Capítulo 25 Alfa

La entrada a la cuarta división del plano astral había desaparecido como si nunca hubiese existido.
El jefe Omega caminó hacia una cómoda y elegante silla roja con forma de una amenazante serpiente rey cobra con la cabeza erguida, la cual estaba situada en medio del extenso páramo pentagonal, y a continuación se sentó en ella. A lado de la silla había una pequeña mesa redonda de metal en la cual había una botella de vino tinto y una copa de cristal. El Draconiano se sirvió de la botella en la copa de cristal parsimoniosamente e inmediatamente tomó un pequeño sorbo. 
-Realmente eres muy gracioso. Libera a Yunuen y a Eshkol de inmediato y te prometo que morirás rápidamente y sin dolor-. Advirtió Zamná mientras observaba con un ojo descubierto y lleno de odio al gran jefe Omega quien se relamía los labios con el disfrute de su vino el cual balanceaba en su copa, girándola con los dedos en el sentido contrario a las manecillas del reloj. El Jefe Omega parecía experimentar euforia con cada sorbo que le daba a la copa cual elíxir de la eterna juventud. 
-¡Que extraordinaria ambrosía! Y tú, que impertinente eres. Según me contaron, Zazil también usaba un parche en el ojo. Lo has de extrañar mucho. También veo que ya estás enterado. Te alegrará saber que al menos tú verdadero hijo se encuentra sano y salvo junto con el judío. Pero me temo que tú no lo estarás tan pronto. Por si no lo habías notado, Xandria acaba de tenderte una trampa trayéndote hasta aquí por tu hijo y por tu amigo-. Dijo Levi, en seguida Xandria, disfrazada con la apariencia física del sacerdote, caminó hacia él y se posicionó a la derecha de la silla, cerca de Levi como señal de evidente traición. Levi la observó de pies a cabeza y enseguida le arrebató con brusquedad la biblia que tenía en sus manos para luego guardarla en uno de los bolsillos de su traje. Xandria palideció.
-Me abruma tanta lealtad de su parte. 
Su lealtad es igual a la tuya para con los Arcontes Alfa. Supongo que no le has dicho tu verdadero propósito. ¿Acaso crees que no me he dado cuenta de lo que haces? Nunca te has rebelado contra tus amos. Engañaste a los Omegas haciéndoles creer que los liberaste y que les ayudarías a acabar con el dominio Alfa. Ó ¿A caso miento?-. Dijo Zamná.
-Deberías saberlo. Enfrentarse a los Alfa es una locura. No es como enfrentarse a la Doble S o a un grupo de guardias de clase Beta. 
La sola idea de oposición es merecedora a una pena de muerte. Para que te hagas una idea; un solo Arconte Alfa es más que suficiente para acabar con cien Omegas. Eso sin mencionar que un solo miembro de los Samael, mejor conocidos como los 4 jinetes, posee el poder suficiente para exterminar a todos los Omegas 10 veces. No te imaginas la magnitud que puede llegar a tener el poder de los 4 juntos. Ellos son los amos del mundo. Si llegaran a provocarlos sería el fin de toda vida en la tierra.
Sin embargo, su misericordia ha sido tan inmensamente grande que nos han dado la oportunidad de vivir creyendo que somos libres y que podemos vencerlos. Pero la realidad es otra. Yo los he llevado a la salvación verdadera. Están mejor conmigo como mis prisioneros, divirtiéndose día y noche en un lugar que yo mismo creé astralmente para ellos donde no perecerán jamás, que sufriendo horriblemente un castigo divino llamado proyecto Monarch. Sin embargo, no todos están de acuerdo. A esos opositores los he traído hasta aquí para darles la oportunidad de entrar en razón. No se dan cuenta que, de no ser por mí, nos habrían aniquilado a todos desde hace ya mucho tiempo. 
-Tú eres el que no se da cuenta. Los tienes en una jaula de oro pero, una jaula es una jaula al fin y al cabo. Y les ofreces la misma absurda mentira que le cuentan a todos los humanos. Les hacen creer que son libres cuando en realidad viven una falsa libertad, yacen encerrados en una granja de mentiras llamado mundo donde tarde o temprano serán devorados por sus consumidores. 
-Vivimos mejor así que sufriendo toda una vida intentando escapar. Además, existe la posibilidad de alcanzar la clase Alfa si la Alianza de la oscuridad, conformada por los clanes Arconte Alfa, cree que somos merecedores de tal galardón. Ellos pueden liberar al Omega del sello situado en el labio inferior y así abrir su tercer ojo para despertar todo su potencial que yace dormido y que puede llegar a ser mayor que el de un Alfa pura sangre. Aunque eso sí, han sido muy pocos los privilegiados. Me enorgullece decir que yo, señor Zamná, soy uno de ellos. La oscuridad sólo consume a los débiles mientras que los superiores residimos en ella sin siquiera inmutarnos.
Todos merecemos la oportunidad de ser probados y nadie está exento a estas pruebas. Ellos podrán ser crueles pero son justos. 
-Sin preámbulos. Te lo preguntaré una última vez. ¿Dónde está Yunuen y Eshkol?.
-Abelard mencionaba que los judíos trajeron a América, después de ser desterrados de Europa, una mezcla de razas cargada de resentimiento. La clase Beta creía también en sus ideales, por eso mismo algunos de ellos que trabajaban en el hospital, donde Zazil fue atendido, decían aborrecerlo. 
Abelard creía en la supremacía de la raza Aria y que los mestizos merecían arder en el infierno. Los odiaba, odiaba esa mezcla de razas, y ansiaba algún día ser un Alfa y librarse de esa "maldita marca mestiza" como él llamaba. Tú debiste entenderlo, en especial tú deberías de odiarlos. Al fin y al cabo todos los Europeos y judíos son invasores para tí por aquellas atrocidades cometidas durante la invasión a los indígenas. No comprendo ahora por qué quisieras salvar a éste judío llamado Eshkol. ¿En verdad crees que merece ser salvado tanto como tu hijo? Ó ¿En verdad crees que los humanos merecen ser salvados más que los Omega? Los humanos no son mejores que los Arcontes. En 1960, los aborígenes australianos cayeron bajo "La ley de flora y fauna" que los clasificaba como animales, no seres humanos. Humanos tratando como animales a otros humanos, que familiar suena eso ¿No crees?. Al menos la alianza de la oscuridad opina que los Omega deberían luchar por un estatus y si no se hubieran rebelado hace mucho tiempo no hubiera habido la necesidad de tantas matanzas. La alianza de la oscuridad cree que sus Omega son la clave a una nueva era de razas que serían el legado Arconte que tanto han anhelado y que los mismos Omega han rechazado al intentar salvar a todos los suyos. Sin embargo, deben entender que no todos son merecedores de tal galardón. Así como los niños humanos con discapacidad que no deberían dejarlos nacer y que sólo son un estorbo para la sociedad, además de que el hecho de apoyarlos es dinero desperdiciado, pues su destino de sufrimiento está ya marcado.
Abelard sabía que yo no ayudaría a los Omega en la guerra contra los Alfa, sin embargo, creía que con mi ayuda podría alcanzar la clase Alfa y así poder liderar y regentar a los Omega rebelados. Como dice un proverbio africano: "El niño que no sea abrazado por su tribu, cuando sea adulto, quemará la aldea para poder sentir su calor".
-Quisiera saber algo. ¿Entre tus prisioneros también tienes a aquella desaparecida mujer a la que tanto buscan, aquella mujer llamada Pandora Kedward?.
-Te equivocas. Ni siquiera yo sé dónde se encuentra la ubicación de mi querida esposa. Pero lo que sí sé es que ella ya no está en el mundo humano de dónde vienes. No sé cómo lo ha logrado pero ella ha cruzado a otro plano, tal vez hasta otro tiempo, donde ni siquiera yo puedo seguirla.
-¿Y cuál fue el propósito para que el gran jefe Omega se casara con una humana?
-Te contaré una pequeña historia.
Había una vez una joven esclava que trabajaba en la zona alta de la ciudad y bajaba a la zona baja hacia la fuente, caminaba varias veces de ida y vuelta todos los días con un cántaro para tomar agua y llevarlo a la casa de sus amos. 
Entonces un día dijo que daría lo que fuera porque el agua llegara sola a las puertas de su ciudad para no tener que volver nunca a recorrer el camino a la fuente. 
En eso escuchó detrás de ella a alguien decir: "¿Estás segura de que darías cualquier cosa a cambio de que el agua llegue a las puertas de la ciudad?". 
El hombre le pidió su alma a cambio y ella dijo que sí porque pensaba que el alma de una esclava valía poco. 
Pero antes de estrechar la mano de este hombre para cerrar el trato, le dijo que sólo le daría su alma si era capaz de hacerlo antes de que amaneciera y cantara el gallo al día siguiente.
Al anochecer la joven no podía dormir y salió a dar un paseo para distraerse pero cuando llegó al mirador se sorprendió al ver al extraño que había visto esa mañana.
Tenía cuernos, cola y pezuñas, y estaba envuelto en llamas dando órdenes a cientos de demonios construyendo un acueducto para llevar el agua a lo alto de la ciudad. 
La construcción continuó toda la noche y la joven no paró de rezar a Dios arrepentida por su trato con el diablo, pidiéndole que no le dejara que se llevase su alma, pero no vio ninguna señal.
El acueducto estaba casi terminado y el hombre en llamas que la había hablado por la mañana y sus ayudantes empezaron a celebrar su victoria, pero cuando iban a colocar la última piedra el primer rayo de Sol le dio en la cara y entonces cantó el gallo. 
Pandora hizo un contrato conmigo igual que aquella joven criada, a cambio de casarme con ella y brindarle la riqueza y poder que todos ansían, ella me ayudaría a fabricar aquella droga capaz de controlar a los Arcontes Alfa además de que me entregaría su vientre para el renacer del jinete del caballo negro. No obstante, ella en vez de dar a luz a un varón, dio a luz a una niña, ese hecho fue el gallo que cantó para ella. 
Creí que odiaba a nuestra hija Ania, sin embargo, en ella despertó una doble personalidad. Además de la Pandora destructiva que conocí al principio, ella creó a una Pandora protectora. Supongo que cuando le pedí a su sobrino Gabriel como pago por no cumplirse lo acordado al entregarme al hijo varón como sacrificio, ella decidió protegerlo matando a los sirvientes que la vigilaban y huyendo con el niño a otro lugar usando los conocimientos ocultos que yo le enseñé. El mayordomo y sicario Edward fue quien me comunicó sobre los sucesos que ocurrieron después de la muerte de Héctor Kedward justo después de dejar a su hijo con Pandora. En ese entonces el FBI me pisaba los talones. Tuve que desaparecer un tiempo de su radar y, después de la muerte de Héctor y la desaparición de Pandora, me ví en la necesidad de desaparecer definitivamente del mapa, truncándose mis planes de traer de vuelta al jinete del caballo negro. Cuando tuve las almas reunidas en sacrificio después del terremoto y los tesoros malditos listos para ser utilizados, fuí a buscar al niño en la bóveda de la residencia, el lugar destinado como refugio para que Pandora permaneciera con el niño durante el terremoto. Pero me temo que Pandora ya se lo había llevado junto con la hija de Héctor, ya que no logré encontrar a ninguno de ellos. 
-¿Qué hay de la sicaria Omega de nombre Gema? ¿Qué pensaban hacer con ella?
-¿Yo? absolutamente nada. Es el dueño de Psikheya quien la quería de vuelta. Supongo que es una Omega muy valiosa para él. Por eso mandó a dos de sus mejores sicarios de élite a buscarla. Por lo que sé, Psikheya tiene la habilidad de invocar y controlar a un ente en particular cuyas habilidades son desconocidas aún para mí, y esa tal Gema tiene la habilidad de proyectarse astralmente teniendo así la capacidad de crear a dos de ella misma así como de transformar a su doble astral en una bestia felina siempre y cuando ella se encuentre en estado de sopor según tengo entendido. 
-¿Qué eres tú exactamente? ¿Cómo es que posees una apariencia humana?.
-Te hablaré primero sobre el origen de los Arcontes-.
Dijo el jefe Omega sacando enseguida una carta de uno de los bolsillos de su traje y prosiguió.
-¿Ves este naipe? Existe una versión en la que monos-voladores a la vez que aves, compartían el vuelo en el Palo Volador, se trata de un extraño naipe para el Tarot, en éste, tres de los voladores tienen alas, pero un cuarto, y el personaje que danza en el ápice del palo, muestran una cola simiesca. Los simios en los mitos, entre sus múltiples simbolismos, eran las criaturas sobrevivientes de antropogonías fallidas destruidas por Dios por no adorar a su creador, antes de la creación del verdadero hombre y del surgimiento del sol. Se les consideraba como seres pre-culturales, su destino era el mundo salvaje, los árboles, y su parecido con los humanos los convertía en seres intermedios, representaban una antigua etapa indeterminada, cuando el mundo aún no estaba acabado y reinaba el caos. Al nacer el Sol pensaron que se quemarían o se convertirían en piedra y para protegerse se metieron a la tierra. Ellos eran pre-humanos, se refugiaron en el espacio salvaje, en el monte y los senderos que atraviesan el bosque, se alimentaban de lo sucio, lo crudo, lo insípido, y penetraron a la tierra, a ese ámbito salvaje, no civilizado, desde donde siguen interactuando con los seres humanos. Se incluyen en el ámbito de lo podrido, las fuerzas lunares y terrestres y vuelven a descender a los abismos del inframundo aquellas criaturas que habitaron la tierra antes de la aparición de los verdaderos hombres. "Los Arcontes". 
Su origen se halla en un extraño texto judío encontrado en los rollos del mar muerto que habla de los hijos de los Ángeles caídos y las mujeres humanas que trajeron un caos y perversión excesivos a la humanidad. El manuscrito descubierto en Qumrán Palestina habla de aquellos vigilantes que enseñaron la brujería, la fabricación de armas y la guerra. Estos hijos de los Ángeles poseían habilidades psíquicas extraordinarias heredadas de los vigilantes como la levitación, la visión remota y hasta el control mental. Por estos poderes y sabiduría, ellos ejercieron gran influencia en la Tierra provocando que el mundo cayera en el caos. Ellos inventaron el sacrificio humano y también eran vampíricos, ya que bebían sangre humana. Por todo esto Dios decidió generar el Diluvio Universal en la Tierra.
Estos seres manipularon la genética de humanos y animales para buscar cómo salvarse de la redención a través de un linaje humano. Es por eso que algunos Arcontes han logrado hacerse de cuerpos aparentemente humanos sin tener que recurrir al robo de identidad. Ese es mi caso. El cuerpo que tengo fue diseñado para parecer humano, sonar como humano, incluso oler como humano. Inclusive también puedo salir a la luz del día por un tiempo determinado pero para ello necesito llevar puesto gafas de sol en todo momento, ya que no puedo exponer mis ojos a los rayos UV por ser el único punto vulnerable que muestra lo que realmente somos. Por eso también nos vemos en la necesidad de usar lentes de contacto para ocultar nuestra diferencia no humana. 
-¿A caso no te das cuenta de que la joven criada de la historia eres tú, y tus amos son el diablo con el que has pactado? Al fin y al cabo tú mismo sigues siendo un esclavo más para ellos. Aunque aún hay algo que todavía no logro entender. Hablas de sacrificar a los Omega para salvar a los demás del control Alfa y de la droga que controla a tus amos pero dices que no tienes intención de enfrentarte a ellos. Entonces ¿Para qué quieres traer de vuelta al jinete del caballo negro y para qué necesitas la droga que los controlaría?.
-¿Qué no es obvio? La aniquilación de la raza humana. El despertar de los humanos cada día está más cerca y, cuando eso suceda, será el fin de los Arcontes. La Alianza de la oscuridad no asesinaría a los humanos ya que son su primera fuente de alimento, a menos de que se les ordene. Y si la droga ojos de muñeca es capaz de controlar a un Alfa, una máxima concentración de ésta sería capaz de controlar al mismísimo jinete del caballo negro. Cada día nacen más y más humanos y esto al final tendría dos desenlaces fatales, una es el exterminio de todos los Arcontes y la otra el exterminio del planeta y del mundo mismo como lo conocemos. Sólo el jinete del caballo negro es capaz de establecer la balanza a un equilibrio propicio para la vida y eso sólo es posible aniquilando a la tercera parte de la población mundial, claro que eso acarrearía algunas calamidades como el escasez de alimento para los Arcontes y tal vez mueran de hambre un porcentaje considerable en ambos bandos, no por nada su segundo nombre es "el jinete de la hambruna", pero es un precio que estoy dispuesto a pagar por la salvación de nuestra raza. Pero Bueno, no entraré en más detalles, ya he dicho suficiente. Basta con el interrogatorio. Fui muy generoso al responder algunas de tus dudas como un favor antes de que mueras. Pero ahora ha llegado el momento de que mueras de una vez y de tal forma que el haber saltado estrangulándote de aquel palo será como haber tomado una pequeña siesta-. Sentenció el jefe Omega mientras guardaba el naipe y asentaba la copa en la mesa y a continuación sacó un pequeño frasco negro del bolsillo de su traje rojo de piel de cocodrilo. Acto seguido, destapó el frasco y sacó tres pequeñas larvas semejantes a una extraña mezcla del gusano de la arena con el parásito Taenia que le recordaban a Zamná al gusano rojo del mezcal que viven en la raíz y el corazón de la planta de agave que por el paso del tiempo sigue en perfectas condiciones dentro de la botella, según el porcentaje de alcohol lo suficientemente elevado como para preservarlo.
-Et sepulcrum corporis tui-. Conjuró Levi. Enseguida, un sello circular demoniaco de fuego se formó en el suelo a unos pasos frente a la silla, provocando que el área de la circunferencia del mismo se hundiera desde el centro y, de la tierra muerta, emergieron arrastrándose del agujero que se había abierto al instante tres repugnantes seres. Cada rincón de su cadavérica piel estaba negra, chamuscada y despedía sangre en coágulos a causa de eternas e infernales quemaduras. Era increíble que siguieran con vida, si es que aún lo estaban. Los tres se pusieron de rodillas y abrieron sus bocas como esperando ser alimentados por el jefe Omega quien estiró la mano dejando caer, en cada una de sus bocas, una larva que se deslizó rápidamente por sus gargantas. A continuación, los tres seres comenzaron a crecer en tamaño y comenzaron a transformarse en tres esqueléticos gigantes semejantes a los gigantescos y míticos trolls. Poseían ojos color carmesí, y a pesar de tener piel oscura llena de enormes y pestilentes tumores, dejaban ver sus enormes venas, despedían fuego de sus ojos y emanaban un horripilante olor a podrido. Andaban siempre encorvados y se movían cual rabiosos simios.
-Ellos son mis vigilantes.
Héctor fue maldecido por esta misma clase de larva lemuriana. Se desliza por el cuerpo hasta llegar al cerebro, una vez ahí, ataca consumiendo el cerebro del huésped hasta apropiarse de sus pensamientos. Toma control de su mente y lo transforma en un ser poderoso y vacío de conciencia. Sin embargo, en Héctor tuvo una transformación un poco diferente. Aún no me explicó quién lo maldijo y por qué tuvo esa clase de transformación y, sobre todo, quién acabó con ella, pero lo que realmente quisiera saber es ¿por qué a pesar de todo lo que te dí, tú decidiste traicionarme?-. Levi volteó a ver a Xandria y prosiguió.
-Lo siento pero no pude evitar tomar mis precauciones. Es bien sabido por los Arcontes que la sangre de un Nephilim es capaz de envenenar el organismo tanto de un Alfa como de un Omega, es por eso que la Alianza de la oscuridad los ha estado cazando por siglos y los han vuelto en contra de la humanidad haciéndolos ver como los malos de la historia. Se cree que están extintos. El exterminio Nephilim ha sido prioridad por clasificarse como la primera de las tres causas de mortandad Arconte. 
Pese a ello, hemos logrado crear un antídoto. Tuve que comprobar lo que decías sacrificando a uno de mis Omega con unas gotas de la sangre del judío en la copa de vino que le ofrecí, si lo mataba entonces confirmaría lo que me dijiste, no obstante, cuando bebió el vino nada ocurrió. El judío resultó ser un humano despierto y no un Nephilim como me habías prometido. ¿Olvidaste que siempre juego a cartas vistas? ¿Por qué Xandria?
Todavía que te liberé del sello de maldición que la Doncella de Hierro te había puesto con aquel anillo así como del sello de tu esclavitud Omega presente en tu labio inferior y todo para que seas un Alfa como yo, sin embargo aún así decides traicionarme, ahora me temo que tendré que romper la baraja. Lo siento mucho pequeña pero tendrás que perecer con ellos-. Explicó el jefe Omega quien en seguida chasqueo los dedos diciendo: -¡Occidere eos!-. 
A continuación, uno de los vigilantes atacó con un violento y portentoso puñetazo al rostro añejo y falso de Xandria disfrazada de Abelard. Su cabeza voló por los aires para luego estallar en cientas de pequeñas escamas color carne que cayeron livianamente como plumas al aire. El resto del cuerpo también se deshizo como ocurriese un estallido de plumas, dejando en el suelo sólo la sotana del sacerdote.
Xandria, después de mudar de piel y haberla abandonado como una estatua vacía de Abelard, emergió velozmente de un agujero al lado izquierdo de la silla y acercó su mano desnuda color escarlata con aquellas filosas y largas uñas al cuerpo de Levi quien rápidamente detuvo su ataque sujetándola fuertemente de la muñeca.
-Había olvidado tu habilidad de escapar cavando agujeros como un vulgar y asqueroso topo-. Dijo Levi. En seguida la jaló de su muñeca y la arrojó con una descomunal fuerza hacia los pies de Zamná. 
-Haremos un trato, tu amado hijo y tu querido amigo y otros Omegas que tengo aquí abajo me pertenecen, si los quieres, primero tendrás que matar a los vigilantes y luego matarme a mí. Pero ten en cuenta que los expondrás a una muerte inminente al abrirles la puerta de su jaula en donde aún están seguros. Puedes tener ayuda si así lo deseas.
¿Estás de acuerdo?-. Dijo Levi.
-Trato hecho-. Respondió Zamná mientras ayudaba a Xandria a ponerse de pie para luego quitarse la gabardina que ocultaba aquellos sellos tatuados en su musculado cuerpo y el par de filosas armas mayas que habían permanecido detrás de su espalda. Eran dos garrotes de guerra similares a espadas, hechas de madera con filos de obsidiana verde a cada lado. A cada uno de sus lados estaban incrustados navajas prismáticas hechas de aquella piedra de cristal volcánico, los cuales podían ser incluso más afilados que cualquier metal al ser un cerámico ígneo. Las armas medían 70 centímetros y debido a su peso debían ser tomadas por los guerreros cada una con las dos manos, por esa razón los conquistadores españoles las denominaban "espadas de dos manos". 
Levi las observó con detenimiento y enseguida dijo:
-Por lo que sé, aquellas armas que llevas fueron fabricadas para perforar la armadura de metal de los españoles en las guerras mayas de los Holcans. 
La composición molecular de la obsidiana verde la hace el material capaz de obtener el filo más agudo de todos los materiales conocidos hasta el momento, naturales o sintéticos.
Es incluso mucho más filosa que un bisturí quirúrgico. 
Sin embargo, la obsidiana verde aún sigue siendo un mundano cristal. ¿Crees que pueda resistir ante la piel inmortal de un Alfa?-. Dijo Levi.
-Eso lo comprobaremos-. contestó Zamná. 
-La estructura militar y su régimen de entrenamiento convirtió a los guerreros mayas en una fuerza de combate físicamente apta. No obstante, hubo un factor importante por el cual ellos se lanzaban a la guerra.
Uno de los atributos más comunes entre las deidades mayas era el deseo de sangre humana.
Los cronistas españoles cuentan de guerreros mayas cuyos cuerpos estaban pintados de rojo y negro. Cuando atacaban, golpeaban tambores, tocaban cuernos de caracolas, silbaban y gritaban. La guerra era un ritual para ellos.
Pero ellos no peleaban después del anochecer porque creían que no tenían oportunidad de ganar contra los espíritus de la noche.
La élite generalmente se sacrificaba, mientras que los plebeyos eran esclavos. Pero el factor de todo esto era y siempre ha sido la voluntad de sus dioses. Ese es el mérito por el cual ellos luchaban a muerte. Y ahora tú, un descendiente de los Holcans, osa a venir a desafiar al dios de sus ancestros. Pues bien, aceptó tu sacrificio. Empezaré primero por la cabeza de tu amigo el judío y luego por la de tu hijo. Bienvenidos sean a mi Bohemian Collyseum-.
Exclamó Levi mientras chasqueaba de nuevo los dedos.