La noche fue inquietante, apenas vi la luz matutina puede cerrar los ojos, por que supe que habría movimiento afuera y que estaríamos más seguras.
Dormí hasta las diez, luego me di un baño rápido en las duchas agradeciendo que no había tantas chicas, luego me cambie y fui hacia la cafetería con el formulario lleno, hable con una chica y me hizo sentar a esperar a la encargada.
-Buenos días. – sonrió amable mientras la mujer de traje y bien peinada, me puse de pie y sujete su mano con una agradable sonrisa – Siéntate, te haré unas preguntas rápidas. ¿De acuerdo?
-Si.
-¿Ya has trabajo antes preparando café? – asiento – Bien, sabes que a veces los vapores y las...
-Lo se, pueden causar quemadura, por eso debemos manipular las cosas caliente con sumo cuidado, no hacer esperar al cliente y asegurarnos que el café salga lo suficientemente caliente para que el consumidor pueda ingerirlo. – ella me mira sorprendida y poco a poco esboza una sonrisa en sus labios.
-Empiezas el lunes, ven apenas termines tus clases, tenemos un personal suficiente para las jornadas matutinas y vespertinas, pero siempre habrá personal, los fines de semanas te avisaremos si puedes trabajar o te quedas a descansar ya que algunos de los estudiantes trabajan los fines de semana en horarios intensivos, intenta estar disponible.
-¿Significa que el trabajo es mio? – preguntó conteniendo el aliento y la emoción, la mujer sonríe mientras se pone de pie e imitó su acción – Muchísimas gracias, me esforzare mucho. – le doy un corto abrazo.
-Bienvenida a Café Gram, será un placer tenerte aquí.
No puedo evitar estar emocionada. Después de dos años sirviendo café y adquiriendo la experiencia, vuelvo a tener empleo y no puedo esperar para contarle a Zoe. Quisiera contarle a mamá, pero se de corazón que ella no estará de acuerdo con que trabaje y tenga mi propio dinero, ella es así, esta un poco rota, pero es mi madre y la amare siempre.
Introduzco despacio la llave en la puerta esperando no asustar a Kara. Empujo la puerta y me detengo cuando escucho sus sollozos ahogados entre sus manos con Christian sentado a su lado con los brazos echados hacia atrás mientras deja que el humo de su cigarrillo se escape de entre sus labios.
-...¿Kara?.. – ella se limpia la nariz en el dorso de su mano y me mira mientras solloza- ¿Esta todo bien?
-Deja de llorar, pareces tonta. – le dice Christian mientras se pone de pie, me muevo para que el pueda salir sin tocarme o dirigirme la palabra, pero es casi inútil por que se acerca a mi y se inclina dejando su rostro a la altura del mio, su aliento a nicotina y el resto de humo se envuelve en mis cabellos sueltos. Me da un golpe en la frente con sus dedos, apenas y puede sentir su uña rozar mi frente, no fue brusco ni agresivo, pero hizo que mi corazón se sobresaltara. Se dio media vuelto y salio de nuestra habitación cerrando la puerta consigo.
-¿Quieres ir de fiesta? - pronuncia Kara mientras absorbe su nariz
Fiesta: Significa peligro para mi madre, significa sexo, drogas, alcohol, y durante el último periodo de colegio traumó mi cerebro diciéndome que este tipo de fiesta que organiza las fraternidades son de alto riesgo a sufrir una violación, terminar drogada y ser secuestrada.
Adiós a la diversión.
-Lo siento, no creo estar lista para una fiesta, no con todo lo que ha ocurrido – miento – Pero diviértete.
-De acuerdo, pero la próxima fiesta iremos juntas, te presentare algunos amigos. – asiento mientras ella se pone de pie y me extiende el puño, lo choco ligeramente sin entender muy bien que significa esto para ella, pero al final me regala una corta sonrisa.
Me gusta ver toda la energía que Kara conserva, ha elegido un atuendo algo gótico, falda negra y camisa rosa con unos labios negro en ella, se ha colgado una cadena larga negra y ha dejado su cabello negro suelto, me ha hablado sobre sus perforaciones en toda la oreja y luego me contó sobre sus tatuajes japonés.
-...Eres mitad japonesa, eso es genial, tiene una cultura muy hermosa. – ella asiente miente se delinea el ojo en la parte inferior y superior, luego se repasa el labial rojo para luego lanzar un beso improvisado al espejo. - ¿Hablas japonés?
-Oye, amiga, no te exaltes, he ido a japón un par de veces, y no hablo japonés, eso es para Jared, me gusta el ingles y así se quedara, simplemente estos tatuajes esta dedicados a mi madre japonésa. – me guiña un ojos - ¿Qué tal?
-Te ves bien. ¿Son cómodas esas botas? ¿No te molestan las mayas con hoyos? – ella niega mientras toma una cartera de cadena y guarda su teléfono – Kara, no dejes que Christian venga a la habitación tan temprano, me asusta.
-De acuerdo, ponle pestillo antes de dormir, no se si vuelva en la madruga. – asiento, ella me hace de la mano con el juego de llaves colgando en su dedo medio para luego salir de la habitación.
Me inclino y tomo mi teléfono que lo he puesto a cargar sobre la mesa de noche, busco el nombre de Zoe para llamarla y en ese mismo instante el numero de mi madre aparece en la pantalla haciendo que mi corazón se detenga un micro segundo.
-¡Hola...
-Dijiste que me llamarías cuando terminaras de desempacar. – abro la boca para responder pero ella continua; - No has llamado y no me respondes los mensajes de Whatsapp ¿no tienes conexiona Internet? ¿O ya no tienes créditos?