You | Un Caos Perfecto

Capítulo 9

Agnes 
 

― ¡NO ME LO CREO, NO ME LO CREO! ― gritó María haciendo que diversos pares de ojos recayeran sobre nosotros.

―Tranquilízate María― susurré para no acaparar más atención en aquella cafetería―deja de gritar por favor, la gente no para de mirarnos.

―Es que te juro que no me lo creo Agnes, ¿Cómo? ¿Cómo coño a pasado esto? ¿Cuándo lo has visto? y lo más importante ¿desde cuándo sois tan amiguitos como para que te deje dormir en su casa? ―añadió ahora más bajo dándose cuenta de que era el centro de todas las miradas.

―No lo sé la verdad, no sé cómo ha pasado yo estaba normal, tranquila en las carreras con Jake y de repente pum me despierto en la habitación de esede ese individuo.

―Estáis destinados―soltó de repente.

― ¿Qué? ―pregunte algo confusa, esta chica se está volviendo loca.

―Que estáis destinados―aclaro hablando muy despacio mientras gesticulaba como si fuera tonta.

―Eso lo he entendido―suspiré, pero me puse seria al instante― María― la llame un poco preocupada, por lo que ella deposito toda su atención en mí y dejo de comer sin entender mi cambio de humor tan repentino.

― ¿Qué? ¿Qué pasa? ―inquirió cada vez más preocupada.

―Te has tomado la medicación chica―su cara era una paleta de emociones que iban desde la confusión hasta el enfado― pero ¿Cómo vamos a estar destinados?, ¡¿tú estás loca?!―exclamé mientras la miraba como si tuviera dos cabezas.

―Primero: me has asustado, y segundo: no es tan difícil de creer. Ya os habéis encontrado ¿Cuánto?... ¿tres veces? ¿cuatro? Vamos si eso no es el destino entonces yo voy a llegar virgen al matrimonio―rio mientras le pegaba un bocado a su magdalena.

―Pero si tú no te quieres casar―añadí un tanto confusa que estaba diciendo ahora del matrimonio.

―Pues eso, que es el destino.

―Vale, en el hipotético caso de que estemos destinados y todo ese rollo que se supone que tengo que hacer.

―Nada―agrego mientras me miraba.

― ¿Nada?

―Si, nada. Estáis destinados, lo que tenga que pasar pasara tu limítate a vivir el momento y dejar de darme el coñazo.

―Que agradable y simpática eres―dije con la sonrisa más falsa que pude―desde ahora te llamare miss simpatía―comunique con ironía a lo que ella respondió con otra sonrisa de lo más falsa. 

 

**********


Entre al bar en el que trabajaba lista para una dura jornada, hoy estaba muy lleno porque regalábamos una copa por cada dos chupitos. Así que la gente estaba especialmente muy borracha. Hoy iba a ser camarera ya que había demasiada gente, pero como Lucas quiera tendré que bailar, genial.

― ¡Agnes, Agnes! ―Lucas estaba llamándome desde la otra punta de la sala, estaba con una chica a su lado. era muy guapa, más o menos alta y rubia― ven aquí Agnes, te quiero presentar a alguien. Me fui acercando hasta quedar justo al lado de ellos ―esta es Carla, es la nueva. Como últimamente viene más gente he pensado en ampliar el personal así que aquí esta, la nueva integrante.

―Hola soy Agnes― me presente mientras me acercaba para estrecharle la mano― encantada de conocerte.

―Hola, yo soy Carla. Encantada.

―Bien ahora que os conocéis mejor ya puedes ir enseñándole los pasos de los bailes― en cuanto escuche salir esas palabras de su boca mi cuello giro hacia su persona como el de la niña del exorcista.

―Perdona Lunas, no sé si te he entendido bien. Seguramente me equivoque, pero creo haberte oído decir que yo le voy a enseñar los pasos.

―Has oído bien querida Agnes, así que venga vamos a trabajar que no hay mucho tiempo―ordenó mientras se marchaba a paso ligero.

―Pero Lucas porque no se lo mandas a otra ellas saben bailar mejor que yo― grité, pero ya estaba muy lejos y no me escucho o no quiso escucharme.

―Bueno, y ¿Cuándo empezamos? ―escuché esa voz a mi espalda y me giré rápidamente.

―Siento tener que ser yo la que te enseñe los pasos, no soy exactamente lo que se dice una excelente bailarina.

―Oh vamos, no exageres. Seguro que no eres tan mala―bromeó mientras me cogía del brazo como si me conociera de toda la vida y me llevaba a una esquina del local.

―Bueno vale, tú lo has querido. Luego no digas que no te lo avise.

 

*********


―Retiro lo dicho Agnes, eres una mierda en esto―rio― como es que no te han echado.

―Bueno suelo ser camarera así que no es que baile mucho. Y cuando lo hago porque falte alguien, me ponen el disfraz más pequeño que tengan para que por lo menos la gente no se fije demasiado en cómo me muevo.

―Eso...eso es asqueroso, que yo sepa aquí lo que se hace es bailar, no stripties. Bueno vale un poco sí, pero no me parece bien― continuó un poco disgustada.

―Bueno, es mi trabajo y me gusta. Me pagan bien y me gusta bailar, aunque no se me dé bien― le sonreí y entonces comenzó a sonar la música que indicaba el principio del primer baile de la noche, así que Carla se fue a cambiar lo más rápido que pudo y yo me metí detrás de la barra para comenzar la noche.

 

********


― ¡Dos chupitos aquí! ― gritó un hombre desde la barra.

― ¡Voy!

Estaba realmente desbordada. Alicia, la otra camarera se había tenido que ir corriendo por un asunto familiar de suma importancia y yo me había quedado aquí sola ante el peligro atendiendo las mesas y la barra yo sola y para colmo, hoy esto estaba el doble de lleno de lo que suele estar. Menos mal que entre baile y baile Carla me ha ido echando una mano, por que si no. No hubiera podido con mi vida.

Preparé los dos chupitos que me había pedido aquel hombre y me fui a atender al hombre de la mesa diez que llevaba ya unos cinco minutos haciendo señas al aire para que fuera.

― ¿Qué va a pedir?

―Un cubata y si es posible el número de la camarera―respondió con una sonrisa ladeada. Se me escapo una risa e inmediatamente mire al suelo un poco avergonzada, es un chico muy guapo con unos increíbles ojos verdes.



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En el texto hay: ilegal, caos, amor

Editado: 19.04.2021

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