Yours Decisions

Capitulo#31

El cambio de horario y carrera, la presión de los exámenes y los deberes atrasados me han caído como un tanque de guerra encima, el tiempo que he dormido esta semana es de seis horas en total, y no sé cómo mi cuerpo sigue tan activo y mi cerebro tan despierto cuando me siento excesivamente desgastada, como si estuviera muriendo y estudiando al mismo tiempo.

-Clase, hoy tenemos un nuevo integrante, y esta es la satisfacción que me da al saber que están integrándose a un campo laboral del que nunca se van a aburrir. El señor Lion Márquez, se integra a nuestra clase. ¿Algo que decir?

Miro al nuevo integrante, y estar allí es muy incómodo, puesto que pase por eso hace dos semanas atrás, muevo mi lápiz esperando a que él se presente, la goma de mi lápiz y la punta choca contra el cuaderno dejando marcas.

-Señor Márquez. – Le llama la atención él maestro – La clase no puede esperar, usted no puede tomarse el tiempo que le dé la gana, aquí el tiempo es oro puro.

-Lo siento, es solo que un ángel me ha deslumbrado – no sabía si su mirada estaba sobre mi o solo era un mal ángulo de perspectiva.

-¿Ah, sí? Pues déjame decirte que ese ángel que suele tener todas las repuestas de las preguntas literarias y debates, tiene un novio algo violento y grosero, te rompería los dientes en dos segundos, todos completitos. – le advierte el maestro dándole una palmadita para que tomase asiento.

Parpadeo desviando las miradas que se han posado en mí. Si se refería a mí, no era un mal ángulo de perspectiva.

La clase se ha pasado volando, y mientras recojo los cuadernos de mi última hora solo puedo pensar en ir a la residencia y recostarme una hora, de caso contrario colapsare y esta vez sí moriré. Me cuelgo la mochila y me giro encontrándome a Lion frente a mí.

-Hola, no quería incomodarte en clases.

-Solo para asegurar, no soy un ángel. – le digo en un tono sutil – Bienvenido a la clase, te acoplaras en seguía, yo lo hice.

-¿Llevas poco aquí?

-Dos semanas. – Respondo mientras descendemos las escaleras - Sera fácil, ya verás. – sonrió y salgo del aula – No quiero ser grosera, pero debo irme ahora o no podré llegar a mi trabajo.

-De acuerdo, no te atraso más. Y gracias. – asiento y empiezo a caminar fuera de la facultad, no sin antes ver a Christian en su moto fumándose el ¿decimo? Tal vez el quinceavo cigarrillo de la tercera cajetilla. En serio esto está colmando mi paciencia, quiero que termine, pero parece que no tengo la suficiente valentía de decírselo.

-Kyle está buscándote, parecía desesperado. – Dice sin mirarme mientras escupe el humo – Tu y él pasan tiempo junto, mucho tiempo junto.

-Estamos hablando del proyecto de emprendimiento de Kara sobre el bar, del que te había dicho. – Me rasco la cabeza y miro a todos lados - ¿Puedes llevar…

-Vete con Kyle. – enciende la moto y hace rugir el motor lanzando el cigarrillo a un lado de mí.

-¡Christian! – Lo sujeto de la chaqueta – Porque te mentiría, estoy cansada y solo quiero ir a casa a dormir, contigo. Por favor, no hagas esto. – Golpea el acelerador mientras mira a otro lado liberando su enojo – Christian…

-Súbete. – dice amargamente. Me subo a la moto y me aferro a su torso, pone la moto en marcha mientras suspiro aliviada de que no haya pasado a mayores.

Me bajo de la moto y me arreglo el cabello. Sus facciones se mantienen firmes mirando hacia el frente, rodeo la moto colocándome frente a él. Hago morritos intentando llamar su atención, no quiero estar molesta con él, todo ha ido muy bien hasta ahora, ha sido Christian y justo ahora no quiero estar mal o que se vaya enojado.

-Oye. – Sujeto su mano – mírame, no estés enojado, yo estoy contigo, no quiero que pienses que yo te dejaría por alguien más.

-No estoy reteniéndote, tu puedes irte con quien te dé la gana.- suspiro – Y no tienes que darme explicación.

-Dímelo de una vez. Dime si tú y yo al menos estamos saliendo, porque de otro modo voy a irme, y una vez que atraviese esa puerta no volverás a saber de mí. – se mantiene en silencio mientras pone su espalda recta, mete la mano en su bolsillo y saca la cajetilla de cigarrillo para fumarse otro. – Christian.

-Seguro hay un montón de hombres esperando por ti. – me relamo los labios y lo miro esperando a que me diga algo más. – Yo sé que soy un idiota contigo pero..

-Ya deja de decir eso, no eres un idiota, eres humano y tienes derecho a equivocarte. – me quito de enfrente y me siento frente a él haciéndolo que haga su cuerpo un poco más atrás, sujeto sus manos y lo obligo a pasar su brazo por mi hombro y la otra en mi cintura. Lo sujeto de la camisa y lo atraigo para besarlo profundamente.

Esta vez me bajo y él finalmente se va mientras me guiña un ojo. Ingreso a la residencia y tranquilamente camino hacia mi habitación con una sonrisa tonta en mi rostro. Ingreso a mi habitación con la mirada clavada en mis pies, cierro la puerta y levanto la mirada para buscar a Kara.

-¡Te cambiaste de carrera! – grita mientras me estrella un papel en el pecho - ¡Cómo pudiste hacer esto!



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En el texto hay: romance, badboy, toxiclove

Editado: 27.08.2019

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