Capítulo 7

Angélica seguía sin reaccionar y al General, no podría esperar a Yami. La agarra del brazo, la lleva hacia el lado sucio, en la sala le da una espada y le da una cachetada.

— ¡Reacciona! —le grita el General.

Ella no responde.

El General se dio cuenta que no era bueno darle un arma.

— ¿En qué estaba pensando? —se pregunta el General.

Le quita el arma y le da otra cachetada. No reacciona.

—Solo me queda esperar a Yami —dice el General.

Pasan las horas, ya en la tarde, los camiones apenas empiezan sus rutas y solo quedan horas para que Yami venga.

—Creo que debí esperar a Yami antes de hablar con Angélica —dice el General para si mismo.

Se queda pensando un momento.

—Creo que ya han de estar transportando las mesas y sillas, a las afueras de Hermosillo.

Tardaran un buen rato. Bueno, creo que dejaré que se las arreglen.

—Hola.

—Se escucha una voz en las cercanías.

El General se dio cuenta que no era era Angélica, sino, otra voz.

—Aquí, General. Soy el soldado Christhian, líder del grupo 76. Vengo a pasar hacia el lado limpio para recibir la comida.

—Pase, que pasado mañana es navidad. Por hoy solamente pasaran los cubiertos desechables y bebidas en hieleras a batería. Me aseguré que las baterías se pudieran recargar con energía solar.

—Bueno, ya le diré a los soldados que pasen, pero ¿les digo para cuantas personas?

—Si, les dije y se sorprendieron.

—¿Por la gran cantidad de personas?

—No, por lo contrario, por lo pocos que eran. Ya les había dicho que todo Hermosillo y pensaron en millones de personas.

—Bueno, ya le diré al equipo que pase.

—De paso te digo que no te preocupes por la comida, llegara cocinada. Y de paso, no te preocupes por Angélica, Yami no tardará en llegar.

—¿El gran terapeuta o psicólogo?

—Exacto.

—¿Por qué no lo llamaron en un principio? Ya saben para Angélica del lado limpio y sus familiares.

La pregunta sorprendió al General. Realmente no se le ocurrió y se empezó a preocupar por los políticos que fueron testigos durante esa trasmisión.

—Realmente, no lo pensé, yo..

El General se quedó sin palabras.

—Aparentemente —empieza hablar el soldado—, creo que siempre estuvimos salidos de mente. Algo pasa de este lado y temo que sea perjudicial para el lado limpio.

—Ellos, realmente son los que están en peligro.

—Pienso que, debamos cerrar toda conexión o eso creo.

—También me lo pensaré. Soldado continua con tu trabajo.        

Christian da la orden a los demás soldados y empiezan a pasar las cosas al lugar limpio.

Por su parte, el General se queda pensando que, esta conexión con el lado limpio sea un error, pero por todo lo teorizado con Angélica del lado sucio, se queda pensando en la pregunta: “¿Cuál es el verdadero lado en peligro? ”.

—Son demasiadas preguntas —dice el General para si mismo.   

Ahora, empieza a pensar que la próxima celebración de navidad quizás no deba pasar, pero realmente algunas personas si están emocionadas por la celebración.

La decisión es difícil.

El tiempo pasa, las horas se hace eternas y el General sigue observando a la Angélica traumada. 

—Una está en shock y la otra le cae un peso encima enorme —dice el General.

Un solado le escucha. 

—Señor —dice un soldado.

—¿Pasa algo? —pregunta el General.

—Para poder tener todo rápido, no andaremos subiendo y bajando las escaleras. Todo movimiento será por el segundo piso.

El soldado se queda callado un momento, mira la cara del General y continua.

—¿Pasa algo? —pregunta el soldado.

—Si, ¿crees que es buena idea celebrar navidad? —pregunta el General.

El soldado se sorprende por la pregunta, se queda pensando durante unos minutos y luego contesta.

—Si. Después de tanto, nos merecemos un descanso. Quizás no sea como antes, pero no está de más. Supongo que podemos aprovechar los recursos del lado limpio.

Cada palabra dicha por el soldado es firme. No tiene duda alguna, esta celebración es buena idea.

—Gracias soldado, puede retirarse —dice el General con una sonrisa en el rostro.

El soldado se retira.

*********

El soldado sube las escaleras para seguir con su trabajo cuando otro soldado le detiene.

—Espera.

—¿Qué pasa?

—Escuché tu conversación con el General, dime, ¿de verdad crees que sea buena idea celebrar la navidad?

—Si lo creo. Se que no todos van a participar, pero para muchos sería la primera navidad.  Por ejemplo, mi hijo nació antes del fin del mundo y nunca celebró la navidad. Quiero contarle todas las historias y cantar villancicos navideños. Hace tiempo que no hay alegría.

—Buen punto, pero recuerda que, si antes del fin del mundo, estas fechas tenían mayor porcentaje de suicidios, ¿qué piensas que pase?   

—¿En estas fechas aumentan los suicidios? Soldado, no estamos en el viejo mundo y la gente se suicida a diario, sin importar la fecha, pero me preocupa darles un motivo para suicidarse.    

—Como digas, pero no me fio.

—Yo tengo buen presentimiento.

— ¿Y la comida?

—Se pidió al lado limpio, se pidió a varios negocios comida, una cena navideña para 500 personas. Fueron bien pagados, y se les entrego todo lo necesario, ellos solo van a cocinar, pero nosotros hornearemos los pavos. Una oferta buena de trabajo, imposible de decir no.

— ¿No temes que tu hijo pregunte por santa?

—Le dije que escribiera cartas que serán enviadas a santa, pero serán enviadas al mundo limpio y el gobierno de ese lado comprara todo.