3. El partido y la fiesta

Llegamos a el campo fútbol de la escuela. Esta lleno. Ya no cabe ni un alma aquí. Las únicas luces que hay son las lámparas del campo y los flashes de los celulares. La fiesta después del partido se hará en casa de Jackson. Solo espero divertirme esta noche.

No suelo ser de las personas que se guían de las intuiciones, aunque las mías siempre resultan ser ciertas, pero hoy... Es algo distinto, siento que algo pasará, pero no sé si es bueno o malo y tengo miedo.

El partido está por comenzar y aún no he visto a Liam por ningún lado ¿Estará bien?

—Bienvenidos a el primer partido de "School of New York" — gritos — Primero que nada, les presentaremos a el capitán de cada equipo... Con ustedes Liam Harris — sale Liam con una sonrisa — Y con ustedes, Mark Monroe, capitán del equipo contrario.

—Buuuuuu— gritan todos de nuestro lado.

—Bueno, bueno, comenzamos.

Los gritos se hacen más fuertes cuando empieza el partido y los chicos corren como locos. Todos gritan y disfrutan. Yo apoyo a mis hermanos, a Daniel, Ian, Jackson y Liam, gritando porras y exclamaciones para animarlos.

—¡Vamos chicos! — grito.

—¡Hazme un hijo, Liam! — grita una chica a mi lado.

¡Iugh! Qué asco. No me imagino a Liam siendo padre. Seria pésimo en eso. Y el mundo no está preparado para otro Harris.

—¡A mi hazme un hijo, Mateo! — grita la chica de su lado.

—¡Qué asco! — digo con una mueca. 

Pasan los 45 minutos del primer tiempo. Los chicos toman agua y se reúnen a platicar sobre su próxima jugada. Al pasar los 15 minutos de descanso, retoman el partido.

—¡10 a 5! — grita Dani emocionada — ¡Vamos Mateo! — el nombrado voltea y sonríe. Estamos en la primera fila y podemos ver todo desde aquí. 

en el segundo tiempo, los chicos hacen distintas jugadas y logran meter varios goles. De vez en cuando, Liam mira a las gradas y nos sonríe.  

5 segundos

Me voltee 5 segundos

Solo fueron 5 segundos

Lo siguiente que veo es a Liam tirando en el piso, sangrando de la nariz.

Mierda.

No lo hagas Emma.

No lo hagas Emma.

No lo... Mierda

Corro hasta el campo lo más rápido que puedo, llego a donde está Liam sin pensarlo dos veces y en arrodillo a su lado.

—¿Estas bien?

—Si... Solo — tose y luego ríe — Me duele el estómago.

—¿¡Que mierda!? ¡Ese fue un golpe! — grita Mateo enojado. 

—¿Seguro que estas bien? ¿Necesitas algo? ¿Agua? ¿Vendas?

—Tranquila, estoy bien — me acaricia la mejilla. Su mirada baja de mis ojos hasta la playera. Sonríe — Si la usaste.

—Quería que me dejaras de molestar — sonrío viéndolo a los ojos. Joder. Sus ojos son hermosos.

¿Qué rayos estoy pensando? Más bien ¿Qué diablos hago aquí? Me estoy volviendo loca.

—¡Amor! — grita una voz chillona; Cloe —¿Estas bien? — se acerca a Liam.

El me mira y luego a ella —Sí, estoy bien.

—Me había preocupado bebé.

Alto. Paren todo. ¿Amor? ¿Bebé?

—¿A ti no te gustaba Tyler? — suelto, por alguna extraña razón, enojada.

—Ya no, ahora tengo novio, Liam.

¿Qué estoy sintiendo?

No lo se.

¿Por qué siento que me acaba de enterrar algo en el corazón?

¿Por qué me siento así?

Yo no siento nada por Liam.

No, no lo hago.

Solo es el amigo de mi hermano. ¿No?

Pero ¿Por qué me duele tanto?

—Oh, en ese caso, tu deberías usar su playera — me quito la playera que me dio Liam y se la doy a Cloe — Según tengo entendido la novia debería usarla — le sonrío como puedo — Voy a regresar a las gradas.

—Em... Espera — Liam me agarra la mano y me suelto.

—Ya está aquí Cloe para ver como estas, me tengo que ir.

¿Por qué mierda quiero llorar?

— ¿Estas bien? No te veía con esa cara desde que te prohibieron conducir — dice Thomas.

—Sí, solo... Me dio un mareo al ver la sangre.

—Okey... — Por la mirada que me dio, sé que no me creyó nada — Ganamos gracias a que hirieron a Liam, un idiota le dio en el estomago y en la nariz. — sonríe.

—Que bien, me alegro chicos — sonrío —Los espero en la camioneta.

Camino sin esperar respuesta y me subo en la parte de atrás de la camioneta. Saco mi celular y conecto mis audífonos. Tal vez eso necesite, música.

No entiendo por qué me siento tan mal. Yo no debería sentirme así. Tal vez solo me preocupé de más y eso me hizo daño, si, debe ser eso. No encuentro otra razón lógica.

Escucho a los chicos subirse y le sonrío, felicitándolos por lo bien que jugaron. Pero mi sonrisa desaparece al ver quién va subirse; Liam con Cloe. Okey, no me voy a quedar a ver como se besan todo el camino.

—¿Ya se fue Jackson? — pregunto.

—No, está arreglando sus cosas— dice Thomas.

—Perfecto, me voy con él.

—¿Por qué? — pregunta Tyler.

—Quiero hablar con él.

—¿Sobre? — pregunta Mateo.

—No lo sé... Cualquier cosa, los veo en la fiesta... — me intento bajar, pero alguien me detiene.

Alguien = Liam.

—Él va a llevar a los demás jugadores, no vas a entrar — dice Liam.

—Bien— me acomodo en mi lugar, sin ganas de pelear. Me pongo mis audífonos y cierro los ojos. Antes de que la música inicie, mi celular vibra y suena con su tono de llamada.

Número desconocido.

—Cam— susurro, emocionada.

—¿Número desconocido? — pregunta Tyler.

—Amm... Si.

—No contestes— ordena Thomas.

—Tranquilo— contesto —¿Hola?

—¿Quieres competir de nuevo?

— Ah, Cam, ¿cambiaste de número? — Recuerdo que el anterior era diferente — No lo sé, he tenido unos problemas— En otras palabras; Liam Harris — ¿Solucionaste lo que te pedí?

—Sí, cada que tu compitas, Logan tiene prohibida la entrada.