Exámenes completos, lavado de estómago y luego de 48 horas Christian estaba sano y listo para volver a casa, de hecho, Kyle se fue a revisar toda la habitación de Christian para borrar cualquier rastro de drogas que hubiese. Dijo que lo llevaría a la casa de su padre para mantenerlo controlado, y que se trasladaría allí para cuidarlo.
-No tienes que hacer esto, ya has perdido suficiente clases. – me dice mientras yo reviso que mi sopa de pollo este quedando bien – Él cree que yo cocino su comida. – Musita mientras se inclina sobre el mesón de su cocina – Debbie….
-Shhhh….no digas mi nombre, no quiero que le digas que estoy aquí. – apago la sopa y tomo un plato hondo para servirle el almuerzo; Sopa de pollo y fideo, una pequeña porción de arroz, un filete fino de carne con medio tomate. – Listo, quieres…espera…- tomo las dos pastillas y las dejo sobre la servilleta – Ve que se tome las pastillas después de la comida. – Kyle rodea el mesón de la cocina y me sujeta por el mentón.
-Tú vas a ser la mejor esposa y madre del mundo, bendito el hombre que te tenga en su cama. – besa mi frente y luego se gira para recoger la bandeja con la comida – ve a clases, en serio, y duerme un poco.
Asiento y me lavo las manos, dejo lavando los platos y luego recojo mis cosas para salir de casa. Empiezo a caminar por la vereda aferrándome a las correas de mi mochila, pero tengo una sensación extrañas que me rasguña la espalda, me giro rápidamente en busca de alguien, pero no hay nadie, una ráfaga de viento me envuelve, y no sé si será la falta de sueño o lo invulnerable que me siento ahora por la situación de Christian, pero siento que alguien me sigue desde hace días, tal vez para hacerme daño, no lo sé.
Ingreso a la pastelería y Noah, la señora que me atendió amablemente a principio de años me sonríe y yo avanzo rápidamente para ponerme el delantal y trabajar en la tienda. De hecho; tiene mucha clientela con frecuencia, diariamente a toda, hora, hombres saliendo de sus trabajos, estudiantes, madre con niños pequeños y ancianas que disgustan su paladar con una buena taza de café.
-¿Y? ¿Cómo sigue? – me pregunta mientras ordeno bajo el mostrador las servilletas, cucharillas de plásticos y los platos de poliestirenos donde servimos los postres.
-Está mucho mejor, gracias por su receta de sopa de pollo, es muy efectiva.
- Yo te dije, mi sopa es mágica. – Sonrió y asiento - ¿Te quedas con él por las noches?
-No, no. Mi amigo se queda con él, eso creo. – frunzo el ceño ante mi duda, no estoy segura de sí Kyle se queda allí, eso fue lo que dijo; que pasaría con él todo el tiempo, aun si le tocaba dormir a su lado.
-¿Eso crees? – la miro – Cariño, no se deja a una persona adicta sola ni por un segundo, los expendedores de drogas caen del cielo como los bebes. Vigilare la cocina, y luego vendré ayudarte con la caja.
-De acuerdo. – me pongo de pie y una pequeña se acerca con la boca y nariz cubierta de glaseado. - ¿una servilleta, nena?
-Por favor. – le sonrió y le dejo dos servilletas. Un par de amigas ancianas ingresan a la cafetería con ropa colorida, y sobreros como los de la reina Isabel junto con su bolso colgando de la muñeca al estilo inglés.
-Buenos días. – saludo con una gran sonrisa a las mujeres
-¿De qué son esos? – Pregunta una de ellas señalando el muffin con almendras - ¿Son muchas calorías? – todo aquel que viene a comprar pregunta lo mismo.
-Un poquito, pero le digo un secreto – ella asiente y yo me inclino un poco – Son menos calorías si se comen de pie, y disminuyen con un buen café caliente. Tiene almendras, uhhh calorías buenas.
-Póngame dos con dos tazas de café con una cucharada de azúcar.
-Enseguida.
Ha anochecido y no puedo dejar de pensar en si Kyle esta con Christian o no, así que tomo el bus que me deja cerca de la casa de los padres de Kyle donde mantiene restringido Christian. Me bajo viendo las pocas almas que se pasean por el campus, me cruzo de brazos y empiezo a caminar a paso rápido hacia la casa.
Detengo mi puño en la puerta, la deslizo hacia la perilla y la giro despacio, no está con llave, por lo que Kyle debe estar adentro. Ingreso y me quito el tenis a la entrada, dejo mi mochila junto a los zapatos y empiezo a caminar hacia la cocina de puntillas. Hay una nota en el refrigerador.
‘’Christian, no seas estúpido y vayas a irte, fui por comida y una paca de agua, quédate, carajo.
Con amor, Kyle’’
Suspiro y cierro los ojos. La señora Noah tenía razón, nunca se sabe, y sé que Christian no es un adicto, solo está mal, se siente mal por algo que le paso e intenta refugiarse en toda esta basura, no quiero que muera, no importa la clase de persona que es, solo quiero que este bien para sus amigos.
Empujo un poco la puerta y lo veo recostado en la cama con un brazo colgando. La dejo junta y me deslizo por la pared sentando por primera vez un rato en todo el día, dejo caer mi cuerpo sobre la madera y cierro mis ojos para descansar un poco, pero al mismo tiempo para estar pendiente de Christian.