Ya han pasado semanas desde que entre a clases, desde que recibí ese mensaje y llegue a la conclusión de que fue una broma pesada de los chicos de la escuela. También han pasado semanas desde que vi al chico de cabello blanco y ojos hermosos. Tuve la ilusión de volverlo a encontrar en los pasillos de la escuela pero jamás volvió a ir, su rostro se ha mantenido clavado en mi mente y se repite una y otra vez como un gif incrustado en lo más profundo de mi cerebro.
Mi tarde de fin de semana transcurrió como comúnmente, sin mucho que hacer... cuando de la nada me llega un mensaje de Marce.
Marce–Hey Domi ¿Quieres salir hoy por la noche?
Dominick –No tengo muchas ganas de salir.
Marce –Ay vamos sera divertido, aparte no hemos salido juntas.
Dominick – Mmm bueno y a donde?
Marce–Tu solo dime que si, te gustara. Paso por ti 9:10 pm
Dominick –Bueno esta bien.
Marce–Ponte linda😉
Dominick– 🙄
Me paro de mi cama para darme un baño con agua caliente,salgo de la ducha y busco en mi armario algo lindo para salir. Lo que opto por ponerme es un vestido 'El único que tengo', es de color negro que se ajusta totalmente a mi silueta, está por arriba de las rodillas y tiene unos tirantes delgados en los hombros, me pongo unos tacones, me alació el cabello, me hago un maquillaje con un delineado pronunciado y me maquillo los labios de un color carmesí
Escucho el claxon del auto de Marce. Agarro mi cartera con mi celular, mis llaves y mi labial para después bajar las escaleras. Mamá no está en Lonesboro así que no me preocupo por llegar temprano a casa.
Cuando estoy por subir al auto de Marce puedo ver a Trevor en el asiento de la parte de atrás.
–¡DIOS! eres la mujer más hermosa que haya visto en mi vida–dice Trevor cuando me ve salir de casa.
Yo solo le doy una sonrisa a modo de respuesta.
Ya dentro del auto Marce puedo ver a estos dos con más detenimiento; Marce tiene un vestido azul de terciopelo que también se le ajusta al cuerpo, unas medias de red y una botas trenzadas de color negro. Trevor en cambio tiene una camisa negra con los tres últimos botones desabrochados, un pantalón del mismo color y unos zapatos a juego. Los dos se ven sumamente bien.
–Y ¿a dónde vamos? –pregunte con una clara curiosidad, ya que no tuvieron la cortesía de decirme a donde.
–Tranquila, prometo que la pasaras bien –contesta Marce con una sonrisa de malicia en su cara para después poner en marcha el auto.
Yo solo me limite a sonreír.
–Esta mierda es muy aburrida, Marce ¿tienes tu celular conectado a la radio? –pregunta Trevor haciéndose hacia adelante para quedar en medio de nosotras dos.
–Sí. Tómalo– contesto Marce apuntando con la cabeza a su bolso.
–Eres una satánica Marcela, ¿no tienes algo que no sea rock pesado? –dijo Trevor con el celular de Marce en manos y con una cara de desconcierto. – Olvídalo ya encontré algo decente–.
En el camino escuchamos música y hablamos de algunas cosas sin importancia. Marce para el coche y veo que estamos en el estacionamiento de un club, afuera hay gente.
Nos acercamos al cadenero que al parecer es amigo de Marce ya que solo con vernos nos deja entrar.
Una vez dentro puedo sentir la música retumbar en mi cuerpo, puedo ver a la gente bailar como si no hubiera un mañana, puedo ver como sus cuerpos sudan por el calor, puedo ver como las luces titilan haciendo ese efecto segador con la rapidez en la que lo hacen.
–Vamos, por aquí esta nuestra mesa–dijo Marce tomando mi mano y la de Trevor para guiarnos a nuestra mesa.
Nuestra mesa está en uno de los pisos de arriba, puedo ver todo abajo y la barra que queda prácticamente enfrente de notros. La barra es larga, tiene una luz blanca en la parte baja que la hace resaltar.
– Voy por algo de beber, ¿Quieren ustedes algo? –pregunta Trevor poniéndose de pie.
– Uy sí, quiero un maimi vice– pidió Marce bailando al ritmo de la música sentada.
–Yo quiero un mojito, por favor–conteste dándole una sonrisa a Trevor.
–Un mojito para el amor de mi vida y un miami vice para la satánica –dijo Trevor guiñándome un ojo y dándole una cara de terror a Marce para después irse por nuestras bebidas
Después de unos cuantos tragos ya puedo sentir el calor en mi cuerpo y como ya me empieza a dar vueltas mi cabeza. El dj pone una canción de The Neighbourhood lo cual hace que algunas personas se paren a bailar.
–Vamos a bailar, amo esta canción–dijo Marce llevándome prácticamente arrastras a la pista.
Ya una vez en la pista puedo sentir la euforia, puedo sentir como el bajo de la canción hace efecto en mi cuerpo, puedo ver como las luces parpadean sin control haciéndome sentir como en un viaje. Mi cuerpo comienza a moverse por si solo al ritmo del bajo de la canción. No tengo control de mi cuerpo.
Entonces lo vi.
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Editado: 09.01.2022