Tras varios días agotadores pero emocionantes, por fin es viernes, y mi primera semana de universidad está apunto de terminar.
Bastante satisfecho con cómo ha transcurrido ésta, tengo pensado quedarme a ver unas pelis en el cuarto, ya que Baek seguramente se irá de fiesta y yo podré estar tranquilo.
Cojo mi mochila y salgo temprano para ir a buscar un café queme aporte una inyección de energía adicional para recibir el fin de semana.
—Eres V, ¿verdad? —dice una voz masculina que tengo detrás en la cola de la cafetería.
Al volverme veo al chico del pelo rosa de la fiesta. Si no recuerdo mal, Baek lo llamó Michael
—Sí—respondo, y me vuelvo de nuevo hacia el mostrador en un intento de evitar establecer más conversación
—¿Vas a venir esta noche a la fiesta? —pregunta.
Debe de estar mofándose de mí, de modo que, suspirando, me vuelvo de nuevo y estoy a punto de negar con la cabeza cuando añade:
—Deberías. Va a ser genial
Y se pasa sus pequeños dedos por una enorme hada que tiene tatuada en el antebrazo.
Me quedo parada un instante, pero sacudo la cabeza y contesto:
—Lo siento, tengo planes. Y ademas, no quiero ver a jóvenes teniendo sexo. Digo y el se ríe.
—Vaya. Sé que Hongseok quería verte. —No puedo evitar reír al oír eso, pero el sólo sonríe—. ¿Qué? Justo ayer estuvo hablando de ti.
—Lo dudo mucho... pero, aunque así fuera, tengo novio —le digo, y su sonrisa se intensifica.
—Qué pena, podríamos haber tenido una doble cita —dice de manera ambigua, y yo doy gracias a Dios para mis adentros cuando el camarero me pregunta qué quiero.
Con las prisas, cojo la taza demasiado rápido y un poco de café se derrama por el borde y me quemo la mano. Maldigo entre dientes y espero que ésta no sea la tónica general de mi fin de semana.
Michael se despide de mí con la mano y yo sonrío amablemente antes de marcharme.
Sus comentarios se repiten en mi cabeza. ¿Una doble cita con quién? ¿Con ella y Jungkook? Que locura, eso seria ir al matadero. Por muy agradable y atractivo que sea Hongseok, Wooshik es mi novio, y yo jamás haría nada que pudiera hacerle daño. Sé que no hemos hablado mucho esta última semana, pero es que los dos hemos estado muy ocupados.
Tomo nota mental de llamarlo esta noche para ponernos al día y ver qué tal le está yendo sin mí.
Tras mi incómodo encuentro con el señor del pelo rosa, mi día mejora.
Jimin y yo habíamos hecho planes de empezar a quedar en la cafetería antes de las clases que tenemos en común, de modo que ahí está, apoyado contra la pared de ladrillo. Cuando me acerco, me recibe con una amplia sonrisa
Ah Dios, ¿Por que todos en esta universidad son tan atractivos? —Hoy tengo que irme a la media hora de empezar la clase. Se me olvidó decirte que me marcho a casa para el fin de semana —dice
Me alegro de que vaya a visitar a su padre, pero detesto la idea de pasarmela clase de literatura sin él, y con Jungkook, si es que aparece. El miércoles no vino, aunque tampoco esque estuviera pendiente de si venía o no.
Me vuelvo hacia él.
—¿Tan pronto? Si acaba de empezar el semestre. —Es el cumpleaños de mi abuela, y hace meses le prometí que estaría allí —dice encogiéndose de hombros.
En clase, Jungkook se sienta a mi lado pero no dice nada, ni siquiera cuando, como me había anunciado, Jimin se marcha a los treinta minutos, cosa que de repente acentúa la presencia de Jungkook en el asiento contiguo.
—El lunes empezaremos con Orgullo y prejuicio de Jane Austen —anuncia el profesor al final de la clase.
Aunque no me ha dicho absolutamente nada durante toda la clase, Jungkook camina muy cerca de mí
Juro que sabía lo que iba a decirme al ver esa socarrona mirada en sus ojos.
—Deja que lo adivine —dice—: estás perdidamente enamorado del señor Darcy
—No seria raro,todas las personas que han leído la novela lo están. Pero a mi me gusta Elizabeth —contesto sin mirarlo a los ojos.
Llegamos a una intersección y miro en ambas direcciones antes de cruzar la calle.
—Por supuesto que sí —se ríe, y continúa siguiéndome por la bulliciosa acera.
—Seguro que eres incapaz de comprender el atractivo del señor Darcy—replico.
Me viene a la cabeza el recuerdo dela inmensa colección de novelas que tiene Hardin en su habitación. Es imposible que sean suyas. ¿O no?
—¿Un hombre rudo e insufrible convertido en un héroe romántico? Esa bsurdo. Si Elizabeth tuviese algo de sentido común, lo habría mandado a la mierda desde el principio.
Me echo a reír ante su elección de palabras, pero me cubro la boca y me detengo. La verdad es que estoy disfrutando de nuestra pequeña discusión, y de su presencia, pero sólo es cuestión de tiempo—tres minutos,con un poco de suerte— hasta que diga algo inconveniente. Al levantar la vista veo sus dientes de conejo que adornan su sonrisa y no puedo evitar admirar lo guapo que es, a pesar de los piercings y demás.
—¿Estás de acuerdo en que Elizabeth es una estúpida? —Enarca una ceja.
—No, es uno de los personajes más fuertes y más complejos que jamás se hayan escrito —digo en su defensa,usando las palabras de una de mis películas favoritas.
Él se echa a reír de nuevo y yo también. Pero al cabo de unos segundos,al sorprenderse riéndose a gusto conmigo, para de repente y sus risas se disipan. Algo destella en sus ojos.
—Ya nos veremos, TaeHyung—dice,y a continuación da media vuelta y desaparece en la dirección por la que hemos venido.
«Pero ¿qué le pasa?», me digo.Antes de que pueda siquiera empezar aanalizar su actitud, mi teléfono empieza a sonar. El nombre de Wooshik aparece en la pantalla, y me siento extrañamente culpable al contestar.
—Hola, Tae, iba a responder a tu mensaje, pero he pensado que era mejor llamar —dice Wooshik con la voz entrecortada y algo distante.