Capitulo#42

Hace frío, mucho frío y me duele todo el cuerpo, si me muevo mi cuerpo duele como los mil demonios. Pero conozco este dolor, ya lo había experimentado antes, aunque no es peor que el rompimiento del corazón.

Abro los ojos, no veo nada, me incorporo escuchando el crujir bajo mi cuerpo, al apoyar la mano la aparto rápidamente por las pinchadas que he sentido.

Son cristales.

Vuelvo a estar desnuda (en ropa interior) ¿Cuánto tiempo llevare aquí? Ya no recuerdo como contar las horas y los días aquí dentro. Me pongo de pie con todo el dolor encima resistiendo los cristales en la planta de mi pie, llego a la que se supongo es la puerta, toco dos veces con afán, lo suficientemente fuerte para que el ligero ruido llegue hasta donde quiera que se encuentra la bruja de mi madre.

-¡No puedes tenerme aquí por siempre! ¡Tengo amigos!

Mi labio empieza a temblar mientras recuesto mi frente en la puerta de metal, me deslizo hasta llegar al frio suelo mientras recojo mis piernas para quitarme los trocitos de cristal.

Cuando era niña desarrolle la visión nocturna, yo lo llamaba súper poder, porque mi visión era casi nítida en la oscuridad, me ayudaba mucho a curarme de las heridas, aunque no tuviese medicina esperaba a que mi madre me trajera la comida y con él agua limpiarme.  

Cuando me dejaba salir llamaba al doctor con una excusa. El medico siempre me regañaba por ser tan hiperactiva, y yo tenía que aguantarme.

Estoy muriendo….

Muero de frío, de hambre y según los días que he contado, llevo seis días encerrada, con poca comida por día, y el día tres cuando reuní suficiente valor para huir, ella volvió a darme un toque eléctrico que me hizo perder el conocimiento por horas, eso creo.

Los golpes son fuertes, excesivos y a ella no parece importarle. O tal vez yo ya no puedo resistir lo suficiente como antes, esto me toma como nueva. Me duele mucho el ojo izquierdo y casi no puedo abrirlo bien mis manos están adoloridas y mis pies ni se digan, mi piel se torna más fría diariamente y ni siquiera he podido asearme, me doy asco, mucho asco.

-Ya no más. Dios, si estas allí y me escuchas, por favor, por favor te imploro, ten piedad de mí y de mi sufrimiento, sé que no debería quejarme porque hay muchas personas que están muriendo y luchado contra alguna enfermedad, pero ya no puedo mantenerme en pie, toma mi vida y dásela a alguien más, solo te pido que ya no dejes levantarme por la mañana, por favor, por favor….

KARA.

Desearía que las vacaciones sean infinitas, aun debo llevarme un año más aquí, y con lo de mi aborto no sé cuándo podré superarlo.

Pero ahora tengo una mejor amiga que sé que estará allí para mí. Debbie es la persona con el corazón más blando que conozco, pero esta noche me sorprendió mucho cuando intento defender lo suyo, lo que me sorprendió, porque por un momento creí que Christian se quedaría con ella, puede ver su intuición, pero entiendo que haya tenido que regirse a lo que Katherine Stevens le dijo, con esa mujer no se puede jugar sucio, ella tiene al mundo en la palma de su mano, y puede hacer lo que quiera, no importa que tan inocente sea esa alma, y Christian no está preparado para perder a alguien, no lo está.

-Oye, Kara. – me giro hacia la voz de Kyle. Olvide que se había quedado con Debbie. – ‘Vayan por mi ropa, regresare por la noche, gracia por todo, ahora necesito un tiempo a solas’  y pone la dirección del edificio.

-Esa niña. – Me incorporo – Supongo que estará bien, Christian la encontrara por allí vagando y luego la traerá a casa.

-Sabes…no creí que fuese cierto, Jared dijo que ellos estaban juntos, cuando ocurrió lo del accidente del auto….no creo que él haya sido, sin embargo.

-¿Dudas de tu mejor amigo? – Le pregunto mientras me estiro – Christian es complicado.

-Y Debbie debe aguantar todo eso. – suspira y se deja caer en la cama de mi compañera – Pero ella es tan diferente a cualquier chica que conozco, cuando Robín se quedaba aquí ella….parecía que planeaba algo, intente llevarme bien con ella, pero esa mujer siempre me dio mala espina.

-Creo que era alienígena. – sonrió. – Tienes razón, Debbie es diferente a cualquier chica. Parece que no la lastimara nada, es admirable.

-Tengo que decirte algo. – se incorpora – Los sangrados de Debbie son muy extraños, claro que puede ser normal, al principio creí que podía tratarse de algún tumor en sus pulmones, pero después papá afirmo que era algo normal, tal vez por mucho estrés, pero cuando intentamos pedir su expediente al hospital, fue muy escaso. Para alguien que tuvo un accidente de tránsito a los nueve años…es excesivamente extraño que no hubiera registro de un accidente como eso más incluyendo a una menor herida.

-¿Quieres hablarme en español al menos? No estoy comprendiendo.

-Debbie tiene un doctor particular, ella me lo dijo, pero aquel hombre dijo que no podía darme registro de nadie, que iba contra sus reglas.

-N-no, no entiendo, Kyle.

-Creo que su madre oculta algo, algo muy oscuro. – me mira seguro de lo que está diciendo, así que me hecho a reír mientras me pongo de pie para tomar el kit de aseo.