¿y si lo volvemos a intentar?

Capítulo 11. La traición.

ZOE.

Sonrío al sentir sus besos recorriendo mi espalda hasta llegar a mi hombro. Me muevo un poco hasta quedar de lado, llevo mi mano a su cuello y lo acerco más a mí y lo beso.  

Sonrío sobre sus labios cortando el beso. Caleb pasa su mano por mi cabello.  

—Has sido muy buena alumna, has aprendido todo correctamente, calificación 1000 de 10 —una pequeña risilla se me escapa.  

—Tengo un gran profesor que me enseña muy bien —muerdo mis labios.  

—¿Una segunda ronda? —propone. 

—¿No vas a trabajar?  

—Con un día que falte no pasará nada —acaricio su sien.  

—Siendo así yo no me puedo negar —me besa con frenesí y se pone encima de mí haciendo rozar su miembro con mi impaciente vagina que gritar ser atendida nuevamente.  

—Me encanta saborear tu cuerpo —susurra sobre mis labios y comienza a besar otros lugares.  

—A mí también —jadeo al sentir sus labios en mis senos duro por la excitación.  

Juega con mis pezones y los devora; me derrito como el oro cuando lo están fundiendo. Caleb comienza a bajar y siento su boca y muerdo mis labios al saber lo que me espera... placer, puro placer.  

— ¡¡Ah, Caleb!! —son las palabras que salen de mis labios al sentir su lengua en el parte más sensible de mi cuerpo.  

NARRADOR.

Minutos después. 

El timbre sonó y Laura abrió la puerta, ella saludó a la sexy mujer que llegó y que no dudo en ingresar. 

—¿Y Zoe? —preguntó con desagrado.  

—Ella está con el señor Caleb en la recámara.  

—Vete a hacer tus oficios, que para eso te pagan.  

—Con permiso —Laura se fue a la cocina.  

Claudia sonrío con malicia y caminó hacia la habitación, tocó la puerta. Al no oír respuesta, agarró la manija y esperó tener suerte.  

Ella sonrió al notar que la puerta no tenía seguro, e ingresó a la habitación. Escuchó los gemidos de Zoe que provenían del baño y sigilosamente caminó mientras esperaba tener la misma suerte con la puerta. 

Lentamente, movió y saboreó sus labios al ver a Caleb desnudo. Fijó su mirada en las nalgas de él y sintió envidia al ver como Zoe estaba pegada contra la pared mientras era arremetida con mucha pasión. 

Se excitó mucho y deseaba ocupar el lugar de Zoe. Ella vio como Zoe llegó a la cima del placer gracias a Caleb. Al ver que Zoe se estaba dando la vuelta cerró la puerta despacio. 

Claudia cerró sus ojos y comenzó a manosear su cuerpo imaginando la escena que sus ojos habían visto, pero no era Zoe a quien imaginaba, sino que era ella gimió do y gozando de lo que Caleb le hacía. 

El gruñido de Caleb la descolocó, nuevamente abrió la puerta y tragó grueso al ver a Zoe de rodilla y a él disfrutando del oral que le estaba haciendo.  

De mosquita muerta e inocente no tienes nada Zoe —dijo mentalmente y siguió viendo.  

ZOE. 

Me pongo el vestido y deslizo mi mirada hacia Caleb, agudizo mi mirada, ya que no tengo mis lentes y no veo bien. Logró ver los tres lunares que tiene Caleb en su pompa derecha.  

—Morbosa, no me veas que me intimidas —río.  

—¿Así que intimidante? —me acerco a él y lo beso—. Yo no soy intimidante, yo soy dulce, muy dulce —susurro sobre sus labios.  

—Eso lo sé muy bien —su mirada se fija en mí y se me pega más.  

—¡Caleb! —lo regaño.  

—Yo no tengo la culpa, es que tiene vida propia —me río por lo bajo.  

—Yo mejor te espero afuera —tengo que aceptar que Caleb es muy calenturiento.  

—¿Me dejas así, Zoe? —señala a esa cosota que hace maravilla.  

—Sí —le doy un casto beso y salgo del baño.  

Muerdo mis labios porque tendrá que usar otro recurso para que eso se duerma. Me acerco a la cama, agarro mis lentes y ahora si veo todo claro. Salgo de la habitación, y camino hacia la cocina, ya que quiero que hablar con Laura.  

—Zoe —me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla.  

—Hola... ¿A qué hora llegaste?  

—Hace unos minutos, Laura me dijo que estabas ocupada —siento mi cara arder—, ya sé en qué —reímos.  

Me siento al lado de Claudia. Ella se me acerca.  

—Oye... ¿Y Luke?  

Yo le conté a Claudia que Caleb cambio cuando Luke apareció.  

—En la mañana vino, ¿por qué?  

—Lo quiero conocer —me da una mirada seductora.  

—Él tiene una hija y tú para los niños no sirves —ella ríe.  

—Tampoco es que me quiero comprometer, solo es diversión —frunzo el ceño.  

—Luke es un gran chico y no merece eso.  

—Está bien, está bien —la mirada de Claudia se fija en la pequeña mesa de centro.  

—¿Qué pasa?  

—Zoe, ¿esas son tus llaves?  

—Sí.  

—¿Tienes muchas? —me río por su exageración.  

Agarro las llaves y le comienzo a decir, de que puertas son.  

—Esta es la de mi auto, esta es la casa de mis suegros, esta es la de la casa de mis padres, esta es la de mi habitación, esta es de la habitación de Andrés y estas dos son la de esta casa.  

—Yo únicamente tengo la de mi auto, mis padres no me han dado aún la llave de la casa.  

—Ya pronto te la han de dar.  

—Tengo 25 años, eso nunca va a pasar.  

—Zoe, no has visto... —miro a Caleb que viene sin camisa.  

—Hola —saluda Claudia.  

—Hola... Zoe, ¿no has visto mi camisa negra que tiene la corona pequeña?  

—Debe estar en el armario.  

—Ya la busqué y no está.  

—¿En la otra habitación?  

—No creo que esté ahí, casi todas mis cosas están en tu habitación —eso es cierto, poco a poco la ropa de Caleb fue a parar a mi habitación.  

—Sigue que ya voy.  

—Está bien —él se da la vuelta.  

— Claudia, discúlpame, pero ya vengo.  

—Ve con tranquilidad —ella me da una sonrisa a boca cerrada.  

NARRADOR.

Claudia aprovechó que Zoe se fue y agarró las llaves y retiró una en especial, ya que había pensado su magnífico plan. 

Vamos a ver cuanto te dura la felicidad Zoe —guardó la llave en su cartera.  

[***]  

Se encontró la camisa de Caleb, él se la puso y salieron junto de la habitación. 

Zoe siguió la conversación, mientras Caleb estaba jugando  en su celular un juego que había descargado Andrés. 

En la tarde.

Caleb fue por Andrés al preescolar y Claudia se quedó a almorzar con ellos. 

Claudia se quedó unas horas más tarde y después se fue. Caleb, Zoe junto a Andrés se pusieron a ver una película mientras comían palomitas. 

Al día siguiente. 

Caleb y despidió de Zoe, llevó a Andrés al preescolar y después fue a la fábrica. En la tarde Luke llevó a Dámaris con Zoe, se despidió de ella antes de que llegara a Caleb. 

Dámaris abrazó a Zoe diciéndole lo mucho que la quería. Caleb llegó junto a Andrés, vio a la pequeña niña y se acercó a ella. Dámaris se llevó muy bien con Caleb y a él también le agradó.  

Los 4 pasaron una tarde muy divertida. Luke recogió a Dámaris, y ella prometió volver otra vez. Caleb, Andrés y Zoe fueron a dormir juntos como la bella familia que son.  

Días Después. 

Caleb cayó rendido al lado de Zoe, ella se acerca a él y besa su mejilla.  

—Yo iré a dejar a Andrés donde mis padres, tú quédate aquí y descansa un poco.  

—Voy contigo.  

—Mi vida, mamá, quiere que la acompañe a comprar unas nuevas vasijas y demoraré un poquito, mejor quédate durmiendo.  

—Está bien —Caleb la besa con mucha ternura. 

—Te amo Caleb —susurra sobre sus labios y él la vuelve a besar.  

[***]  

—Días de visita —se miró frente el espejo y observó el diminuto vestido que tiene puesto —. Hoy arriesgaré todo... O eres feliz con Caleb, o consigo tu infelicidad Zoe... y lo mejor... me quedo con Caleb.  

Agarró su bolsa y salió de su habitación decidida a acabar esa relación.  

[***]  

Zoe se fue junto a Andrés, mientras que Caleb se quedó en la habitación durmiendo.  

Zoe llegó a la casa de sus padres y recibió la llamada de "su mejor amiga" y contestó. 

[***]  

Unos lindos ojos celestes veían la pantalla de su celular. Él veía la hermosa melena castaña de su amada esposa y sonrió. 

—¿Qué te pasa melocotón? —miró con amor a la mujer que tanto ama.  

—Claudia regresó —Mayra le enseñó la foto que Zoe subió en su estado.  

—¿Ella es la que no te agrada?  

—Sí. John, estoy segura de Claudia, siente algo por Caleb.  

—Pero es la amiga de Zoe.  

—Es que ella esconde algo... Claudia nunca a demostrado sentimiento por Caleb como lo hacía Zoe, pero yo siento que ella si está enamorada de él.  

—Tranquila, me dijiste que Caleb está intentándolo con Zoe, confía que todo estará bien, no creo que Caleb se interese por Claudia — Mayra miró con tristeza a John.  

—Caleb es alguien orgulloso, resentido, es un hombre con un ego muy alto y lo que más odia es que su reputación se vea afectada.  

—Por eso no acepta que ama a Zoe —Mayra asintió. 

—Sí... Si Caleb admitiera que se enamoró de la mujer que más detestaba su ego y orgullo estaría por lo suelo... él jamás aceptara que la ama.  

—Él madurará Mayra, ahora que lo está intentando con Zoe se dará cuenta lo buena persona que es.  

—Sufro por mi hermano, él suele tomar decisiones a la ligera y tengo miedo de que una de esas malas decisiones acabe con todo lo que tiene... Aunque me cueste aceptarlo, Caleb no merece ni a Zoe ni Andrés, pero no quiero que los pierda —manifestó con tristeza.  

—Melocotón, no te preocupes más y disfrutemos de nuestra luna de miel, todo va a estar bien.  

—Eso espero John.  

John besó a Mayra y la alzó llevándola a la habitación para consumar su amor.  

[***]  

Un taxi se detuvo frente a la casa y una bella figura salió. El taxi se fue y ella caminó hasta la puerta; sacó la llave que había robado. 

—Espero y no llegues a tiempo Zoe, pero no te preocupes, yo te haré escuchar el audio para que me creas —sonrió de lado.  

Utilizó la llave y abrió la puerta, Laura no estaba por lo que Caleb estaba solo 

Caminó a pasos rápidos a la habitación de Zoe, ingresó y vio a Caleb en bermuda y sin camisa, saboreó sus labios y se acercó a él. Comenzó acariciar su espalda y se quejó por el fuerte apretón en su muñeca. 

—¿Qué haces aquí, Claudia? —Caleb la mira con el ceño fruncido.  

—Vine a ver Zoe, no esperé encontrarme contigo y viéndote se ve que estás bien dotado.  

—Zoe no está aquí, puedes irte.  

—Caleb, siempre alardeabas con tus amigos lo bueno que eras en la cama, pero viéndote dudo de eso —Caleb, sonrió de lado.  

—Pregúntale a Zoe y ella te dará una clara respuesta —Claudia rio a carcajada.  

—Si Zoe no tiene experiencia con hombres, ella únicamente ha estado contigo... bueno, eso es lo que me ha hecho creer —Caleb tensa la mandíbula.  

—Dices ser su amiga y estás que difamas.  

—Como la defiendes, veo que es cierto —suspiró apenada y eso hizo enojar a Caleb.  

—¿Qué cosa es cierto?  

—Que estás enamorado de Zoe... nunca pensé que lograría su capricho, nuevamente perdí esa apuesta —suspiró decepcionada.  

Ella se intentó levantar, pero Caleb la retuvo.  

—¿De qué apuesta hablas?  

—De que Zoe te iba a enamorar y le funciono tan bien, no puedo creer que mi amiga haya maquinado tan bien las cosas —Caleb miró con odio a Claudia.  

—¡¡Mientes!! Zoe nunca haría eso.  

—Caleb, no conoces a Zoe.  

¿Cómo la vas a conocer si no le prestas atención? Caleb, eres un tonto.

La conversación con Mayra vino en un recuerdo fugaz a su cabeza.  

—Ella no es así —Claudia se le burló.


—Te enamoraste. ¿Quién lo diría que el inalcanzable Caleb se enamoró de su acosadora?... Zoe es magnífica, consiguió enamorarte; es que te ves tan ridículo.  

—¡¡Cállate!! —gritó furioso, la rabia lo estaba envolviendo.  

—Caleb, tú piensas que el encuentro de Luke fue casual, todo eso era parte de un plan de ella. Quería ganar la apuesta y lo hizo.  

—¡¡Eres mentirosa!!  

—No me crees, para que veas que Zoe me cuenta todo y que lo digo no es mentira... Aquel día en que vine, Luke llegó a visitar a Zoe.  

Caleb miró a Claudia lleno de duda.  

—Tú y Zoe lo hicieron en el baño, ella pegada en la pared y tú complaciéndola. Después te hizo un oral el cual lo disfrutabas muy bien —Caleb creyó todas las mentiras de Claudia, ya que todo eso pasó.  

—Te diré algo más... Zoe me dijo que en nalga derecha tienes 3 lunares... ¿Acaso miento Caleb? Zoe te engañó y tú caíste redondito en su juego —Claudia disfrutaba el ver la cara de Caleb.  

En 5 años una persona cambia, y yo nunca le preste atención a Zoe... ella me ha engañado todo este tiempo —Dijo mentalmente mientras hacía puño las manos de la rabia  

—¿Dónde quedó tu orgullo Caleb? ¿Dónde quedó tu ego? ¿Dónde quedó tu reputación? Ahora que me pongo a pensar eso de que eres tan bueno en la cama es pura mentira... Caleb, que se siente estar enamorado de la mujer que siempre rechazaste —le echaba más leña al fuego de la ira que había en Caleb. 

—¡¡Yo no amo a nadie!!  

—Si le eres fiel a Zoe. Dejaste tu vida por ella, solo por Zoe.  

—Yo no amo a nadie, y menos a la fastidiosa de Zoe —vociferó con profunda rabia.  

—Zoe te hirió tu orgullo, lo hizo y eso es algo que nadie va a cambiar —Caleb la agarró del abrazo y la sacó de la habitación.  

—Mi orgullo está intacto —la soltó con brusquedad. 

Lo peor que le podía pasar a un hombre como Caleb era que hieran su orgullo de macho.  

—Demuéstrame que eres el mismo Caleb de antes, aunque yo creo... 

Caleb se acercó peligrosamente a Claudia. Hundió sus dedos en el cabello de ella. 

—No pienses que soy una blanca paloma Claudia, si a mí tientas... terminas mal.  

—Demuéstramelo Caleb —la tiró al sofá.  

—Tú únicamente espera —lleno de rabia, fue a buscar los preservativos que no había usado desde que comenzó su intento con Zoe.  

Caleb agarró el preservativo y salió de la habitación tirando la puerta con fuerza. Mientras, Claudia ya lo esperaba desnuda. 

—Ponte en cuatro, Claudia.  

El saber que Zoe reveló su intimidad con otra persona fue suficiente prueba para creer todas las mentiras de Claudia. El orgullo, la rabia, el ego habían cegado a Caleb.  

Claudia obedeció y se puso en 4. Caleb sacó su miembro, se puso el condón y se introdujo en ella con furia. 

Caleb, tú piensas que el encuentro de Luke fue casual, todo eso era parte de un plan de ella, quería ganar la apuesta y lo hizo.

Te diré algo más... ella me dijo que en nalga derecha tienes tres lunares... ¿Acaso miento Caleb? Zoe te engaño y tú caíste redondito en su juego.

Las falsas palabras de Claudia resonaban en la cabeza de Caleb. Con rabia se movió y Claudia disfrutaba del placer que había causado su mentira.  

—Zoe —dice Caleb y eso provocó rabia en Claudia, ya que Caleb estaba pensando en la mujer que siempre ha detestado.  

—¡¡Más duro Caleb!! —suplicó por más.  

Todo se detuvo ante sus ojos, y como si fuera una cámara lenta vio la impactante escena.  

—Caleb.  

Caleb se detuvo bruscamente, miró a Zoe y fijo su mirada en las lágrimas que en sus mejillas resbalan.




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