó con su cabeza la actitud de Neptali. El ambiente estaba tenso y la llegada de los Ambrosio rompió la tensión.  

—Neptali —lo llamo Jaime, Neptali se puso de pie y vi la seriedad en los ojos Jaime.  

—Jaime, ¿pasó algo?  

La familia Dajones fija su mirada en Jaime, Mercedes y Mayra.  

—Primeramente, te pido disculpa por su ausencia, vengo a hacer lo correcto... Neptali, el padre del hijo que espera Zoe, es Caleb.  

Neptali frunció el entrecejo y miro a Zoe.— ¿Eso es verdad Zoe?  

Zoe se quedó en silencio y bajó la mirada dándole una respuesta clara a su padre. Neptali se sintió más decepcionado de ella, ya que le mintió para encubrir a Caleb.  

—Así que tu hijo es quien la embarazo. Disculpa lo que voy a decir de tu hijo pero: Caleb es un cobarde, vio todo lo que paso y no dijo nada.  

—Lo sé Neptali, pero no te preocupes, él se hará responsable.  

— Ni siquiera vino a enfrentarme.  

—La noticia lo sorprendió.  

—No lo justifique Jaime, ambos sabemos la verdad.  

—Caleb está conmocionado Neptali, él solo tiene 22 años... es normal que se asuste, pero, como lo dije ante él, se hará responsable... Caleb se casará con Zoe.  

Zoe alzó rápidamente la mirada, y su dulce corazón se aceleró por la noticia.  

—Sé que está siendo obligado, pero no me opondré a esa boda —manifestó Neptali—. Quiero que la boda sea lo más rápido posible, no quiero que se le note la barriga —agregó.  

—Bien. En 3 semanas Zoe se casará con Caleb.  

A pesar de que no fue como ella siempre lo soñó, se sentía feliz porque sería la esposa de Caleb, del único hombre que ella ha amado.