You | Un Caos Perfecto

Capítulo 8

Agnes

Me desperté desorientada, me dolía mucho la cabeza. Sentía como si me estuvieran dando golpes constantes en un mismo sitio. Tenía resaca, y no una simple resaca, no. Una resaca de la hostia. De las que no se te olvidan en la vida.

 

Pero de tanto pensar en mi resaca no me había dado cuenta de donde estaba, y como estaba. DIOS, NO PUEDE SER. Estaba en una cama que no conocía, en una habitación que no conocía y en puta ropa interior. Joder joder joder. De repente me empezaron a venir flashes de mi noche anterior. yo llegando a las carreras de coches ilegales, yo emborrachándome como una gilipollas, yo retando a un tío el doble de grande que yo a una carrera, yo liándome con dos tíos después de ganar la carrera y también yo siendo llevada en hombros como un saco de patatas por Maverick, JODER JODER JODER MAVERIK.

 

Rápidamente me levanté de la cama en la que estaba y me dispuse a buscar mi ropa desesperadamente. por mucho que quisiera irme de allí no podía hacerlo sin la ropa, aunque a mi me importaba una mierda a la gente no le iba a gustar mucho y sinceramente hacia frio y no sabía dónde coño estaba.

 

Recogí mis cosas y me dirigí a la entrada, en el salón había dos barbies de imitación durmiendo en el sofá medio desnudas. Asco, repulsión. Eso sentí al pensar que probablemente Maverick se había acostado conmigo y con las dos poli operadas la misma noche, y nos había llevado a todas a su casa como si fuéramos sus putas de lujo o algo por el estilo. Reprimí mis ganas de vomitar y fui hacia la puerta. Maverick era un capullo integral, no sé porque me sorprendía si ya me lo había demostrado otras veces.

 

Cuando abrí la puerta me encontré a Maverick cargado de bolsas con lo que parecía el desayuno, esto es el colmo no solo no se conforma con una, sino que lleva a tres chicas a su casa y ahora pretende que comamos los cuatro tan ricamente como si no pasara nada. Esto es increíble.

 

―Gilipollas ―escupí en el tono más despectivo que pude.

 

Pase por su lado empujándolo, ¿Qué se cree, que puede venir así como si nada y mirarme como si no hubiera hecho nada? Pues lo lleva claro. Cuando paso por su lado me agarra del brazo y me detiene bruscamente.

 

― ¿Qué cojones te pasa? ―le miro con desprecio, no se merece más. Conmigo no se juega, no soy para usar y tirar.

 

― ¿¡Que qué me pasa!? ¿QUE QUÉ ME PASA? ― ya no podía más, pero lo que más dolía era su indiferencia. ―me pasa que eres un gilipollas. ¡Me despierto y lo primero que veo es que estoy en una cama desconocida en ropa interior, por lo que deduzco que hemos follado, recojo mis cosas para irme, pero me encuentro con la sorpresa de que no soy con la única que te has acostado esta noche. Hay dos tías de silicona en tu sofá y yo estaba en tu cama ¿no te bastaba con una que tienes que tirarte a tres?! Y para colmo eso no es todo, cuando voy a salir por la puerta en un intento de escapar de esta mierda ―lo miro con cara de asco― vas y apareces tú el machito de la noche con el desayuno creyendo que ahora nos íbamos a sentar los cuatro como una familia feliz: Maverick y sus zorras. ―lo mire mas enfadada aun al ver que se estaba conteniendo para no reírse ― ¿Qué somos trofeos para ti? Me das absoluto asco Maverick y pena, mucha pena.

 

― ¿Has terminado preciosa? ― tenía una sonrisa de suficiencia y no lograba entender por qué. Después de todo lo que le he dicho, no parece haberle afectado lo mas mínimo. Pero a continuación hizo algo que no me esperaba, se hecho a reír. Se reía solo, este chaval está loco. ―primero preciosa no tengo por que darte explicaciones de porque están esaschicas en mi salón, pero si te quedas más tranquila te lo contare. ―me quede atónita, como tenia el descaro de hacer esto, ¿es que no me había escuchado en lo más mínimo? ―eres muy creída ¿lo sabias? ― le mire sin entender― ¿de verdad crees que yo te follaria? Por favor Agnes, piensa ―se me fueron todos los colores a la cara, estaba muerta de vergüenza. ¿Cómo se atreve a decirme esto? Al ver la cara de gilipollas que seguramente se me había quedado Maverick hablo de nuevo ―esta bien, esta bien, es coña. Si quiero follarte. ― si antes se me habían ido los colores a la cara ahora estaba literalmente como el jersey de mi abuela en navidad, completamente roja. me cogió de la mano en un gesto suave ―ven, hablaremos en mi cuarto. Te voy a contar todo.

 

Fuimos a su cuarto y mientras desayunábamos me empezó a contar todo lo que hice mientras estaba borracha. ―fuiste muy irresponsable agnes, no deberías de haber corrido contra un tío borracha, suerte que estaba allí y te traje en cuanto te vi. Y lo de la ropabuenoes quepensaba que estarías más cómoda. Y en cuanto a ellas te juro que las iba a echar ahora, te lo he dicho agnes. Un amigo se presentó aquí con ellas y se las follo el, yo no. Yo estaba aquí contigo, y luego se quedaron durmiendo el se fue y ya no las pude echar― no sabia que pensar, la cabeza me daba vueltas. No lo conocía de casi nada y aun así me había ayudado como si me conociera de toda la vida.

 

Termine mi desayuno y me levante a toda prisa.

 

―Muchas gracias de verdad, por todo. No me conoces prácticamente de nada podrías no haber hecho nada. De verdad te lo agradezco.

 

― No hay porque darlas agnes, estoy para lo que necesites niña. Me caes sorprendentemente bien. ― no sé porque, pero me ruborice, bueno en realidad si lo sabía. Era por sus increíbles ojos mirándome como si fuera perfecta. ― ¿quieres que te lleve? No me cuesta nada.

 

― No, no hace falta. Ya has hecho suficiente por mí. Iré andando― asintió y me encamine hacia la salida.

 

― ¿Dónde has aprendido a conducir así agnes? ― pregunto Maverick. Vaya, y yo que creía que me había librado de esa pregunta.

 

― Mmm...umm, bueno...emm... algu-algun dia t-te lo contare― dije rápido sin mirarlo mucho y con una sonrisa forzada.



#26770 en Novela romántica
#6216 en Joven Adulto

En el texto hay: ilegal, caos, amor

Editado: 19.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.