Capitulo#43

Los golpes de mi rostros han disminuido con el pasar de los días, he recuperado un poco el peso, la comida es mala, pero el primer día que me la dieron sentí como un manjar de los dioses, no tengo muy claro mi rescate, y es algo de lo que no me gustaría hablar mucho.

Hay muchos peluches en el sofá, globos y tarjetas de mi clase de literatura. El maestro Leister me dijo que el decano decidió decirle a mi clase que tuve un fuerte accidente y que necesitaba mucha recuperación, y allí estaban mis compañeros enviando cartas y buenos deseos, y a quien no he visto es a Christian, ni a mi padre.

Cole lloro a mi lado durante mucho tiempo mientras me pedía disculpas por no haberme puesto atención, todos y todas están muy anonadados de la situación, aún no he dado mi versión, se fijara un juicio cuando me encuentre completamente recuperada.

Incluso el señor Hall vino a visitarme con Stella, me dijo que lo ha llevado muy difícil, pero lo que me devolvió la sonrisa fue escuchar que la madre de Lance está dispuesta a ayudarlo con Stella, a enseñarle, y en serio espero muchísimo que ellos puedan mejor su matrimonio, que al menos su pequeño y dulce error pudiera volver a unirlos.

Ahora en la toma de mi descanso, sola jugando con el osito peludo que me ha traído Jared pienso mucho en toda mi vida hasta el día de hoy, intento recordar que fue lo malo que le hice a mi madre para que ella me castigara de esa forma tan horrible.

Debería salir dentro de dos días como máximo, la idea de regresar a la residencia con Kara a hablar hasta las dos de la mañana, reírnos y por qué no criticar a alguien secretamente, comer helado y escuchar música con ella. Molestar a Jared a las tres de la mañana y verlo al siguiente día con ojeras. Ir al cine con Kyle o comer mucha comida china con él, porque ama mucho la comida chica. Escuchar los saludos escandaloso de Pete, los piropos y los malos chistes. Estudiando con Jared, haciendo ensayo e invitándome a comer algo por allí, es tan dulce conmigo, pero cuando Christian lo provoca se vuelve una bestia completa y muy graciosa, porque es muy tierno y luego se transforma.

Mis primos, que a pesar de que nos habíamos rencontrado hace poco, me han demostrado la lealtad de la familia y la confianza que se puede tener, es increíble que después de todo este tiempo, haya sido mi primo quien me haya salvado de esa tortura, porque nunca tuve la confianza de decírselo a nadie más, él lo supo por un error, pero fue más valiente de yo para enfrentar a mi madre y llevarla a la justicia.

Escucho dos golpes en la puerta.

Levanto el teléfono para ver la hora; 2:21am. Me bajo de la camilla y arrastro esa cosa donde cuelga el suero, abro la puerta un poco viendo a Cole.

-Hola – murmura y abro la puerta por completo para abrazarlo fuerte y luego besarle la mejilla por un largo rato. - ¿Cómo va la recuperación?

-Muy, muy bien. – Me siento en mi cama - ¿Qué haces aquí a esta hora?

-Fizzy volvió a Las Vegas, tiene mucho trabajo, mando muchos saludos y pronto vendrá a verte. – asiento mientras el sujeta mi mano con fuerza. – Como es que te ves tan tranquila y superada, yo no puedo dormir, Debbie, el pesar que ella puede volver a lastimarte.

-No, eso no pasara. Estoy tranquila porque sé que ese ciclo tan tortuoso se cerró para siempre, no tengo miedo, Cole, el miedo murió cuando vi la luz. Por favor ya no te tortures con eso, estoy bien, me tomara un poco de tiempo, lo sabes, pero yo quiero que todos estén bien, lo hecho está hecho y ya paso.

-te amo, y no sabes cuánto me duele haberte visto salir de casa en ese estado. Fizzy me ayudó mucho en este tiempo, no sabes todas las cosas que pensé en ese momento, los puentes estaban a mis pies, Debbie, no sabes lo horrible que es pasar por esto.

-Perdón por causar tanto daño – él niega mientras se quita las lágrimas. – Joe me dijo algo esa noche, que todo lo que había ocurrido fue por mi culpa, el divorcio, el que tú te fueras de casa.

-Es hija de perra. – niega furioso.

-¿Sabes algo? Si sabes algo por favor dime, dime, porque eso de pensar está matándome.

-Fue en la fiesta de navidad, tal vez no la recuerdas. – Frunzo el ceño – Tenias tres años ¿La recuerdas? – Niego – Está bien, claro que tú recién cumplías tres años. Joely había desparecido hace un buen rato, y papá y yo estábamos en el jardín con Lance y Karen (Mamá de Lance) tu llegaste corriendo con una gran sonrisa y te sentaste en mi regazo para murmurar; Vi a mamá, estaba besándose con un señor en el baño. Era un viejo amigo de papá, fue allí cuando empezaron los problemas, yo no me fui por tu culpa, me fui por su culpa, porque después del accidente las cosas se complicaron, sí. Y no fue tu culpa, porque ella fue una zorra irresponsable, amargada que mantenía a mi padre lejos de ella, así que no te eches la culpa. – besa mi frente por unos segundos y luego me recuesto en su hombro.

Levanto la mirada de mi libro, le sonrió a la enfermera que lleva un labial rojo fuerzo con un delineado excelente, ha sido tan buena y atenta conmigo, su historia de superación es fantástica, la admiro mucho.