Your face (borrador)

Episodio 5

- ¿Qué pasa?

Arrugué la cara.

- Es ese número raro otra vez.

La cara de Dauli se iluminó.

- ¿De verdad? A ver - pidió emocionada, con ambas manos extendidas esperando el aparato.

-Solo dijo “Hola". Ah, está escribiendo.

- ¡Muéstrame! - exigió y ,sin esperar a que yo dijera algo, se coló detrás de mi para leer el chat.

- Me olvidé de bloquearlo - después de aquella primera y única conversación, no me había vuelto a escribir y yo olvidé su existencia hasta el día de hoy - Aquí es cuando me dicen que tienen toda mi información personal.

Pero no fue así. El mensaje que llegó a continuación me dejó a mi e incluso a Dauli con la boca cerrada un minuto entero.

- ¿Cómo dice?

- “Discúlpame por lo de la última vez. No sabía cómo acercarme a ti y dije puras idioteces. Por favor, dame una oportunidad. Solo quiero... - leyó la pelirroja - que seamos amigos." ¡AYYY! ¡Qué lindoo!

¿¿Lindo?? Me estaban dando escalofríos. ¿Qué manera es esa de intentar “ser mi amigo"? ¿Quién era? ¿De dónde me conocía siquiera? Si su intención desde un principio era formar una amistad, ¿Por qué no me dijo su nombre cuando le pregunté?

- Voy a bloquearlo - decidí. Pero, antes de que mi dedo entrara en contacto con la pantalla, Dauli me arrebató el celular.

- Un momento. ¡No! ¿Por qué vas a hacer eso? - chilló escandalizada.

- Cómo “¿Por qué?". Es un desconocido.

- ¡Exactamente! - me señaló con el dedo, aferrando el celular contra su pecho con la otra mano - No lo conoces. Te puedes estar perdiendo de una hermosa amistad por andar de desconfiada.

- No soy desconfiada, sino <precavida> - aclaré, arrebatándole el aparato - Quién sabe qué tipo de persona sea este ser. ¿Sabes la cantidad de estafadores y asesinos que manejan este modus operandi?

- Pero, ¿Qué-? Ay Dios. Tienes diecisiete años, mujer. Deja de actuar como viejo amargado y vive de una vez.

- Pues este viejo amargado se ha anticipado a muchos desastres, justamente, gracias a esa actitud - repliqué - Además, sabes que no me gusta...

- “Hablar con desconocidos" - soltó un profundo suspiro - Ya sé y es justo por eso que te suplico, te ruego. Por favor, date la oportunidad. Háblale, si empieza a comportarse raro, yo misma reportaré el número, te lo prometo.

- Ya se comporta raro. ¿O quieres que te recuerde “¿Qué sabor de yogurt prefieres?" “Soy el amor de tu vida" ? - repetí, haciendo la voz que imaginaba que tenía.

- Se acaba de disculpar por eso - respondió Dauli volteando los ojos - ¿No te da ni un poquito de curiosidad? - gimió.

- Pues sí pero-

- Ahí está. Intenta, deja que todo fluya y ve qué resulta de eso.

Dejar que todo fluya...

°°°°

Cristine últimamente no paraba. El que yo conociera a su nieto se había vuelto el plan estrella cada vez que me invitaba a su casa. Las últimas cuatro veces había ido a visitarla a eso de las siete porque se supone que por esas horas el muchacho ya está en casa de su abuela, pero nunca se daba. Algo le surgía y nunca estaba allí al mismo tiempo que yo.

Comenzaba a pensar que era a propósito, que me evitaba con toda la intención. El entusiasmo de Cristine no era del tipo: Quiero que éstos dos niños se conozcan, sean amigos y pasemos tiempo juntos los tres. Era del tipo: Me gustas para mi nieto así que organizaré una cita a ciegas de lo más incómoda y sin su consentimiento mientras fingo que es una presentación casual.

Seguro que él también se daba cuenta de esto. Me causa gracia preguntarme cuántas veces Cristine no lo habrá emparejado con una completa desconocida y también lo harto que ha de estar. Cuando deje de esconderse de mi le diré que no tiene de que preocuparse, puede estar tranquilo, tampoco tengo ninguna intención de formar algún vínculo con él más que el cordial.

- El pollo frito llegará en diez minutos - me informó la mayor colgando el teléfono. Ya ni se molestaba en ocultar que compraba la comida ya preparada, lo hizo las primeras tres veces hasta que un día yo misma atendí a la muchacha del domicilio debido a que ella tuvo que salir. Fue muy gracioso ver la expresión en su rostro cuando llegó y vió como sacaba todo de las bolsas para ponerlo en la mesa.

- Voy a pasar ésta vez.

Y la siguiente. Y la siguiente a esa. Estaba abusando demasiado con la comida, el gusto que me dí el día que conocí a Cristine se convirtió en algo de cada vez que iba a visitarla. Eso eran unas tres o cuatro veces por semana. No podía permitirme subir de peso, los quince Kg menos que tenía que cargar conmigo me habían costado sudor, sangre y muchas lágrimas. Al fin mi cuerpo se veía justo como yo quería y eso estaba perfecto.

Luego de una hora de mi negándome a las tentaciones de Cristine con su comida basura y otra media hablando sobre su maravilloso nieto y lo trabajador que era, me fuí a mi casa. Allí pensé muchas cosas mientras aguardaba por el lechero (ahora ~rubio~) fantasma ya no tan fantasma. Pero antes fuí a la cocina, aunque le haya mentido a la mayor alegando que no tenía hambre lo había hecho solo para no dar explicaciones. Mi pobre estómago estaba agonizando.

Me preparé dos plátanos maduros y los acompañé con unos huevos, los últimos que quedaban. Tendría que ir pronto al supermercado a surtirme de frutas.

Estaba masticando el último bocado cuando vibró mi celular.

~Dos mensajes nuevos de un chat~

🐦~Hola~

⁸:¹¹ pm

Era él. El rarito de los yogures. Al final le hice caso a Dauli, tiene razón en que no perdía nada con darle una oportunidad. Conocerlo un poco antes de decidir si era algo bueno o dañino para mi.

🌸~Hola~

⁸:¹³ pm

🐦~¿Qué haces?~

⁸:¹³ pm

🌸~Acabando de cenar. Y tú?~

⁸:¹⁴ pm

🐦~Me preparo para ir a trabajar😊~

⁸:¹⁴ pm

Guau. ¿A esta hora? Entonces trabaja de noche...

🌸~¿De qué trabajas?~

⁸:¹⁶ pm

~Escribiendo...~

🐦~Es un secreto 🤫~



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En el texto hay: humor, romance drama, desamor dolor

Editado: 11.12.2024

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