Capítulo 10

Eva sonrió al mirarse al espejo, llevaba un elegante vestido rojo, ceñido a su cuerpo, con toda la espalda al descubierto, su cabello recogido en un elegante peinado dejando su cuello desnudo. Sus labios pintados de rojo, se giró un poco y se dio cuenta que realmente ella era otra mujer, Susana jamás se hubiera puesto ese vestido, el frente tenía un escote dejando ver el valle de sus senos, estos eran llenos, redondos, realmente nunca se entero que tenía un hermoso cuerpo, creado para tentar y su único objetivo era Vicenzo Salvatore.

Tomo su bolso de mano a juego con su vestido, salió decidida de su habitación y pasó su mano por la abertura a un costado de su pierna, está era Eva Pandora, una mujer llena de sensualidad.

Bajo lentamente las escaleras, Vicenzo estaba de pie al final de está, ella se quedó sin aliento al ver a ese hombre, llevaba un traje hecho a su medida, resaltando el cuerpo bien trabajado, su cabello peinado hacia atrás sin ninguna hebra de fuera, jamás sintió deseo sexual por alguien, su amor por él era puro, dulce, pero en este momento al ver ese rostro demasiado hermoso dibujar una sonrisa, sintió que su cuerpo despertó de un largo sueño y eso la hizo enojarse más ¿cómo era posible que su cuerpo reaccionará al hombre que la mando a matar?

Vicenzo se quedó sin moverse, sus ojos sorbian de la belleza de Eva, se sentía confundido por que ella le recordaba a Susana, pero al mismo tiempo no podía imaginar a Susana vestida así de sensual, sus ojos repararon en la pierna de Eva, bien torneadas, su piel se veía suave e invitaba a ser acariciada, reparó en las sandalias de tiritas que llevaba haciéndola ver más sexy, las uñas de sus pies iban pintadas de rojo, él siempre se fijaba en los pies de una mujer, la manera como los cuidaban le decian muchísimo de la mujer y Eva Pandora los llevaba bien cuidados.

Cuando ella llegó a su lado, vio sus labios tentadores curvarse en una sonrisa, sin decir nada extendió su mano y acomodó su corbata.

—Ahora te ves perfecto Vicenzo —su voz fue un susurró que hizo que sintiera cosquillas en su columna.

—Gracias, vamonos —extendió su brazo para que ella lo tomará.

—Espero esta noche nos podamos divertir mucho señor Salvatore —él frunció el ceño por que sus palabras le sonaron a burla. 

El trayecto hacia la fiesta lo hicieron en silencio, Vicenzo aún seguía sorprendido por el extraño cambio de Eva, fue algo de la noche a la mañana y honestamente no confiaba en ella. Desde que llego había demostrado desagrado por él y se preguntaba que había hecho cambiar a Eva Pandora.

Al llegar a la fiesta, la ayudó a bajar del auto, ella por accidente rozo su cuerpo con el de él y para su molestia, reaccionó como un adolescente.

Le resto importancia y poso para la cámara, los periodistas estaban ahí, cubriendo la noticia de los nuevos miembros y mayores accionistas del grupo Santiago.

Luego de posar juntos por un buen rato, al fin pudieron entrar al salón, muchas cabezas se giraron cuando ellos estaban en la entrada, ella tomada del brazo de Vicenzo, no pasó desapercibido que él llevaba una corbata a juego con el vestido de Eva, muchos dijeron que era casualidad, otros no, sabían que era muy difícil que fuera una casualidad.

Eva busco con la mirada a su hermana, ella estaba conversando con un hombre, en su mano tenía una copa y estaban riendo, al verla tan relajada, supo que Melany aún no se había percatado de su presencia.

Rápidamente fueron rodeados por el personal del Grupo, todos saludaban amablemente y por supuesto querían ver de cerca a la mujer sensual que tenían frente a ella.

Eva vio a Rodrigo en un rincón, sus miradas se conectaron, pudo apreciar a la deliciosa criatura que estaba ahí, pero no le causaba nada, más que molestia, sentía odio por Eva, por que estaba acabando con Susana. Esta mujer era la que tenia que estar muerta no su Susana, dio un sorbo a su bebida y desvió la mirada, no podia sentir molestia por Eva.

Y el momento esperado llego, Melany giró su rostro hacia donde estaban ellos, después que el hombre le susurró algo al oído, disfruto la cara de sorpresa de su hermana y luego la de furia, la vio avanzar hacia ellos y a pocos pasos de ellos, Eva tomó la mano de Vicenzo.

—Bailemos —no espero respuesta de él, lo arrastró hacia la pista, echo sus brazos a su cuello y en ese momento supo que fue mala idea invitarlo a bailar, su cuerpo se amoldo al de él, sus manos rodearon su pequeña cintura y su cuerpo se lleno de ansias y de deseo por Vicenzo, sus ojos se posaron por un momento en sus labios, por años se preguntó como sería un beso de Vicenzo. Él era el amor de toda la vida de Susana, él la hizo anhelar una vida junto a él, en darle hijos, en soñar que hasta el último aliento de su vida sería junto a Vicenzo Salvatore.

—Vicenzo ... —escucho la voz de su hermana llamarlo, pero él no al parecer por el ruido, de reojo miro a Melany acercarse, suspiro e hizo lo más loco de su vida, atrajo la cabeza de Vicenzo, se puso de puntillas y se apodero de la boca de él... su primer beso... no..pensó... era el segundo beso que daba en su vida, ya que el primero lo tuvo con aquel extraño en una noche de fiesta.

Cerró los ojos y por un momento se permitió disfrutar el beso del hombre que había amado toda su vida por que Vicenzo no la rechazo, correspondió a su beso con pasión.

Unos momentos Eva se olvidó de todo, pero fue pocos momentos, al sentir como Vicenzo la apretó con fuerza a su cuerpo y pudo sentir la dureza de este, recordó que él se había revolcado con Melany, se separa rápidamente y lo mira con altivez, quería que él supiera que no significó nada.

—Vicenzo —Eva se gira y se encuentra con Enricco, él la miró extrañado y luego a su hijo. —¿Susanita?

—Soy Eva Pandora —Enricco estrechó su mano, pero su mirada no se apartaba de su hijo, la fiesta seguía, nadie de los que bailaban se percataron del beso de ellos, sólo Melany que había desaparecido y el padre de Vicenzo.