Yo cambiare mi destino

Un Reencuentro Inesperado

Después del accidente y la perdida te memoria, el alfa (eduar) dudo de tu muerte pero como era niño lo creyo.

Eduar desde ese dia ya no era el mismo.
Se convirtió en un Alfa frío, brutal, sin límites.
Ganó respeto en las calles, se perdió en la velocidad, en las peleas, en las noches sin memoria.

Todo porque perdio a su beta.
Todo porque le dijeron que había muerto.
Y lo peor… fue que lo creyó.

Mientras su beta crecía en otro mundo.
Fue llevada lejos, sobrevio, lucho, crecio, se volvió empresaria.
Pero había algo que siempre ardía en ella.
Algo que no entendía.
Una obsesión por la adrenalina. Por las carreras. Por las motos.
Era como un vacío que solo podías llenar cuando pisabas el acelerador.

Haci q cuando llegasto a la ciudad M
Lo primero que iso fue ir a una pista de carrera de un amigo de esa ciudad.

Sin pensar que desde ese día su vida cambiaría.

Eduar nunca esperaba nada de las carreras clandestinas.
Las pistas eran su escape, su refugio, el lugar donde se mataba un poco más cada noche.

Pero esa noche, algo cambió.

Desde el otro lado de la pista, entre el ruido de los motores y el olor a gasolina, la vio por primera vez.
A una chica beta
Pero no una cualquiera.
Una Beta que le provocó un latido extraño en el pecho.

Le vio subir a la moto con seguridad.
El casco cubriéndote el rostro.
El cuerpo relajado, pero con una presencia imponente.
Una frialdad que no era de una Beta.
Un aura dominante, casi de Alfa.
Pero cuando se bajo de la moto, cuando se rio con los demás…
Esa sonrisa fue tan cálida, tan suave, que lo desarmó.
Eso no era propio de un Alfa.

No encajabas.
No tenía sentido.
Y eso lo volvió loco.

No se acercó a ella esa noche.
Pero le siguió con la mirada.
Le buscó con los ojos cuando pensaba que ya se habías ido.
Y cuando le vio en otro circuito unos días después, volvió a sentirlo.

La misma presencia.
La misma mezcla que no podía entender.
Fría, como un Alfa.
Amable, como un Omega.

Empezo a obsesionarlo.
Se convertiste en su nuevo escape.
En su nueva droga.
En su nuevo error.

Lo que Eduar no sabía que ella
era la que creía perdida.
La que creía muerta.

Y mientras él la observaba desde lejos, busco en ella un “reemplazo” para la Beta de su infancia….




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