Yo solo quería ser popular

Palabras fuertes de un hombre extraño

Era una etapa superada de su vida. Un libro cuya última hoja ya había escrito. Sin embargo, volvía la sensación a sí. El vacío. El pulso acelerado. La punzada en el pecho. ¿Por qué regresaban? Todo iba bien… Todo pinta normal. Entonces ¿por qué por cada mínima cosa se atormentaba y se sentía basura? ¿Por qué todo lo llevaba al extremo?

¿Algo no funcionaba bien en su cabeza?

Probablemente…

Tal vez, todos teníamos algo de anormal.

Tal vez, solo era una palabrería para no sentirse tan miseria. Para no victimizarse…

Todos estamos con la mierda hasta el cuello, pero algunos nos angustiamos más que otros… Eso debe ser…

No hay nada de malo en los pensamientos intrusivos, las reacciones físicas, las adicciones recreacionales…

¿Por qué entonces debía sentirme extraño con mi sensación de vacío? Con mi conformismo ante el sin sentido de la vida… ¿Qué había de malo con ello?

¿Por qué el espanto ante las dudas existenciales?

Ante sus respuestas crueles… Somos producto del capitalismo y a él debemos rendirle tributo hasta el fin de nuestros días.

No hay tal cosa, como un propósito para cada uno, ni algo en lo que seamos imprescindibles. Somos parte de un todo. De algo mucho más grande. Pequeños engranajes de una máquina de hacer dinero. Unos destacan por sobre otros. Afortunados o no, son un pequeño y selecto puñado de entre más de siete mil millones, aquellos que nacieron para estar por sobre otros o nacieron con atributos que los hacen destacar… Pero son privilegiados y ningún esfuerzo descomunal puede llegar a igualarlos.

En noches como esta, me alegro de ser una persona callada e impopular.

¿Cuántas muecas de disgusto me he ahorrado al no exponer mi lado amargo? Bastantes asumo. Si bien, soy abierto al diálogo, dudo que alguien pueda replicar ante mi “lógica”, por la sencilla razón de que es bastante deprimente y la gente evita lo deprimente, si no se toma con humor, o con una seriedad solemne.

Y, como no encuentro lo solemne en mi verborrea, son para mí, las palabras de un -inculto- amargado.

O de un ser humano frustrado.

O un escritor frustrado.

O un exitoso fracaso del libre mercado.

O de un alienado.

Tal vez solo sean las tristes cavilaciones de un pobre diablo.



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En el texto hay: random, boludeces, opnionesfumadas

Editado: 13.07.2022

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