Capítulo III

Los vampiros modernos son capaces de tolerar el sol en menor grado mientras tengan suficiente energía y hallan bebido una buena cantidad de sangre, esto evitaba que pasaran los días enteros en un ataúd en una habitación oscura y cerrada, cosa bastante sospechosa incluso para este siglo. Aun con esta posibilidad la energía del sol seguía siendo una molestia en días de verano por lo que RM prefería dormir todo el día sin afán alguno de que alguien viniera a molestarlo. Con los recientes acontecimientos su instinto estaba cada vez más en aumento impidiéndole mantener aquella seudo calma de los últimos meses.

Antes del amanecer había bajado hasta su habitación privada con aquel “ataúd” que más bien era una caja de madera con tapa, menos fantasiosa que en las leyendas, pero con la misma función, ser un espacio oscuro y hermético que le permitiera descansar del sol y lo tuviera seguro de alguna manera. El suyo en particular era una caja negra lacada, ligeramente acolchado en el interior de seda rojo vino al estilo tradicional de los ataúdes antiguos.

Esa mañana en particular RM tuvo un largo sueño, uno lúcido con los borrosos recuerdos de ese pasado que nunca podía terminar de enterrar. Eran lagunas mentales donde los fantasmas vagaban y escenas muy vividas de aquellos corazones que se unían al suyo cada vez que bebía de ellos y les arrebatada la vida. Aun cuando era difícil que un vampiro sintiera alguna emoción, esa tarde cuando despertó al día siguiente la extraña incomodidad y perturbación no le habían abandonado.

El sol había tardado en ocultarse aquella tarde y Jungkook estaba estirado en el sofá mirando por la ventana el cielo apagado. Era viernes y desde aquella “discusión” con Yoongi sentía que las cosas estaban quizá un poco tensas entre ambos y esa sensación no le gustaba por lo que dudoso estiro el brazo y desbloqueo su celular entrando al grupo de chat que compartía con él y Hoseok.

Scout Boys

Jungkook

Oigan chicos, estoy aburrido, si están libres vengan a mi casa.

Veamos películas y pidamos la cena.

7:00pm

Yoonie

Ya acabé mis pendientes, por mi está bien.

7:01pm

Hobi

Llevare comida entonces, nos vemos 😊

7:01pm

Jungkook

Los espero entonces :D

7:02pm

Jungkook sonrió y dejo el celular sobre la mesita de centro, era un alivio saber que las cosas seguían como siempre con sus amigos.

Minutos más tarde los amigos de Jungkook se encontraban en su puerta, cada uno con al menos una bolsa de botanas varias y sonrisas en sus rostros. No tardaron tampoco en quitarse los zapatos y pasar al pequeño departamento abriéndose paso al sillón donde tomaron asiento, dejando las bolsas con comida en le mesita de centro.

—Tal vez quieras poner el helado en la nevera un poco más—Yoongi murmuro estirándose en su lugar.

Jungkook sonrió de par en par y se apresuró a sacar aquel tarro de helado de una de las bolsas sonriendo una vez más al ver el sabor de este; oreo con trozos de galleta. Hoseok por su lado había agarrado el control del televisor y ahora buscaba en el catálogo de películas alguna que fuera interesante para ver.

 Yoongi por su parte estiro su mano en busca de una de las bebidas de lata y la abrió dándole un sorbo. Pronto los tres jóvenes estaban sentados en el sillón a oscuras observando la pantalla con aquella película de zombies. La noche aun transcurría con calma para entonces.

Una hora después a eso de las ocho y quince Jungkook se levantó para ir al baño, y luego de lavarse las manos tuvo la necesidad de revisar su celular, tenía un mensaje que no había sido notificado antes en el que se le informaba que era uno de los ganadores de aquel sorteo para el fan meeting que RM tenía organizado en una semana. Cuando Jungkook termino de leer aquel mensaje ahogo un chillido de emoción para no llamar la atención, no quería arruinar aquel agradable ambiente con sus amigos, refiriéndose específicamente en Yoongi quien no dudaba en expresar su desagrado y desprecio cuando de RM se trataba. Fue por ello que guardo su celular y regreso al salón como si nada hubiera pasado, sin embargo, su sonrisa de alegría podía delatarlo en cualquier momento.

(…)

Los días para el fanmeet pasaron tan rápido como habían llegado, y Jungkook no podía esperar para encontrarse cara a cara con RM aunque cada vez que pensaba en ello sentía que su corazón latía más rápido y su estómago se llenaba de un extraño cosquilleo mezclado con la ansiedad y el pánico de verse frente a él. Él nunca había pensado en sí mismo como el tipo de persona que podía ponerse tan nerviosa que no llega a hablar con coherencia o decir cosas estúpidas, estaba seguro que podría actuar perfectamente frente a RM, pero la simple sensación de tenerlo cerca y poder expresarse le causaba ese mar de emociones que no lo dejaban respirar durante ese día.

Ese veintisiete de Julio era sábado y Jungkook no tenía nada de qué preocuparse con temas de la universidad o el trabajo ya que había pedido ese día libre para poder asistir, por lo que desde muy temprano como quien tiene algo importante o emocionante que hacer al día siguiente se levanta sin poder casi dormir.          Se había levantado para arreglarse, la noche anterior había terminado de escribir a mano una carta y había empacado todos los álbumes que quería que RM firmara.

Mientras preparaba el desayuno sentía ese revoloteo en el estómago que a duras penas le dejaba comer con calma, los huevos revueltos le pasaban por la garganta casi enteros y sinsabores. A las diez de la mañana ya había dejado arreglado su departamento y quería vestirse adecuadamente para la ocasión, probándose un montón de prendas que había preparado la noche anterior y que justo ahora no le convencían del todo.