Yours Decisions

Capitulo#14

Me remuevo sintiéndome libre y cómoda en la amplia cama, sé que ha amanecido escucho el ruido, pero no quiero dormir, esta cama me gusta, es muy suave y el olor de la almohada me agrada mucho. 

Abro los ojos y miro el techo por un largo segundo, me giro un poco viendo la cama vacía, entonces mi mirada se fija en el sofá; Christian está dormido allí con el brazo sobre sus ojos y el otro colgando de este mientras su pierna derecha está sobre el respaldo.

Me pongo de pie y hago la cama rápidamente, tiene un reloj sobre la mesa noche, casi son las siete de la mañana, si hubiese una cocina tendría tiempo de hacernos el desayuno, pero así son las residencias.  De puntillas me escabullo hasta el librero y busco un libro que me llame la atención.

Mi dedo se detiene en uno; Drácula. – niego inmediatamente y continuo moviendo mi dedo en busca de algún otro título, pero ningún me convence, así que me inclino y tomo el de don quijote de la mancha, y aunque Christian me haya arruinado el intermedio de libro, sé que con ese resumen no pudo haberme explicado todo, aún tengo una hora para ir a la residencia, cambiarme e ir a clases.

Todo asiento en el suelo del otro lado de la cama para que él no me vea, me cruzo de piernas y empiezo a leer el primer capítulo, me cierro a cualquier ruido y me concentro en la lectura.

No sé por qué antes no leí este libro, como es que mi madre no me lo compro, tiene una buena historia y creo que es un poco gracioso, es muy simple y entretenido, me hubiera gustado tener la oportunidad de terminar de leerlo, tal vez cuando cobre mi sueldo pueda ir a una librería y comprarme mi primer libro, envidio mucho el librero de Christian.

-¡Boo! – Me sobresalto haciéndome cerrar mi libro - ¿Creíste que ocultándote del otro lado no te vería? Llevas un muño alto desarreglado, muy horrible. – Me quita el libro de las manos y se inclina desde la cama para devolverlo a su sitio – Ya te dije que no toques mis libros, no los leas, no los abras, déjalos en su lugar, son míos.

-Bien, loco literario. – me pongo de pie y arreglo mi blusa. – Perdón por invadir tus gustos literarios, no todos fuimos afortunados en tener una gran colección de libros.

-Tú coleccionas cuentos, yo, libros reales. – ruedo los ojos y tomo asiento en el sofá.

-¿Por qué dormías en el sofá?

-Porque casi me trago tu pie. – Se acomoda en su cama – Me alegra que esta noche no duermas aquí.

-Que agradable compañero eres. – ironizo. – Hace mucho tiempo que no tengo un buen desayuno, extraño el pan tostado con mermelada, el tazón de frutas, el café recién hecho. – suspiro y tiro mi cabeza hacia atrás dejándola recostada en el brazo del sofá.

- Cuando vienes a la universidad, los desayunos en familia se acaban, la privacidad, el buen almuerzo y todo lo delicioso que teníamos en casa, desaparece, se independizan contigo. Así que trabaja y compra un departamento para que tengas todos esos lujos.

-Eso me tomara como tres años. – Sonrío – Me iré.

Christian se levanta y camina hacia mí, se arrodilla quedando entre mis piernas. Coloco mis manos en sus hombros y el sus manos en mi cintura haciéndola que se sienta muy pequeña con esas grandes manos que tiene. Sube la otra mano hacia mi cabello y acomoda algunos cabellos que se han salido de mi cebolla.

-Buenos días, aun no me he lavado los dientes. – carcajeo y asiento mientras arrugo la nariz.

-Ya lo sé, el mío debe ser peor. – le digo y él se mantiene mirándome - ¿Por qué siempre que hablamos me sostienes la mirada de esa forma?

-¿Hace que te sientas extrañas?

-Hace que me confundas – palmeo sus hombros – Pero estoy consciente de lo que hago y en cuando a mis senti…

-¿Ya terminaste el trabajo extra que te dejo Ian? – paro la lengua cuando él me cambia de conversación, parpadeo rápidamente integrándome al nuevo tema.

-amm…no, no, de hecho ni siquiera he empezado.

-sé que tienes ropa adicional allí, vamos a que te duches y luego me esperaras unos minutos aquí, sin asomar tu cabeza por esa puerta, y sin tocar mis jodidos libros. ¿Entendido?

-No voy a ducharme aquí. Hay…hombres. – me mira fijamente. Pero un grito desvía nuestra conversación

-¡Christian!

Me siento rápidamente en la cama por los escandalosos golpes en la puerta, me toma unos minutos orientarme, pero rápidamente todo vuelve a mi cabeza, memorias frescas y la calidez de otro cuerpo rodeándome.

Christian esta en es su sofá con el mismo libro de anoche, va vestido y tiene los pies sobre la silla de su escritorio y su codo hincado en el brazo del sofá mientras sujeta su cabeza y con la otra mano el libro.

-¡Christian, abre, joder! – miro hacia la puerta y luego miro a Christian quien no se digna a mover un solo pelo. - ¡Sé que ella está ahí, hable con Zoe y no está en su casa! ¡Dime, o él llamara a la policía!

Me pongo rápidamente de pie intentando abrirle a Kara, pero mi cuerpo choca contra el Christian quien se ha interpuesto en mi camino hacia la puerta.  Lleva su dedo índice a la boca indicándome que haga silencio, coloca su mano en mi espalda y manteniendo su mirada en mí.



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En el texto hay: romance, badboy, toxiclove

Editado: 27.08.2019

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