Tus raíces no definen quien eres. No definen tu personalidad o tu futuro. Eso es lo que siempre se repite Yami para no corromperse ante la oscuridad que existe en el Límite.
Yami está aterrorizada de que le pase algo, es normal y eso se lo hará saber su luz, Hikari.
Ellas no lo saben, pero un largo camino lleno de dolor y de miedo les espera a ambas, pero como siempre, si hay miedo, debe existir el amor y la confianza.
Yami debe de tener cuidado, no puede permitirse ser gris, porque eso significaría su muerte.
“Los protectores del Límite, tienen prohibido tener sentimientos”