Yo soy Vanesa

Un día entre hermanos.

Para poder conocer que ha sucedió en estos 15 años, veo los álbumes de fotos y relaciono con las historias de Vanesa.  

"Primero esta Miguel Lith, mi padre es un hombre perfeccionista, no es afectivo, le importa que sus hijos sean los números uno en todo, me quiere, pero es un adicto al trabajo y solo le importan los resultados, no ve todo el sufrimiento que me pasa en la casa o el colegio y cuando le contaba algo no me creía.  

 Segunda Gladis Lith, es mi madrastra, me odia desde mi nacimiento, me trata como si fuera una basura y desde siempre ha hecho que los adultos me traten con desprecio, pero no más como les metió en la cabeza a mis hermanos que deben despreciarme y humillarme, disfruta mi sufrimiento.  

Tercero Samuel Lith, me insulta, me pone zancadillas y daña todos mis juguetes, es cruel, pero a la que más odio es a mi hermana.  

 Cuarta Ágata Lith, es una hipócrita en la casa me ignora y se comporta como un ángel frente a mi padre, pero en el colegio puso a un grupo de niñas en mi contra, los niños pueden llegar hacer muy crueles (bullying), la forma en que me humillaban dentro y por fuera del colegio, para después que pudiera ver la sonrisa de satisfacción de Ágata."  

  

Esos son los crímenes por los que serán sentenciados, pero que hago con Lucas, veré si es una amenaza o no, hasta el momento ha sido bueno, pero no sé si está actuando y realmente creo que Vanesa no querría hacerle daño.  

Bajo al comedor, se supone que todos los días almorzamos juntos como familia, pero mi madre está en la cocina almorzando con los sirvientes. El comedor tiene un aire pesado.  

  

—¿Alguna vez has visto un cadáver hermana? — Una voz con entusiasmó rompe la atmosfera 

—Lucas, esas cosas no se preguntan — Miguel lo reprende.  

—Lo siento, padre — murmura Lucas con la cabeza agachada.  

—Si, he visto cadáveres y muchos para contar, Ayits es un país de constante conflicto — le respondo con naturalidad.  

  

Tras decir eso el comer se sintió más pesado, mis otros hermanos me veían con desprecio, pero también con una pizca de miedo. Al terminar Lucas me invito a jugar videojuegos, era uno de soldados con armas.  

  

—No sabía, si proponerte este juego, no sé si sea apropiado, aunque es mi favorito — me habla mientras suda nerviosamente.  

—No hay ningún problema, no me molesta el juego — le respondo cálidamente tratando de tranquilizarlo.  

  

Empezamos y apesto, me mataron tantas veces en el juego, es muy diferente en la vida real, puedo ver como sus mejillas regordetas se mueven de orgullo por ganarme. 

  

—¿Hermana Vanesa alguna vez has tocado un arma? — me pregunta con ojos llenos de emoción. 

—Si, es muy diferente a los videojuegos, pesan, suenan y son peligrosas. — le respondo firmemente. 

—¿Has matado a alguien? — me pregunta con la voz entrecortada. 

—Si, por defensa propia. — le respondo de tajado mientras miro que toma aire.  

—Sabes no sabía que existías hasta hace 2 años, te secuestraron a mi edad y nadie te recordaba, pensé en sentir lastima por ti, pero no tienes miedo de pelear y poner la cara, sé que no te llevas bien con mis hermanos y mi madre por ser hija de una sirvienta, a pesar de eso te quiero aunque seas una asesina eres mi hermana, la única que se sienta a jugar conmigo y aunque sea por poco, la que no me trata como un niño ignorante del mundo — habla rápidamente mientras sus mejillas regordetas se mueven.  

—Eres un niño inteligente y bueno — le toca suavemente la cabeza mientras lo despeino.  

  

Al final solo gane una partida y me fui al cuarto, en la mayor parte del juego recordaba mi pasado la primera vez que dispare un arma y también cuando asesine a alguien por primera vez, no mentí fue por defensa propia, también me di cuenta que ese niño es peligroso se ve tan adorable que me hace bajar la guardia y por un momento le respondí como Luisa.  

El hombre que me compro, me entreno para ser una asesina una vil mercenaria que mata por dinero cuando no son misiones que me da él. 

  

—Mocosa no sabes hacer nada bien, debí haber vendido tus órganos, eres una inútil — una voz espera me grita y me sujeta los hombros fuertemente.

—Lo siento, lo hare mejor la próxima vez — le respondo nerviosa y con lágrimas en mis ojos.  

  

Mientras por dentro pienso maldito viejo dije que quería ser una asesina no su esclava, porque tengo que barrer, lavar y cocinar, no puedo envenenarlo ya que me hace probar primero todo, pero dejo la pistola en la mesa cargada es mi oportunidad de matarlo y escapar, aunque aún no me ha ensañado a usar una, realmente quiero escapar de este lugar.    

Él estaba en la sala y yo a unos metros, estaba apuntando a su cabeza el me vio y sin dudar yo disparé, la bala dio en el mueble, volví a disparar, pero la pistola ya no tenía balas y el comenzó a reírse con locura.  

  

-IDIOTA a ¿dónde estabas apuntando? desde que te vi me quedé quieto, NUNCA apuntes a la cabeza si no tienes buena puntería, apunta al pecho y comenzó a darse palmadas en él, esta es un área muy amplia y más fácil de no fallar, también para hacer más daño, para ser más exactos apunta al corazón. — me grito mientras se burlada de mi falla 

—Sabias ¿qué te iba a disparar? — me di cuenta que no era una coincidencia que el arma solo tuviera una bala. 

—Si, tardaste mucho por eso eras una inútil, pero ya voy a entrenarte de verdad — me observo con una obsesión de crear a un monstruo.  

 

Es un recuerdo bueno, aunque lo odiaba, llegue a tenerle respeto, nunca me dijo su verdadero nombre, fue lo más cercano a un papá que pude tener, pero al mismo tiempo todo mi ser le tiene miedo, recuerdo que una de las razonas por las que queríamos volver era para separarnos de ese mundo eso era lo que decía ella, dado que no le gustaba como tenía el control de todos los miembros como si fuéramos su mercancía.  




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