Prólogo

Agnes

Hacía frío, mucho frío. Eran las dos de la madrugada, y acababa de salir de la discoteca con mi amiga. Había sido una gran noche.

Iba mirando distraída al suelo para no caerme, cuando sentí que había chocado con algo. Era muy alto y por su corpulencia pude notar que era un hombre -aunque no estaba muy segura, ya que tenía el rostro oculto bajo una capucha- mi amiga lo miraba con miedo, yo estaba fija en el sitio, no podía echar a andar por mucho que quisiera.

―Mira por dónde vas― dijo con voz amenazante.

―Tú también tuviste la culpa de que chocáramos capullo― le dije, no me iba a quedar callada. Ya había visto a gente como el antes y no me daba miedo.

―Veo que la niña tiene huevos― dijo el muy imbécil acercándose cada vez más con una pose amenazante, pero antes de que le respondiera pude sentir como tiraban de mi brazo.

―Estas loca― susurró mi amiga, pero antes de que ella terminara de hablar el capullo la interrumpió.

―Nos veremos niña― dijo gritando, y pude notar sus ojos en mi culo― Bonito culo― volvió a gritar, y sin pensármelo dos veces alcé mi mano enseñándole el dedo de en medio con una sonrisa sarcástica.